Mastodon Málaga y sus historias: chocolate
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martes, 5 de diciembre de 2023

La fábrica de chocolates

 

Fernando López González, nacido en La Rioja en 1829, como un nutrido grupo de comerciantes e industriales de la comarca de Cameros, se trasladó a Málaga para probar fortuna. Después de aprender el oficio en distintos establecimientos de la capital, en 1857 decidió `poner en marcha una fábrica de chocolates para lo que se asoció con sus hermanos, creando la sociedad López Hermanos, propietaria de la fábrica La Riojana.


Fachada de La Riojana.


La Riojana se construyó en la calle Mármoles, esquina a Peso de la Harina, frente a la actual avenida de Barcelona. En sus inicios La Riojana empleaba a 25 operarios y era capaz de fabricar, gracias a una máquina a vapor, 2.000 libras diarias de chocolate (unos 900 kilos) de tres tipos, superfino, superfino con soconusco y de vainilla.

Los primeros éxitos no tardaron en llegar y La Riojana consiguió en 1862 la medalla de primera clase en la Exposición Provincial, que visitó la reina Isabel II.

Posteriormente, en 1863 La Riojana compró una casa en la calle San Juan, a la que la familia se trasladó a vivir y cuyo local se dedicó también a despacho, almacén y depósito de los productos de la fábrica.

La Riojana abrió incluso sucursales en Sevilla, Cádiz y Madrid. Al frente de la sucursal madrileña estuvo el propio Fernando López. Allí, en la capital de España, le sorprendió la muerte un 22 de noviembre de 1871, a los 42 años de edad. En apenas quince años había fundado una importante fábrica y había abierto cuatro tiendas. Desde 1888 La Riojana se dedicó también a la fabricación de galletas y bizcochos.

martes, 14 de febrero de 2023

El chocolate Santa María

 

La fabrica malagueña de chocolate Santa María, con mas de 100 años de vida, inició sus actividades cuando un granadino de la localidad de Deifontes llegó a Málaga. Se trataba de Antonio Morales que en el año 1891 montó un boliche de chocolate en la zona de Atarazanas, próximo al mercado central de abastos.


Chocolate Santa María.


En sus instalaciones todo era muy artesanal, poseía un tostadero de café y una tienda para vender al publico. Le puso de nombre Santa María de la Alhambra y en su etiqueta, como hasta ahora, una embarcación como las que llevo a Cristobal Colón hacia Iberoamérica.

La empresa empezaba a funcionar y los avances mecánicos y industriales, llevaron a los dueños a cambiar de emplazamiento, trasladándose a calle Luchana. El negocio fue creciendo en trabajadores y en la diversificación de sus productos, llegando a ser considerada como la mas importante en su sector. También pusieron mucho cuidado en el dieño de sus productos y especialmente de los envoltorios, que se encargaban a distintas fábricas de la ciudad.

En la actualidad ofrecen un exquisito cacao en polvo azucarado que según la dosificación se puede tomar instantáneo o a la taza. También tienen tabletas artesanas de chocolate que recuerdan a las meriendas de la niñez, fabricadas sin leche,ni gluten, ni cereales, tampoco huevo, destinadas dietas especiales.

La factoría se encuentra ahora en uno de los polígones industriales que circundan la capital malagueña.