Mastodon Málaga y sus historias: Felipe IV
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jueves, 14 de septiembre de 2023

La visita a Málaga de Felipe IV

 

El 31 de marzo de 1624, Felipe IV llegaba a la ciudad de Málaga con motivo del viaje que desde febrero realizaba por buena parte de Andalucía. Las autoridades malagueñas habían dispuesto «fuegos, luminarias y artillería», y todo un rosario de antorchas desde la entrada del monarca, portadas por caballeros y nobles, hasta la Alcazaba donde iba a aposentarse.


Recreación de la Plaza de las Cuatro Calles.


Al siguiente día de los dos que el rey permaneció en Málaga y, tras las ceremonias en la Catedral, se desplazaron al Ayuntamiento, situado en la denominada Plaza de las Cuatro Calles, hoy de la Constitución.

Felipe IV reconoció también en aquella visita las obras del muelle que avanzaban con serias dificultades según el proyecto del ingeniero Fabio Bursoto. «Se estuvo allí Su Magestad, también cuidando de lo necesario para su muelle y reparos. Escaramuçaron a vista suya cuatro bajeles», señalaban las crónicas de la época. Un proyecto iniciado en el mes de enero de 1588 y que ha sido estudiado por la historiadora Rodríguez Alemán.

El 2 de abril de 1624, el real séquito marchó hacia Granada haciendo un alto en Archidona, donde pasaron la noche. A partir del 18 de ese mismo mes, la comitiva emprendía el regreso a la Villa y Corte.

Según la documentación sobre el evento, en el cabildo del 4 de mayo: «La Ciudad acordó se tome cuentas de todo lo gastado en las prevenciones de reparos de calles, puertas, murallas, caminos y otras cosas y gastos que se siguieron por esta Ciudad a la venida de S.M.».

Málaga no volvió a ser objeto de la entrada de un rey hasta mucho después. Cuando lo hicieron en el siglo XIX, Isabel II y Alfonso XII.

viernes, 29 de octubre de 2021

El fraile que se negó a ser rey

 

Alonso Enríquez de Guzmán y de Orozco , nacido en Vélez-Málaga, el 9 de junio de 1631, más conocido como fray Alonso de Santo Tomás, fue un prelado y noble del siglo XVII, que ostentó los obispados de Osma, Plasencia y Málaga. Disfrutó de los títulos nobiliarios de conde de Castronuevo y marqués de Quintana.


Convento de Santo Domingo.


Oficialmente era hijo legítimo y natural de José Enríquez de Guzmán y de Porres, gentilhombre de cámara del rey y de Constanza de Ribera y Orozco, dama de honor de la reina Isabel de Borbón. La realidad era otra, el niño era fruto de los amores del rey Felipe IV con la citada dama. Su padre legal se vio obligado a casarse con Constanza a toda prisa, por lo que fue recompensado por el monarca.


Alonso quedó huérfano de padre a los tres años, siendo criado por sus abuelos paternos en Madrid hasta la muerte de estos. Entonces pasó a la tutela de su tío paterno, Antonio Enríquez de Guzmán y de Porres, obispo de Málaga y después virrey de Aragón, que cuidó de su educación.


En 1646 falleció Baltasar Carlos, príncipe de Asturias. Desolado, el monarca hizo intentos por legitimar a Alonso y recibirlo en la Corte. El joven se negó y decidió ingresar en la Orden de Santo Domingo, donde profesó sus votos el 29 de abril de 1648. Ingresó en el Real Convento de Santo Domingo de Guzmán de Málaga y tomó el nombre de fray Alonso de Santo Tomás.


El joven dominico completó sus estudios en Alcalá la Real (Jaén), Salamanca, Granada y Sevilla. Volvió al convento en 1656 como regente prior y en 1658 obtuvo el cargo de provincial de la orden en Andalucía. En 1661, el rey lo nombra obispo de Osma, en 1663 de Plasencia y finalmente, es nombrado obispo de Málaga, entrando como tal en la ciudad el 24 de diciembre de 1664. En 1669 mandó construir el retiro de Santo Tomás del Monte en la zona de Churriana para su reposo y el de otros personajes notables.


