La
que en realidad se denomina batalla naval de Vélez-Málaga
tuvol
ugar durante la Guerra
de Sucesión
a la corona española, días después de la perdida de Gibraltar.
En el litoral malagueño, el 24 de agosto de
1704,
frente a Vélez
Málaga,
se enfrentaron la escuadra franco-española y la anglo-holandesa. El
resultado fue incierto, aunque hubo muchas bajas en
ambas
escuadras.
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Pintura de la batalla expuesta en el Nacional Maritime Museum de Londres. |
La
batalla de Vélez-Málaga fue el mayor combate naval de la
guerra de Sucesión española y se libró el día 24 de
agosto de 1704, entre la flota anglo-holandesa del almirante George
Rooke y la hispano-francesa del conde de Toulouse y el
almirante d'Estrées. Acabó con victoria táctica
hispano-francesa, pero con victoria aliada desde un punto de vista
estratégico, pues los británicos mantuvieron el dominio de
Gibraltar, objetivo de la flota enemiga.
Tras
la toma de Gibraltar
por
una flota anglo-holandesa al mando del almirante George
Rooke,
éste recibió noticias de que una flota franco-española se
aproximaba. La
escuadra francesa había partido desde Toulon,
y tras reunirse con efectivos españoles en
Málaga,
comandados por el conde de
Fuencalada,
se dirigían a su encuentro.
La
escuadra franco-española se componía de 51 navíos de línea, 6
fragatas, 8 brulotes, embarcación vieja cargada con materias
inflamables y explosivos que se utilizaba para incendiar grandes
barcos enemigos abordándolos por sorpresa, y 12 galeras, con un
total de 3.577 cañones y mas de 24.200 hombres mientras que la
anglo-holandesa de Rooke la formaban 53 navíos de línea, 6
fragatas, un conglomerado de pataches, embarcaciones a vela, y
brulotes, con 3.614 cañones y aproximadamente 22.000 hombres, pues
había dejado la mitad de su infantería de marina en la recién
conquistada plaza de Gibraltar.
El
combate fue durísimo, y ninguno de los bandos consiguió hundir ni
rendir ningún barco, a pesar de que uno de los escuadrones
anglo-holandeses abandonó la batalla por falta de munición,que
había gastado en la toma de Gibraltar. Sin embargo, el precio
en vidas fue de mas de 3.000 franco-españoles por 2.700
anglo-holandeses.
Ambos
bandos quisieron atribuirse la victoria: Los franceses volvieron a su
base de Toulon atribuyéndose una gran victoria, pero se
considera que fue una victoria táctica franco-española y una
victoria anglo-holandesa desde un punto de vista estratégico, puesto
que la flota franco-española no volvió a presentar ninguna batalla
naval de importancia durante el resto de la guerra.