Mastodon Málaga y sus historias: tejedoras
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martes, 2 de marzo de 2021

La huelga de las mujeres de 1890 (y II)

 

Las tejedoras de Industria Malagueña, no estaban suficientemente organizadas para un conflicto laboral mucho más largo. El 28 de julio se celebra una manifestación por la ciudad, a la que acuden 8.000 trabajadores de ambos sexos bajo el lema “Los obreros de Industria Malagueña buscan la protección del pueblo malagueño. La unión es la fuerza”, recibida con vivas al llegar a la Alameda donde la imponente manifestación se disolvió de forma pacífica. A principios de agosto las negociaciones con los Larios siguen estancadas y el gobernador civil les comunica que “los Larios, antes de ceder, prefieren vender o traspasar la fábrica a una empresa catalana con quien ya está en trato”.


Palacio de los Larios.


El 6 de agosto los hombres acuden en bloque a la fábrica para trabajar esperando la incorporación de algunas de las mujeres para poder encender las máquinas y comenzar a producir. Se aseguraba que “si un número regular de tejedoras se acercaba al jefe indicando su deseo de trabajar se daría comienzo a la producción”.


La situación empuja a muchas tejedoras a abandonar definitivamente la fábrica para buscar empleo como criadas o jornaleras del campo. Entonces, el gobernador civil detiene a tres hombres que habían luchado en la huelga imponiéndoles 3.000 pesetas de fianza, a lo que le sigue la retirada del permiso de reunión y la carga represiva contra las mujeres que acuden a hablar con el gobernador para que liberara a los detenidos, represión gubernamental definida por el periódico Unión Mercantil como “censurable atropello”, para añadir que “hoy en día, nuestras instituciones apoyan al capital y no al pueblo trabajador, criminalizan la protesta y mantienen en vigor la ley mordaza”.


Finalmente y ante la imposibilidad de continuar la huelga a riesgo de ser expulsadas de la fábrica, represaliadas, heridas o incluso asesinadas, las obreras son derrotadas y enviadas de vuelta al trabajo. El 13 de agosto un tercio de las tejedoras había vuelto a la fábrica y el 14 de agosto ya trabajaban unas 2.000 obreras en 1.200 telares. Unos días después el gobierno civil liberará a los trabajadores presos.

lunes, 1 de marzo de 2021

La huelga de las mujeres de 1890 (I)

 

El día 20 de junio de 1890 la dirección de Industria Malagueña S.A. decide rebajar el jornal de algunas de sus trabajadoras en un cuartillo menos por cada pieza tejida a pesar que realizaban jornadas superiores a las 14 horas diarias, lo que motivó la llamada a la huelga..


Industria Malagueña.


Se produce una primera manifestación y posterior concentración frente a la casa de los Larios en la Alameda, donde los representantes de la familia les comunican que la empresa se encuentra en una mala situación económica y que su demanda es imposible de satisfacer. Un comité formado por algunas de las trabajadoras se dirige a la redacción del periódico Unión Mercantil para denunciar la nueva bajada de los salarios y dando comienzo así a la huelga.


Los días sucesivos se producen piquetes contra las mujeres que acuden a la fábrica y los operarios mecánicos se ven obligados a parar las máquinas, uniéndose a las mujeres en sus reivindicaciones. En una segunda reunión con el comité de huelguistas, mientras dos mil mujeres aguardan en el exterior, la casa Larios asegura que la fábrica no se había cerrado ya porque era el sostén de muchas familias aunque ya no producía beneficios.


A los obreros mecánicos contrarios a la huelga se les dijo que si querían volver a trabajar tendrían que convencer a las mujeres de que se reincorporasen y que “si tenían hambre se comieran a las mujeres responsables de la huelga”, palabras que encienden la indignación del conjunto de los trabajadores malagueños.


Durante los días siguientes las mujeres marchan en bloque para entrevistarse con el gobernador civil recibiendo cada vez una negativa pero, al conseguir más apoyo por parte de la prensa y de la clase obrera malagueña, algunas tejedoras ya prefieren morir de hambre a volver a la fábrica. “Vivir de esta manera no es vivir”, proclamaban, entre reuniones en su cuartel general de calle Jaboneros, discutiendo las líneas de acción a seguir y repartiendo lo recaudado solidariamente para resistir durante las jornadas de la huelga


Próxima entrega: La huelga de las mujeres de 1890 (I)