El día 20 de octubre de 1970 entra en servicio el tren Talgo Málaga-Madrid, que podía
alcanzar los 140 kilómetros hora y que reducía sensiblemente el tiempo
invertido en el trayecto. En 1974 el Talgo
modelo 200 logra reducir el tiempo
del viaje a siete horas.
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Uno de los trenes Talgo que unía Málaga y Madrid. |
En 1987 se produce otro hecho significativo con la creación
del Talgo camas Costa del Sol, con
un viaje de casi nueve horas y media de duración y que estuvo en servicio hasta
mayo de 1992. Era el segundo Talgo
nocturno con recorrido nacional y ofrecía camas y restaurante. Por su parte el Talgo diurno mejoraba su tiempo de
viaje en cerca de diez minutos.
En 1992, los trenes Talgo
Madrid-Málaga comenzaron a circular por la nueva vía de alta velocidad, en
el tramo entre Madrid y Córdoba, lo que permitió reducir en dos
horas el tiempo de viaje entre las dos ciudades.
El 24 de diciembre de 2007 se pone en marcha el AVE, que hizo posible reducir en una
hora y 30 minutos el tiempo de viaje existente entonces con Madrid y dejó otras ventajas en cuanto
al confort, la fiabilidad y un incremento de la oferta diaria de plazas, que se
duplicó gracias al nuevo servicio. En la actualidad, el viaje directo a Madrid no alcanza una duración de algo
más de dos horas y veinte minutos.
La llegada del AVE
a la capital malagueña permitió también desarrollar de forma progresiva una red
de servicios de alta velocidad que conectan Málaga con ciudades como Barcelona,
Zaragoza, Tarragona, Lleida, Ciudad Real, Valencia, Córdoba o Sevilla, entre otras.
Cuando el funcionamiento del AVE a Málaga cumplió
diez años, en 2017, el tren había conseguido destronar al avión como medio de
transporte preferido por los viajeros. El 73 por ciento de los viajeros entre Madrid y Málaga, o viceversa, habían apostado por el AVE. Antes de la entrada en servicio del AVE, el avión era la opción elegida por el 72 por ciento.