La Repompa de Málaga era el sobrenombre artístico de Enriqueta de la Santísima Trinidad de los Reyes Porras nacida en Málaga el 15 de agosto de 1937, que fue una cantaora gitana que vio la luz en la calle de La Puente del barrio de El Perchel y que murió muy joven en su localidad natal, con tan solo 21 años, en 1959.
La Repompa de Málaga. |
Se inició en el cante siendo una niña, cuando se escapaba de casa para cantar por los bares de Málaga para intentar ganar algo de dinero. Discípula directa de La Pirula, la escuchó cantar el guitarrista Niño de Almería y la llevó a formar parte del grupo Los Vargas, en el que estaban La Quica, La Cañeta y Pepito Vargas.
Su fama como cantaora comenzó a crecer cuando comenzó a trabajar en el desaparecido tablao malagueño El Refugio, situado en calle Marquesa de Moya. A los dos meses de iniciar sus actuaciones en la sala de fiestas El Pimpi, recibió un telegrama de Pastora Imperio, solicitándole que se trasladase a Madrid, donde tenía contrato para todo el invierno, y otro para el siguiente verano en San Sebastián.
En 1959, quisieron llevar a La Repompa a El Pardo para actuar ante el general Franco, pero al encontrarse algo enferma no pudo asistir. Se trasladó a Málaga y a los ocho días de estar en cama empeoró notablemente. El 2 de mayo se agudizó la enfermedad y el 6 de mayo falleció, a causa de una fulminante peritonitis.
La Repompa tuvo algo parecido a un funeral de Estado, porque el cortejo fúnebre salió de El Perchel, atravesó la Alameda, recorrió toda calle Larios y mecieron el ataúd en la puerta de El Pimpi. Subió por la calle de la Victoria para ser enterrada en el cementerio de San Miguel.
En 2007, los aficionados flamencos Paco Fernández y Paco Roji recuperaron a esta figura del cante jondo cuando se cumplía el setenta aniversario de su nacimiento, con el documental La Repompa 70, enmarcado en el ciclo Son de Málaga de la Bienal Málaga en Flamenco, y organizado por la Diputación.
La producción se estrenó el 30 de agosto en el Castillo de Gibralfaro, junto con un espectáculo de la familia de la cantaora. El documental, que dura unos veinte minutos, repasa con numerosas imágenes desconocidas y las opiniones y recuerdos de familiares, amigos y artistas, como La Cañeta, Pepito Vargas, Antonio Martín Perea y Carrete, la corta e intensa vida artística de La Repompa.
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