Mastodon Málaga y sus historias: vendeja
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viernes, 27 de septiembre de 2024

La vendeja en Málaga

 

En la primeras décadas del siglo XX, entre la calle de Doña Trinidad Grund y el muelle de Heredia, quedaban un buen número de solares destinados a la vendeja en Málaga, un mercado al aire libre donde, generalmente en pública subasta, se vendían los productos resultantes de la producción agrícola local.


La vendeja sobre 1910 en el entorno del actual Muelle 1.


La proximidad de la zona a los muelles de carga del puerto, que aún no se había cercado con la valla en todo su perímetro, hacían de este espacio urbano un lugar idóneo para la venta al mayor de los productos agrícolas locales, especialmente de aquellos destinados al embarque para la exportación.

Pasas, higos, almendras, limones y otros frutos de la tierra eran transportados por carros tirados por bueyes, extendidos luego sobre el suelo a la espera de su venta.

El esplendor de la vendeja de Málaga llegó en torno a mediados del siglo XIX. Coincidiendo con un parón en las obras de ampliación del puerto de Málaga, entre los años 1833 y 1876, se produjo ese auge comercial que benefició notablemente al campo malagueño. Además de beneficiar al campo, la vendeja de Málaga logró dar trabajo temporal a muchas personas en aquellos años.

Como reminiscencia de aquella época queda hoy la calle Vendeja, que comunica con la plaza de la Marina. En esta vía y en la de su entorno más inmediato se encontraban buena parte de los almacenes donde se preparaban estos productos procedentes del interior de la provincia.


Fuente documental: El universo de la fotografía. web photoespacio.com

martes, 6 de septiembre de 2022

Las vendejeras

 

Las faeneras, también denominadas vendejeras, trabajaban vendiendo o tratando, frutas y verduras durante la época de la vendeja, finales de verano y otoño, en los numerosos almacenes de frutos repartidos por el barrio de El Perchel y por la zona cercana al puerto, como la Alameda de Colón y las calles paralelas a La Alameda.


Vendejeras en la Casa Bevan.


El trabajo de estas mujeres consistía en preparar los frutos del campo malagueño para su exportación al extranjero. Si se trataba de naranjas y limones, debían envolver las piezas en papel de seda; si eran almendras, la tarea era extraer el fruto de la cáscara y luego envasarlo en cajones o sacos; por último, si la faena era de pasas, la que ocupaba a más mujeres, tenían que limpiarla, clasificarla y envasarla.

Cuando no era tiempo de vendeja las faeneras trabajaban mayoritariamente como criadas y tejedoras. El hecho de que obtuvieran un salario más favorable en la como vendejeras, provocaba que fuera muy difícil encontrar a una criada cuando llegaba agosto.

Según datos de 1915 sólo una empresa, Bevan y Compañía, situada a la entrada de la calle de Ayala, empleaba a 211 hombres y 344 mujeres en las labores de la vendeja.

Fuente documental: La mirada recuperada. Memoria de mujeres en las calles de Málaga. Víctor M. Heredia Flores. Ayuntamiento de Málaga.

martes, 18 de junio de 2019

Temor ante la primera Guerra Mundial

El comienzo de la primera Guerra Mundial, entre Inglaterra, Francia, Rusia y Serbia de un lado, y Alemania y Austria de otro, causó de inmediato expectación y pánico en toda la provincia de Málaga.

Astilleros malagueños Soler.
Díaz de Escovar relata que la gente acudía al Banco de España con el propósito de cambiar papel moneda por duros y pesetas para tener la garantía del valor de la plata. La vendeja de Málaga se consideraba perdida. Oficinistas, dependientes y operarios fueron despedidos por no haber negocio, lo que llevó a la pobreza a muchas familias.

Hay que explicar que la llamada vendeja de Málaga era un fenómeno comercial y un sector importante de la economía malagueña que empleaba gran cantidad de mano de obra en la manufactura de productos típicos como los higos, las pasas, vinos dulces, aguardientes o limones.

Por otra parte, el puerto estaba lleno de vapores alemanes y austríacos, refugiados de la escuadra inglesa de Gibraltar. Cerca de allí, en las playas de San Andrés, los avanzados astilleros malagueños Soler, propiedad de Enrique Soler, construyen barcos-hospital para el ejército alemán.

El 15 de mayo de 1915 publica su primer número "Los Aliados", periódico trilingüe que defiende los intereses franco-británicos; muestra de la división en Málaga, como en toda España, entre partidarios de uno y otro bando del conflicto armado a nivel mundial.