Mastodon Málaga y sus historias: aceite
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lunes, 27 de octubre de 2025

El molino de aceite de Alpandeire

 

El Molino de Ríos de Alpandeire es un antiguo molino de aceite del siglo XVII. Se encuentra en un estado de conservación excepcional, y funciona como un centro cultural y centro de información turística. El molino, que se movía con la tracción animal, conserva la mayoría de sus elementos originales, como la rueda de piedra para moler la aceituna y una prensa para extraer el aceite. Se estima que tiene entre 200 y 300 años de antigüedad y es uno de los molinos más antiguos y mejor conservados de España.


Molino de Alpandeire.


En realidad se denomina como «Molino de Ríos» y está situado en el patio trasero de una casa solariega de la localidad. Su buen estado de conservación es debida a la colaboración de particulares y entidades locales. Las vigas de la estructura del tejado son de castaño y quejigo, de la Serranía de Ronda.

La masa de aceituna se trasladaba a capachos para ser prensada, lo que resultaba el aceite que se almacenaba en depósitos subterráneos. Como se ha señalado, a excepción del tejado, que ha sido reformado, el molino mantiene su configuración original.

Se ha convertido en un centro cultural y punto de información turística. En su interior se realizan exposiciones y es posible observar todo el funcionamiento original del molino.

martes, 4 de febrero de 2025

La Olivarera Peninsular

 

En Málaga en torno a 1917 se inicia la creación de ocho industrias refinadoras de aceite, fundadas o participadas por capital italiano, que controlaban prácticamente el sector de los aceites refinados, destacando entre ellas la Aceitera del Mediterráneo, La Minerva, Maestroni, Establecimientos Moro y la Olivarera Peninsular.


Producto de la Olivarera Peninsular.


En cuanto a la Olivarera Peninsular señalar que se encontraba situada en la barriada obrero-industrial de "La Isla", concretamente en la calle Velasco, junto a otras compañías como Óxidos Rojos la fundición Cayetano Ramírez y Pedrosa, Fábrica de Hielo, Fábrica de Vidrio de Julián Serrano Ruiz o harinera Briales Hijos.

La Peninsular contaba con una chimenea de 18 metros de altura obra de Van Dulken, construida en 1921, su gran producción permitía la exportación de su producto a través del Puerto de Málaga. La Olivarera Peninsular operó en Málaga hasta 1998, año en el que trasladó su domicilio social a Sevilla. Anteriormente, la empresa tenía su sede social en la calle Salvago, 3,

En diciembre de 2003 se permitió por parte de la Gerencia de Urbanismo el derribo de la chimenea de la Olivarera Peninsular, que tenía valor artístico por su decoración modernista con azulejos. La chimenea se derribó durante una noche y cuando los vecinos se acercaron al lugar de la misma, se encontraron que tan solo quedaba ya un montón de escombros.

Era una de las 12 chimeneas que figuraba en el Catálogo del Ayuntamiento y de las que se había recomendado su conservación y restauración. El Ayuntamiento se había comprometido a realizar todas las modificaciones necesarias en el momento de la aprobación del Plan RENFE, para que se pudiese conservar la chimenea.

Este mismo Plan RENFE se llevó también por delante uno de los edificios industriales más interesantes que quedaban en la ciudad en aquellos momentos, la fábrica harinera de los Hermanos Briales. De este derribo no figuró siquiera una pequeña nota en ningún periódico de la ciudad.


Fuente documental: El patrimonio industrial como nuevo recurso para la ciudad. Varios autores. Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía

viernes, 26 de abril de 2024

La edad de oro del olivar

 

En Málaga por producción, precios y comercio, las primeras décadas del siglo XX se convirtieron en la edad de oro del olivar en la provincia. Tras la Primera Guerra Mundial la la política comercial postbélica facilitó nuevamente la entrada en el mercado de aceites de semillas de gran calidad, en contrapartida se produce una expansión de la superficie aunque no supuso un cambio de tendencia para el mercado del aceite.


Olivares malagueños.


Las refinerías industriales experimentaron un fuerte desarrollo y son fundamentales para adaptar al consumo humano aceites de elevada acidez. En Málaga en torno a 1917 se inicia la creación de ocho industrias refinadoras de aceite, fundadas o participadas por capital italiano, que controlaban prácticamente el sector de los aceites refinados, destacando entre ellas la Aceitera del Mediterráneo, La MinervaMaestroni, Establecimientos Moro y la Olivarera Peninsular.

La producción industrial de capital malagueño quedó reservada a la extracción de aceite de orujo entre las que cabe destacar la sociedad aceitera Hijos de Agustín Blázquez de Antequera, El Porvenir de Guaro S.A., Hijos de Tomas García Pérez de Álora y así hasta un total de 188 fábricas y molinos aceiteros


Fuente documental: Organización del sector olivarero malagueño. Encarnación Fontao Rey.

jueves, 16 de noviembre de 2023

La dieta de los malagueños en el siglo XVIII

 

La dieta de la clase alta malagueña durante el siglo XVIII estaba basada principalmente en la carne, mientras que la dieta de las clases populares tenía un claro componente vegetal. Las verduras y las legumbres se consideraban el alimento básico para los campesinos y personas pobres.


Mercado en el Pasillo de Santa Isabel (1908). Archivo UMA.


El alimento más deseado por su valor nutricional era la carne, se pensaba que además de sustentar daba fuerza y vitalidad. Era considerado el alimento de los ricos, nobles y poderosos, su consumo era signo de riqueza por lo que pocos ciudadanos podían acceder a dicho producto en gran cantidad, en la comida y en la cena. En las clases pudientes era normal comer una ración de carne diaria.

El pueblo llano solo comía carne esporádicamente, en escasa cuantía y de baja calidad. La carne que más se consumía era la de carnero. La carne más apreciada era la carne de corral o de caza, considerada más tierna y sabrosa y estaba reservada para las mesas de las clases más adineradas. Se solía comer en los días de fiesta y darla a las personas enfermas.

Por otra parte, el aceite en el siglo XVIII era muy apreciado, estaba reservado para los días de abstinencia, en el que no se podía consumir el tocino. También se utilizaba el aceite en la elaboración del pescado.

En Andalucía y sobre todo en la Costa del Sol, por ser zona mediterránea y del cultivo del olivo se usaba más este oro líquido. Aunque las grasas más frecuentes en todas las cocinas eran la grasa de cerdo, el tocino y la manteca. Eran utilizadas para freír, asar o guisar los alimentos.

El consumo de pescado en Málaga era muy elevado, ya desde la época fenicia el pescado malagueño y sus salazones tuvieron fama en el Imperio romano. Málaga por tener uno de los mejores puertos de España y poseer unos importantes bancos pesqueros, siempre tuvo excedente de este producto, siendo muy apreciado su pescado en otras ciudades españolas y extranjeras. Incluso hay un barrio en Málaga, el Perchel, donde en esta centuria se secaba el pescado en perchas de ahí el nombre del barrio y en la época de cuaresma era el alimento base de todos los feligreses. El bacalao era un alimento indispensable en esta época y lo traían los comerciantes del norte de Europa, Norteamérica y Groenlandia. Otros alimentos para los días de abstinencia eran los huevos, el queso y también se consumían cereales y hortalizas.


Fuente documental: Sociología de la vivienda publica y privada malagueña en el siglo XVIII. Juan Fernando López Fernández. Universidad de Málaga