El 4 de diciembre de 1905 muere en Málaga el pintor almeriense Joaquín Martínez de la Vega, perteneciente al grupo de pintores de la escuela malagueña de pintura. Desde los 20 años residió en Málaga. En 1897 bautizó con champán como pintor al hijo de su amigo, José Ruiz Blasco que había ganado un par de premios. Toda una promesa, que más tarde sería mundialmente conocido como Pablo Ruiz Picasso.
Ecce Omo del pintor Joaquín Martínez de la Vega. |
La Diputación de Córdoba le concedió a Martínez de la Vega una beca para que realizara estudios de arte en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. A su entrada en la academia es apadrinado artísticamente, por Federico Madrazo, que sería su profesor y quien le transmitiría su conocimiento por las obras de los clásicos, especialmente de Velázquez.
Ya en su etapa en Málaga conoce al pintor malagueño José Denis Belgrano con el que entabla una gran amistad y realiza diversas colaboraciones. En 1873 es nombrado profesor de la Academia de Dibujo. En 1882 es nombrado profesor auxiliar de la clase de Antiguo, en la escuela de Bellas Artes de Málaga y, un año después, socio-profesor de la Academia de Dibujo y vicepresidente de la sección de Bellas Artes.
Fue vocal de la Comisión de Arte Antiguo con ocasión de la Exposición Universal de París y vocal de la Exposición Universal de Munich para incentivar la asistencia de artistas. Enseña Dibujo y Pintura en el Liceo, donde acuden los que serían importantes pintores en el futuro como Reyna Manescau o Xavier Cappa.
A la Expo de Bellas Artes, Industria y Arquitectura inaugurada por Alfonso XII presenta varios cuadros. Es nombrado socio de mérito del Liceo y encargado de la cátedra de Dibujo y Figura. Medalla de Oro en Bellas Artes por su obra "Stella Matutina" que recoge el álbum ofrecido al papa León XIII, y es a partir de 1888 cuando se afana en la pintura religiosa. Es nombrado académico en 1891 y 1892 logra ser profesor numerario de la Escuela de Bellas Artes y consigue la cátedra de Colorido y Composición.
Dada su formación, sus primeras obras siguen un modelo romántico de perfecto dibujo y composición académica. Pronto dejó los temas históricos y apostó por los tipos aislados o las escenas de género. En el retrato sigue a Madrazo. A partir de 1877 se advierte la influencia de Denis y de Ferrándiz, ya que aparece el orientalismo y la anécdota fortunysta. Al final de la década de los 80 aborda una pintura religiosa que, desde un lenguaje casi prerrafaelista, evoluciona hacia un simbolismo de trazo quebrado y suelto. Realizó el cartel para la Feria de Málaga de los años 1887,1892,1894 y 1895.
Por último, añadir que su alcoholismo, su adicción a la droga y la muerte de su mujer y de su hija lo llevaron hasta la decadencia. Murió en la miseria y abandonado en el Parador de San Rafael de Málaga.
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