Idrís
II ben Alí nacido en
lugar desconocido en el año 1030 y fallecido en
Málaga
el
3 de abril de 1055, fue un
bereber
de la dinastía hammudí y el sexto rey de la Taifa
de Málaga en ocupar
el califato. En realidad ocupó el trono en dos ocasiones que
tuvieron lugar en una de las épocas más confusas de la historia de
Al-Andalus, en la que llegó a darse la existencia de cuatro
presuntos califas y en la que la legitimidad venía dada por las
alianzas y por el reconocimiento por parte de unos y otros reyes de
taifas.
 |
| La Alcazaba de Málaga. |
Hijo de Alí ben
Hamud al-Násir, califa de Córdoba y de Fátima,
hija del también califa al-Qásim al-Mamún, Idrís
era hermano de Hasan al-Mustánsir que con anterioridad había
ocupado también el trono de la taifa malagueña. Hasta que su
hermano al-Hasan fue nombrado rey, en 1040, mientras Idrís
permaneció en Ceuta bajo la tutela del eslavo Nachá.
Viajó a Málaga y allí fue encarcelado por orden de su
hermano, que no se fiaba de él, aunque lo nombró heredero.
Al-Hasan murió envenenado a finales de 1042, pero Idrís
fue retenido en prisión por Nachá que en connivencia
con Ibn Baqanna, un beréber que había desempeñado cargos de
gobierno durante los anteriores seis reinados, pretendía adueñarse
del poder y terminar con la dinastía hammudí. Fracasada la
intentona y tras liberar a Idrís, lo proclamaron califa el 21
de enero de 1043 con el reconocimiento de los jefes bereberes de la
ciudad y de los reyes taifas de Granada y Carmona.
En febrero de 1046
se produjo una rebelión contra Idrís que comenzó en la
fortaleza de Ayrus, donde se encontraban presos dos de sus
primos, Muhámmad y al-Hasan, quienes apoyaron la
proclamación como nuevo califa de Muhámmad. Idrís se
encontraba de cacería sin tener conocimiento de lo que estaba
sucediendo, pero en cuanto atravesó los muros de la ciudad sus
habitantes le cerraron las puertas y aclamaron a Muhámmad
como califa.
Idris se
refugió en la inexpugnable fortaleza de Bobastro (junto a
Ardales), donde acudieron también sus sirvientes y
familiares. Desde allí solicitó la ayuda de Badis ibn Habbus de
Granada para recuperar el trono malagueño, pero el fracaso de
las fuerzas coaligadas y su imposibilidad de tomar la ciudad le
hicieron desistir de su propósito y marchó con sus familiares a
Ceuta, donde se acogió a la protección de Sawayyat,
que gobernaba la plaza en su nombre. Tanto en Bobastro como en
Ceuta Idris trató de mantener sus derechos y continuó
titulándose califa.
Durante los seis
años siguientes la situación en Al-Andalus fue
caótica por la presencia de cuatro hombres que llevaban el título
califal, en Málaga, Sevilla, Algeciras y Ceuta.
Tras la muerte de Muhammad en Málaga le sucedió su
hijo Idris, que se volvió loco y terminó siendo asesinado en
Ceuta por orden de Sawayyat. Entretanto Idrís
II se había establecido en Ronda, acogido
por su rey, Hilal, que era feudatario suyo y allí permaneció
hasta que conoció la noticia de la muerte de Idris, el
sucesor de Muhammad. Entonces viajó a Málaga donde
fue favorablemente acogido y donde reinó por segunda vez durante dos
años hasta su muerte, ocurrida por causas naturales tras haber
nombrado heredero a su hijo Muhammad.
Los arabistas
retratan a Idrís II ben Alí como un hombre bondadoso y
caritativo. Aunque por otro lado, otros investigadores resaltan su
gran debilidad de carácter como responsable de la cesión de varias
fortalezas, e incluso, la entrega de su hombre de confianza, el visir
Mūsā b. Affān, al emir BādĪs b. Ḥabbūs de
Granada quien lo reclamaba para darle muerte. Idris II
destacó por sus conocimientos y dotes poéticas, así como por
su labor de mecenazgo para literatos y poetas.
Fuente
bibliográfica: Idris (II).
Almudena Ariza Armada. Real Academia de la Historia y Ruiza,
M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Idris II
ibn Yahya ibn Alí. En Biografías y Vidas.