Mastodon Málaga y sus historias: Los tranvías de Málaga (y II)

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martes, 7 de julio de 2020

Los tranvías de Málaga (y II)

En la entrega anterior se expuso la primera concesión de las líneas de tranvía en Málaga. En 1889 se creó con sede en Birmingham The Málaga Tramways Company Limited, con un capital inicial de 80.000 libras esterlinas. La empresa estaba formada por cuatro socios ingleses, John Tell, John Lecke, Joseph Hunt y John Riksen, y tres malagueños, Adolfo E. Pries Scholtz, Ricardo Larios y Eduardo Palanca, y pronto adquirió las dos líneas otorgadas a Alberto Ripoll y Salvador Bueno.

Antiguo tranvía Alameda- El Palo.
Esta empresa, además, adquirió en 1890 unos terrenos en calle Maestranza donde, siguiendo el proyecto del ingeniero de Caminos Manuel López Martin, se levantaron las cocheras y cuadras de la empresa, con capacidad para alojar a 180 caballerías

En 1898 las líneas de la The Málaga Tramway Cº Ltd fueron adquiridas por una nueva empresa, la Tramways de Málaga Société Anonyme, filial del germano-belga L'Union des Tramways. Esta nueva compañía fue la que solicitó el cambio de la tracción animal por la eléctrica, lo cual fue autorizada en 1901.

En 1923 funcionaban seis líneas que realizaban los siguientes recorridos con un total de 37 tranvías, Alameda - El Palo; Alameda – Estación; La Victoria – Huelin; Alameda – Bellavista; Alameda - Baños del Carmen; y una circular Alameda - Molina Lario - Granada - Victoria - Cristo de la Epidemia - Capuchinos - El Molinillo - Pasillo de la Cárcel - Pasillo de Santa Isabel Alameda.

Tras la guerra civil los tranvías malagueños comienzan a tener problemas a causa de lo obsoleto de su material y también de carácter económico, por lo que a partir de 1949, fueron explotados por el Ayuntamiento, que paulatinamente fue introduciendo autobuses para el transporte urbano. El último trayecto se realizó en 1961.

Etapas más o menos significativas jalonaron la historia del tranvía en Málaga, hasta su desaparición el 31 de diciembre de 1961. No en vano, hizo germinar un grato recuerdo de aquel viejo sistema de transporte, cuya recuperación, de hecho, se plantea de nuevo a finales del siglo XX. El último tranvía dejó de funcionar a las 11,15 de la mañana de ese 31 de diciembre, momento en el que entraron en circulación los nuevos autobuses que lo sustituyeron. A esa hora los componentes de la corporación municipal, con el alcalde García Grana al frente, se desplazaron a la terminal de La Misericordia en la que se había ubicado una unidad pintada igual que las que rodaban en 1905 y engalanada con guirnaldas.

El personal llevaba el uniforme de esa fecha, mientras jóvenes de la Sección Femenina asistían ataviadas con trajes de principios de siglo. La comitiva subió a los tranvías que rodaron por la ciudad hasta las cocheras de La Malagueta.

Los vecinos que quisieron hacer este último viaje tuvieron que abonar 25 pesetas pero recibieron un billete conmemorativo de esta nostálgica despedida. El dinero recaudado se destinó a una campaña de caridad.

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