El 29 de marzo de 1856 el vapor Ribera del Miño, que conducía a 85 pasajeros, naufraga entre Gibraltar y Tarifa cuando realizaba una travesía regular entre Málaga, de donde había partido el 28 de marzo, y Sevilla. Murieron 64 de sus 85 pasajeros.
Vapor Ribera del Miño. |
Un hecho que conmocionó especialmente a Málaga tanto por el número de muertos como por la relevancia social de los pasajeros. En el siglo XIX el viaje de Málaga a Sevilla por tierra era un suplicio mientras que el el buque Ribera del Miño ofrecía unos servicios de lujo.
El Miño fue abordado por el Minden, un gran buque de transporte inglés. Los supervivientes fueron trasladados a Gibraltar y allí narraron ante las autoridades gibraltareñas lo ocurrido. Afirmaron que el barco inglés no hizo todo lo posible para ayudar a los náufragos. La catástrofe ocurrió frente a Punta Carnero. Algunos sobrevivientes lograron llegar a nado a la isla de Tarifa.
El buque Ribera del Miño era un vapor de hierro construido en Inglaterra en 1853 aunque el lastre de lingotes de plomo parece ser que procedía de la Fundición de San Andrés, propiedad de la familia Heredia de Málaga.
La prensa de la época dedicó gran atención a los funerales celebrados en Málaga y a destacar los nombres de algunos de los pasajeros salvados como Trinidad Grund, su cuñada María Heredia, hija de Manuel Agustín Heredia y un hijo de Martín Heredia. A los diez días del naufragio se puso a la venta una litografía conmemorativa reproduciendo el momento de la colisión.
Los restos hundidos del Ribera del Miño constituyen en la actualidad una zona de buceo, más conocida como el ‘El pecio de San Andrés’ por el nombre grabado en el lastre de plomo del barco.
Canal Sur Televisión realizó en 2016 un reportaje sobre la catástrofe y su repercusión en Málaga.
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