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Hacienda de San José. |
La propuesta no tuvo éxito y la finca pasa a ser gestionada
por los Hermanos de San Juan de Dios
para instalar un sanatorio psiquiátrico.
Existe publicado un interesante trabajo publicado por el
profesor Manuel Morales Muñoz, que
bajo el título “Uso y abuso de los
tópicos en historia: la Hacienda San José (Málaga)”, explica las polémicas
existentes sobre la citada finca, al parecer plagada de bulos, pero en la que
se explica que lo que sí se puede acreditar es que a principios de los años veinte
la finca era propiedad de la Compañía Naviera
Mundaca y del empresario de origen francés Enrique Jonqueres d’Oriola, que estaba vinculado al mundo
empresarial catalán y vasco, participando en algunas de las iniciativas impulsadas
por los mismos.
En enero de 1909 Jonqueres
era gerente de la Sociedad Catalana de
Automóviles; dos años después, en febrero de 1911, participó en la Junta
general que se celebró en la capital donostiarra con el fin de constituir el Gran Kursaal marítimo de San Sebastián
y la Sociedad Anónima Inmobiliaria,
y en agosto de 1913 figuraba como vocal de la Sociedad Anónima de Seguros Reunidos La Agrícola Española.
Siempre según el citado trabajo, como propietarios que eran
de la finca, el día 4 de julio de 1921 le otorgaron en Barcelona escritura de compra-venta a la Sociedad Mercantil La Salud, constituida en aquella ciudad el 24 de
diciembre de 1900 y dedicada a la explotación de centros asistenciales. Ello en
unos momentos en los que se antojaba incierto el futuro de la Hacienda de San José, tal y como se
deduce de la moción que el 21 de abril de 1922 presentó en el pleno municipal
el concejal del Ayuntamiento de Málaga,
Manuel Rivera Vera, para que se
abriera una suscripción popular con el fin de comprarla y destinarla a
residencia invernal de los reyes, lo que a su juicio redundaría en beneficio de
la propia ciudad.
La propuesta, que contó con el respaldo de otros miembros de
la corporación, como los concejales conservadores Álvarez Gómez, Ortiz Tallo
y Chervás, fue finalmente
desestimada, aduciendo la comisión que se creó al efecto que el nuevo hotel Príncipe de Asturias, que estaba
próximo a inaugurarse, contaba con un pabellón para los monarcas.
Fracasada la operación, el 19 de marzo de 1923 se inauguró
en sus instalaciones un hospital psiquiátrico que estuvo al cuidado de los Hermanos de San Juan de Dios, aunque la
propiedad del mismo seguía en manos de la mercantil La Salud, tal y como consta en el Catastro de contribución urbana de
1929.
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