Fray Alonso realizó una gran labor asistencial, también tras el posterior terremoto que asoló la ciudad, el 9 de octubre de 1680. Destacó como teólogo, filósofo y orador. Publicó varios ensayos, entre ellos Catholica Querimonia, editado en Málaga y Madrid en 1686. Fue protector de las artes, ya que ayudó a artistas como el escultor Pedro de Mena, que realizó diversos trabajos en la catedral, o Alonso Cano, con quien mantuvo una relación personal. Su Virgen del Rosario fue un encargo de fray Alonso, así como diversos retratos del obispo.


Falleció en 1692, siendo enterrado en el Convento de Santo Domingo. Tiene una calle dedicada en Málaga, en la zona de Monte Dorado.

lunes, 26 de abril de 2021

El obispo malagueño hijo de rey

 

Alonso Enríquez de Guzmán y de Orozco nació el 9 de junio de 1631 en Vélez-Málaga y falleció el 30 de julio de 1692 en Málaga, conocido como fray Alonso de Santo Tomás, fue un prelado y noble español del siglo XVII, que ostentó los obispados de Osma, Plasencia y Málaga. Poseyó los títulos nobiliarios de conde de Castronuevo y marqués de Quintana.


Fray Alonso de Santo Tomás.


Oficialmente era hijo legítimo y natural de José Enríquez de Guzmán y de Porres, gentilhombre de cámara del rey y de Constanza de Ribera y Orozco, dama de honor de la reina Isabel de Borbón. La realidad era que el niño era fruto de la relación del rey Felipe IV con Constanza. Su padre legal se vio obligado a casarse con Constanza de Ribera por lo que fue recompensado por el monarca.


Alonso quedó huérfano de padre a los tres años y fue criado por sus abuelos paternos en Madrid hasta la muerte de estos. Entonces pasó a la tutela de su tío paterno, Antonio Enríquez de Guzmán y de Porres, obispo de Málaga y después virrey de Aragón, que cuidó de su educación.


En 1646 falleció Baltasar Carlos, príncipe de Asturias. Desolado, el monarca hizo intentos por legitimar a Alonso y recibirlo en la corte. El joven se negó y por el contrario, decidió tomar los hábitos de la Orden de Santo Domingo. Ingresó en el Real Convento de Santo Domingo de Guzmán de Málaga, profesó sus votos el 29 de abril de 1648 y tomó el nombre de fray Alonso de Santo Tomás.


El joven dominico completó sus estudios en Alcalá la Real, Salamanca, Granada y Sevilla. Volvió al convento en 1656 como prior y en 1658 obtuvo el cargo de provincial de la orden en Andalucía. En 1661, el rey lo nombra obispo de Osma, en 1663 de Plasencia y finalmente, es nombrado obispo de Málaga, entrando como tal en la ciudad el 24 de diciembre de 1664. En 1669 mandó construir El Retiro de Santo Tomás del Monte en la zona de Churriana para su reposo y el de otros personajes notables.


Durante su obispado tuvo lugar la celebración del Sínodo Diocesano los días del 21 al 27 de noviembre de 1671. En 1677 socorrió a la ciudad de Orán (Argelia), víctima de la peste, que llegó a la propia Málaga en 1679. Fray Alonso realizó una gran labor asistencial, también en el posterior terremoto que asoló la ciudad, el 9 de octubre de 1680.


Destacó como teólogo, filósofo y orador. Publicó varios ensayos, entre ellos Catholica Querimonia, editado en Málaga y Madrid en 1686. Fue protector de las artes, ya que protegió a artistas como el escultor Pedro de Mena, que realizó diversos trabajos en la catedral, o Alonso Cano, con quien mantuvo una relación personal.


Falleció el 30 de julio de 1692 y fue enterrado en el Convento de Santo Domingo. Tiene una calle dedicada en Málaga, en la zona de Monte Dorado.