El día 19 de mayo de 1966 el presidente de Nicaragua, René Schick Gutiérrez, recibe el nombramiento de alcalde honorario de Málaga de manos del entonces regidor del Ayuntamiento Francisco García Grana. Esta designación del presidente de la República de Nicaragua, fue seguida de una ofrenda floral en la glorieta de Rubén Darío.
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| René Schick. |
El título honorífico a René Schick Gutiérrez se le entregó en el transcurso de una visita a España del presidente nicaragüense, durante la que fue agasajado por el general Franco en Madrid y también recibió distinciones en otras ciudades españolas.
Este político estuvo rodeado de una llamativa y escabrosa historia. Estrecho colaborador de la familia Somoza, fue ministro de Relaciones Exteriores y en 1962 renunció al cargo de ministro de Educación Pública para ser candidato a presidente por el oficialista Partido Liberal Nacionalista (PLN). Ganó las elecciones y Luis Somoza Debayle le entregó el poder el 1 de mayo de 1963 en el Estadio General Somoza de la capital, Managua. Aunque controlado por los Somoza, durante su mandato introdujo una aparente relajación de la represión interna del país, aunque ofreció el territorio nicaragüense a EE UU para la instalación de misiles contra la Cuba de Castro. Siempre fue tildado de títere de Luis y su hermano Anastasio Somoza.
Precisamente, a finales de julio de 1966, al regresar de la citada gira por Europa, le dio un infarto cardíaco pues padecía una dolencia del corazón a consecuencia de su alcoholismo. Falleció en la madrugada del 3 de agosto del mismo año, siendo sucedido por uno de los 3 vicepresidentes de la nación, Lorenzo Guerrero Gutiérrez,hasta que el 1 de mayo de 1967 le entregó el poder al dictador Anastasio Somoza. Siempre han existido rumores de que su muerte en realidad se trató de un asesinato, hecho que nunca se pudo demostrar.
De la estrecha relación entre Franco y el presidente de Nicaragua habla la orden del 4 de agosto de 1966 por la que se declararon 3 días de luto nacional en España por la muerte de René Schick.
Por otra parte, recordar que el general Franco también sigue siendo alcalde honorario perpetuo de Málaga a pesar de que el pleno de la Corporación aprobó hasta tres veces desposeerle de la distinción, una medida que además se debería llevar a cabo tras la promulgación de la nueva legislación sobre la memoria democrática.
