Mastodon Málaga y sus historias: Gibraltar
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jueves, 21 de noviembre de 2024

El Gibraltar chico

 

Según se cuenta todavía en Benamargosa, en un relato donde se mezcla la historia con la leyenda, el apodo con el que llegó a ser conocido en el pueblo a finales del siglo XIX debido a la importancia que tenía el contrabando de productos que procedían de la colonia británica, era el de Gibraltar Chico.


Benamargosa.


El número de los vecinos dedicados al trasiego del contrabando y el volumen de mercancías, sobre todo tabacos y telas, que se movía procedente de Gibraltar, hizo que Benamargosa a finales del siglo XIX fuera conocida no sólo en Málaga sino también en toda Andalucía, como el Gibraltar Chico.

También, durante la guerra civil Benamargosa se convirtió en un importante centro de contrabando de tabaco, actividad que se extendió hasta la década de 1950.

Esta actividad dio lugar a la afamada destreza que los hombres del pueblo adquirieron en sortear caminos y quebradas para evitar a los temidos "migueletes" en sus carreras desde Gibraltar con sus caballerías cargadas de las preciadas mercancías.

En la actualidad, hay en Benamargosa un parque bautizado como 'Gibraltar El Chico'.

viernes, 14 de octubre de 2022

El malagueño ajusticiado en Gibraltar

 

El periódico madrileño La Correspondencia de España informaba en su edición del 8 de mayo de 1886 de la ejecución en la horca de Francisco Contreras Castillo, natural de Estepona (Málaga), de 49 años de edad y frutero de profesión. Hacía 55 años que no se había utilizado el cadalso en Gibraltar. En la información no se hace ninguna mención al delito cometido por Contreras Castillo, que se supone, por la dureza de la condena, que fue el de asesinato.


Peñón de Gibraltar.


La crónica del citado rotativo señalaba que minutos antes de las siete salió de su celda acompañado de los sacerdotes Cabello, Fariñas y Calero, el encargado del castillo y dos carceleros, bajó a uno de los patios donde estaba levantado el patíbulo; el corto trayecto que anduvo lo hizo con toda serenidad, subió igualmente la escalera del mismo, y al colocarlo el verdugo para ser ejecutado, habló las siguientes palabras: “Me perdonen todos. La bebida ha sido la causa. Si yo me escapo por la ventana donde se escapó el otro, me hubiera salvado. Si alguno de ustedes conoce a mi hermano darle memorias”. Y dirigiéndose al verdugo, el cual tenia la cara cubierta con una careta negra,le dijo: “Espero que no me hagas sufrir mucho”. Palabras que expresó con ánimo y serenidad mientras el verdugo le colocaba !a soga. A los pocos minutos se cumplió el fallo dictado por la sentencia.

La misma crónica periodística señalaba que en los momentos de la ejecución se oía el tañido de una campana tocando a agonía, y al consumarse aquella, en lo alto de la cárcel enarbolaron una bandera negra, la que permaneció izada por espacio de una hora.

Al subir al patíbulo lo acompañaron los referidos sacerdotes, dos jueces de paz y el jefe de policía, los que permanecieron en el tablado durante la ejecución. A las ocho de la mañana se procedió a descolgar el cadáver, lo que efectuaron el verdugo,"hombre de tipo raquítico y semblante nada halagüeño, y dos presos de aquella cárcel.

A las ocho y cuarto se reunió el jurado de investigación, y después de examinar el cadáver, pasó a deliberar dando un veredicto, “muerto por estrangulación, cumpliendo sentencia del Tribunal Supremo”. Su cadáver ha sido sepultado en la misma cárcel, terminaba la crónica.

martes, 6 de abril de 2021

El naufragio del vapor Ribera del Miño

 

El 29 de marzo de 1856 el vapor Ribera del Miño, que conducía a 85 pasajeros, naufraga entre Gibraltar y Tarifa cuando realizaba una travesía regular entre Málaga, de donde había partido el 28 de marzo, y Sevilla. Murieron 64 de sus 85 pasajeros.


Vapor Ribera del Miño.


Un hecho que conmocionó especialmente a Málaga tanto por el número de muertos como por la relevancia social de los pasajeros. En el siglo XIX el viaje de Málaga a Sevilla por tierra era un suplicio mientras que el el buque Ribera del Miño ofrecía unos servicios de lujo.

El Miño fue abordado por el Minden, un gran buque de transporte inglés. Los supervivientes fueron trasladados a Gibraltar y allí narraron ante las autoridades gibraltareñas lo ocurrido. Afirmaron que el barco inglés no hizo todo lo posible para ayudar a los náufragos. La catástrofe ocurrió frente a Punta Carnero. Algunos sobrevivientes lograron llegar a nado a la isla de Tarifa.

El buque Ribera del Miño era un vapor de hierro construido en Inglaterra en 1853 aunque el lastre de lingotes de plomo parece ser que procedía de la Fundición de San Andrés, propiedad de la familia Heredia de Málaga.

