Lorenzo
Armengual de la Mota nació el 24 de octubre de 1663, en
el barrio de
El Perchel de Málaga, en el seno de una familia
de hijosdalgos, cuyos orígenes se situaban
en la villa de Antequera. Su padre José de Armengual
tuvo por oficio
el de armador de barcos y ejerció en Antequera el cargo de
alcalde ordinario al igual que sus ascendientes paternos. Su madre,
Teresa Álvarez del Pino, natural de Antequera, era
hija de un rico comerciante apodado el genovés.
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Armengual de la Mota. |
Siendo
muy niño, un encuentro casual entre su padre y el magistral de la
Catedral de Málaga, Antonio Ibáñez de la Riva en el
convento de Santo Domingo, dio origen a una fuerte amistad entre la
familia y el canónigo. Aquella situación posiblemente, permitió
que el magistral, a tenor de las inquietudes religiosas del pequeño
Lorenzo, propusiera a sus padres, tomar su educación bajo su
protección personal y la del obispo de la diócesis de Málaga fray
Alonso de Santo Tomás. Tras finalizar sus primeros estudios
como clérigo de menores, pasó al servicio directo del canónigo
Ibáñez.
Cuando
Antonio Ibáñez de la Riva fue propuesto para el obispado de
Ceuta en 1685, se llevó consigo al joven Lorenzo y
posteriormente lo ordenó diácono. Dos años más tarde, Ibáñez
fue designado arzobispo de Zaragoza, y su protegido fue
nombrado secretario de cámara y gobierno, ordenándole acto seguido
presbítero.
Lorenzo
Armengual, a lo largo de ese periodo, ocupó otros puestos
conocidos, como el de abad de San Mamed, en Galicia en
1687. Canónigo de la Santa Metropolitana y Apostólica Iglesia de
Santiago y visitador. Vicario general del arzobispado de
Zaragoza, archidiócesis que recorrió anteriormente como
secretario, en compañía del prelado Antonio Ibáñez.
En
1690 solicitó la vacante existente de capellán de honor del rey
Carlos II, puesto que le fue concedido el 27 de mayo de 1691.
Unos años después, 1694, Lorenzo recibió de la Universidad de
Zaragoza el grado de doctor en Cánones y dada su calidad
como doctor en derecho, obtuvo la de Notario del Santo Oficio de
Sevilla y comisario del mismo tribunal en el de Aragón.
Tres
años después, 1697, ayudó a su protector Antonio Ibáñez
en la redacción y elaboración de las Constituciones Sinodales
celebradas en la metropolitana de Zaragoza. Incluso ayudó a
la fundación del Montepío de esa ciudad. En 1700, fue
consagrado con el título de obispo de la provincia francesa de
Gironda. Su mentor, Antonio Ibáñez, dada su capacidad
de trabajo y conocimiento lo promovió para que ocupara la plaza como
auxiliar en el obispado de Zaragoza desde el 3 de junio de
1701 hasta el 5 de mayo de 1715. Estos empleos eclesiásticos los
compatibilizó con los de alto funcionario. Por mandato expreso del
rey Felipe V, se retribuían todos sus honorarios incluso
cuando cesaba en algunos de ellos.
A
lo largo del periodo que va desde 1701 a 1705, llevó a cabo una
intensa labor religiosa
y administrativa dentro del arzobispado de Zaragoza. Conocedor
el nuevo monarca
Felipe V, del trabajo que llevaba, le convocó a mediados de
ese último
año a la corte para que pasara a desempeñar el cargo del presidente
del Real Consejo
de Hacienda y su gobernador. Más tarde, ocupó el de consejero
del Supremo de Castilla y director general de su Real
Hacienda.
Durante
su etapa como gobernador de la Hacienda Pública, a instancia
suya y del marqués de Campoflorido, se llevó a cabo un
Censo general de España. Lorenzo Armengual instó,
mediante una circular a todos los superintendentes, “a que a la
mayor brevedad confeccionaran un censo con los vecinos de todos los
pueblos de España”. A lo largo de aquellos días Lorenzo
Armengual sometió a un fuerte control, a la administración de
las finanzas de Aragón y Valencia.
Satisfecho el rey
con la labor que ejerció, le nombró director general de Víveres
en 1710. Cuatro años después, 30 de noviembre de 1714, se creó la
Secretaría de Hacienda con la nueva denominación de Intendencia
del Despacho Universal, compuesta de cuatro altos funcionarios
que ejercieron labores de secretarios. Cargos que desempeñaron en
presencia del soberano.
Una
de aquellas secretarías la dirigió Armengual. Un año
más tarde, decisiones políticas del más alto nivel, motivadas por
las intrigas palaciegas del abate Alberoni, protegido de la
reina Isabel de Farnesio, llevó al rey a prescindir de un
grupo de colaboradores, entre los que se encontraba Lorenzo.
Este marchó a su casa palacio de Madrid, a la espera de
acontecimientos. Mientras tanto, el rey Felipe muy gratamente
satisfecho de la labor de su antiguo gobernador de la Hacienda,
decidió presentarlo para que ocupara la mitra de la diócesis de
Cádiz, vacante por la muerte de su titular fray Alonso de
Talavera.
El
día 6 de mayo de 1715, fue ordenado obispo de la ciudad gaditana.
Pero no contento el monarca le concedió el título de marqués de
Campo Alegre. Título que dejó a su hermana Jacinta,
casada con Alonso Verdugo y Jiménez, familiar del Santo
Oficio y caballero de Santiago. El obispo de Cádiz
Lorenzo Armengual de la Mota, falleció en dicha ciudad a la edad
de 67 años el 15 de mayo de 1730.