Mastodon Málaga y sus historias: café
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viernes, 3 de octubre de 2025

El Café Suizo

 

A mediados del siglo XIX existía ya en la Cortina del Muelle el Café Suizo, llamado así por su propietario, el suizo Antonio Crovetto o Corveto. Al poco tiempo se trasladó a la calle Compañía y se convirtió en un legendario café cantante en el que actuó la flor y nata del cante y del baile flamenco, como el Niño de Lucena, que era capaz de tocar la guitarra con las manos enguantadas, para así demostrar el absoluto dominio que tenía de este instrumento.


Café Suizo.


El Café Suizo se trasladó hacia 1930 a la Plaza de la Constitución, esquina con la calle Santa María. En ese mismo local ya existía en 1900 el café-diván del Príncipe, en el que se servía un café superior, según señalaba la publicidad de la época. También fue uno de los primeros establecimientos hosteleros malagueños en servir cerveza a sus clientes.

La clientela que acudía era bastante variada,campesinos, tratantes de aceites, comerciantes y sobre todo carniceros. Fue algo así como el lugar para todos los malagueños. Esa misma esquina la ocuparon sucesivamente la mercería de Sebastián Marmolejo y la sastrería El Raglán, que desapareció en un incendio en 1925. Parece que se instaló en su lugar una freiduría llamada El Faro, de vida corta que, según un anuncio de 1925, tenía «comedores con vistas a la Plaza de la Constitución».

Debido quizá a su estratégica ubicación, el café Suizo abría toda la noche y nunca cerraba. Se dice incluso que ni tan siquiera tenía puertas. No las necesitaba. Tras la guerra civil fue cuando el Café Central apareció, compraría poco a poco los tres cafés que estaban pegados en la «Plaza de José Antonio Primo de Rivera» (actual Plaza de la Constitución), hasta unirlos finalmente en 1954.

martes, 23 de julio de 2019

La Cosmopolita

Cosmopolita-Bar abre sus puertas el día 9 de abril de 1949. Su propietario, Fernando Mejías León, encargó al arquitecto Juan Jáuregui Briales el proyecto de este local, el mismo que en los años 50 levantó el edificio de La Equitativa y que desde entonces iba  a estar muy ligado a la historia de la ciudad.  Su construcción y decoración fueron confiadas a Talleres J. Campos. Un rincón tradicional de famosos, amantes del café y tertulianos.

Fachada de La Cosmopolita (2008).
En la crónica de la inauguración se destacan las persianas de madera, la iluminación de neón blanco y rosa, y la magnífica cafetera de la casa Oyarzun, como elementos más notables de este moderno bar. Las maderas que recubrían las paredes del café fueron traídas de América, mientras que el suelo era de mármol de una sola pieza.

En julio de 2008, el hijo del fundador, también llamado Fernando Mejías, anunciaba, con motivo de su jubilación, el cierre del emblemático establecimiento. Un cierre que se produce entre el pesar de sus clientes habituales, con muchos años de presencia en el establecimiento e incluso del limpiabotas que de forma continuada también asistía a los clientes.

Salvador Vargas, así se llamaba el limpiabotas, contaba a la hora del cierre que había limpiado zapatos a artistas como Lola Flores y Manolo Caracol.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Cierre de La Loba

El Café de La Loba, situado en los bajos de la fachada norte de la Plaza actualmente llamada de la Constitución, había llegado a estar considerado el mejor de Málaga y uno de los más importantes de Andalucía.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX.
Al fondo tenía un emparrado para el servicio de nevería durante el verano, y el espacioso salón contaba con un tablado en el que se exhibían cante y baile flamenco, piezas de teatro y zarzuela, y asimismo se empleaba para la celebración de actos públicos y reuniones.

 Adornado elegantemente, llamaban la atención sus sillas de caoba labrada, al igual que la barra. Los divanes estaban bien tapizados y había espejos de calidad. Todo ello lo convertía en un sitio muy acogedor.

Al café, cuyas puertas se cierran definitivamente el 1 de abril del año 1902, se accedía bajo amplios toldos sostenidos por unas elegantes columnas de hierro con candelabros que, con ocasión de los temporales de levante, eran abatidos por el viento provocando accidentes. Antes de la instalación de la Fuente de las Tres Gracias, los propietarios del café usaban la plaza para espectáculos de música o de fuegos artificiales.