La prensa de la época dedicó gran atención a los funerales celebrados en Málaga y a destacar los nombres de algunos de los pasajeros salvados como Trinidad Grund, su cuñada María Heredia, hija de Manuel Agustín Heredia y un hijo de Martín HerediaA los diez días del naufragio se puso a la venta una litografía conmemorativa reproduciendo el momento de la colisión.

Los restos hundidos del Ribera del Miño constituyen en la actualidad una zona de buceo, más conocida como el ‘El pecio de San Andrés’ por el nombre grabado en el lastre de plomo del barco.

Canal Sur Televisión realizó en 2016 un reportaje sobre la catástrofe y su repercusión en Málaga.



jueves, 10 de diciembre de 2020

La Batalla naval de Málaga de 1704

 

La que en realidad se denomina batalla naval de Vélez-Málaga tuvol ugar durante la Guerra de Sucesión a la corona española, días después de la perdida de Gibraltar. En el litoral malagueño, el 24 de agosto de 1704, frente a Vélez Málaga, se enfrentaron la escuadra franco-española y la anglo-holandesa. El resultado fue incierto, aunque hubo muchas bajas en ambas escuadras.

Pintura de la batalla expuesta en el
Nacional Maritime Museum de Londres.


La batalla de Vélez-Málaga fue el mayor combate naval de la guerra de Sucesión española y se libró el día 24 de agosto de 1704, entre la flota anglo-holandesa del almirante George Rooke y la hispano-francesa del conde de Toulouse y el almirante d'Estrées. Acabó con victoria táctica hispano-francesa, pero con victoria aliada desde un punto de vista estratégico, pues los británicos mantuvieron el dominio de Gibraltar, objetivo de la flota enemiga.


Tras la toma de Gibraltar por una flota anglo-holandesa al mando del almirante George Rooke, éste recibió noticias de que una flota franco-española se aproximaba. La escuadra francesa había partido desde Toulon, y tras reunirse con efectivos españoles en Málaga, comandados por el conde de Fuencalada, se dirigían a su encuentro.


La escuadra franco-española se componía de 51 navíos de línea, 6 fragatas, 8 brulotes, embarcación vieja cargada con materias inflamables y explosivos que se utilizaba para incendiar grandes barcos enemigos abordándolos por sorpresa, y 12 galeras, con un total de 3.577 cañones y mas de 24.200 hombres mientras que la anglo-holandesa de Rooke la formaban 53 navíos de línea, 6 fragatas, un conglomerado de pataches, embarcaciones a vela, y brulotes, con 3.614 cañones y aproximadamente 22.000 hombres, pues había dejado la mitad de su infantería de marina en la recién conquistada plaza de Gibraltar.


El combate fue durísimo, y ninguno de los bandos consiguió hundir ni rendir ningún barco, a pesar de que uno de los escuadrones anglo-holandeses abandonó la batalla por falta de munición,que había gastado en la toma de Gibraltar. Sin embargo, el precio en vidas fue de mas de 3.000 franco-españoles por 2.700 anglo-holandeses.



Ambos bandos quisieron atribuirse la victoria: Los franceses volvieron a su base de Toulon atribuyéndose una gran victoria, pero se considera que fue una victoria táctica franco-española y una victoria anglo-holandesa desde un punto de vista estratégico, puesto que la flota franco-española no volvió a presentar ninguna batalla naval de importancia durante el resto de la guerra.

martes, 26 de noviembre de 2019

¡Gibraltar español!

El 22 de enero de 1954 se celebra una manifestación de estudiantes malagueños al grito de "Gibraltar español", con ocasión de la visita que la reina de Inglaterra realiza al Peñón.

La Verja cerrada, en 1977, vista desde el lado británico.
En 1953 el gobierno español había reclamado la devolución del Peñón en virtud de supuestos acuerdos hispano-británicos alcanzados previamente, sin obtener respuesta por parte del gobierno de Londres.

​ Tras esto, en 1954, coincidiendo con la visita de la reina Isabel II del Reino Unido a Gibraltar, España empezó a tomar las primeras medias de protesta. El consulado español en Gibraltar fue clausurado y el paso de españoles, trabajadores o turistas, a Gibraltar fue prohibido por las autoridades españolas durante los días en las que la reina británica permaneció en la colonia.

Tras la aprobación por parte de la Asamblea General de la ONU de dos resoluciones sobre el tema, se realizó la primera propuesta formal de devolución, llevada a cabo el 16 de mayo de 1966 por el ministro de Asuntos Exteriores Fernando María Castiella, en nombre del Gobierno de España.
 En ella se solicitaba la anulación del Tratado de Utrecht. El Gobierno británico rechazó contundentemente esta propuesta. Una consulta censitaria fue convocada en Gibraltar el 10 de septiembre de 1967, denominada "referéndum de soberanía". La consulta, que no reunió las garantías democráticas más básicas, arrojó más del 99 por ciento de votos en contra de la devolución del Peñón a España.

 El Reino Unido ratificó una nueva legislación principal para el territorio en 1969, dando paso a la creación del llamado "Gobierno de Gibraltar".