Mastodon Málaga y sus historias: héroes
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lunes, 16 de enero de 2023

Los héroes malagueños del dos de mayo


El 2 de mayo de1808, en la histórica jornada que se vivió ese día en Madrid en lucha contra la invasión de los franceses, murieron defendiendo el Parque de Monteleón, dos heroicos malagueños, llamados Antonio Luque Rodríguez, natural de Antequera, de 24 años, soldado del Regimiento de Voluntarios del Estado, 2ª compañía de Granaderos y Julián Ruiz, natural de Ronda, del mismo cuerpo. Fue herido también el rondeño Manuel Bravo Parra.


Fusilamientos del 3 de mayo (Francisco de Goya).


Otro malagueño llamado Juan José Postigo, fue preso por los franceses en la huerta del Marqués de Perales y fusilado en el Prado. Un hijo suyo buscó el cadáver entre los carros de fusilados que llevaban a enterrar y juró vengarlo, alistándose el mismo día como voluntario en el Real Cuerpo de Artillería, en el que hizo toda la Guerra de la Independencia.

En Málaga, dos años después, el 24 de enero de 1810, se recibe la noticia de que las tropas napoleónicas habían cruzado Despeñaperros. Málaga fue la primera capital de Andalucía que se enfrentó a las tropas napoleónicas en 1810. El 4 de febrero de 1810 el ejército malagueño es derrotado por el el IV Cuerpo de Ejército napoléonico del general Horace Sebastiani de la Porta, conformado también por tropas del Gran Ducado de Varsovia, en la Boca del Asno, en las proximidades de Antequera.

Al día siguiente, el general Milhaud rompe en la entrada de Málaga, en el Camino de Antequera, a la altura de Teatinos, las defensas de la artillería malagueña, dirigida por el coronel Abelló, que abandonó la lucha. La ciudad fue saqueada. La ocupación terminó cuando el general Ballesteros expulsó a los invasores de la ciudad el 28 de agosto de 1812.


viernes, 11 de marzo de 2022

La trepidante vida de Tomás de Sostoa

 

Tomás de Sostoa y Achúcarro nació en Montevideo (Uruguay) el 8 de marzo de 1786, cuando ese territorio pertenecía al virreinato español de La Plata. En principio estudió Ciencias Exactas, pero en 1800, a la muerte de su padre, José Francisco de Sostoa, Tomás de Sostoa ingresó como cadete en el Regimiento de Buenos Aires. Posteriormente es trasladado a España y aprueba el examen de guardiamarina en 1805 pasando a servir en la Armada.


Placa de mármol en la calle que lleva su nombre.


El año siguiente es destinado a El Ferrol, donde cooperó en la protección de las embarcaciones durante el bloqueo que realizaban los británicos a ese puerto. En junio de 1808 es ascendido a alférez de fragata. Iniciada la Guerra de la Independencia , a petición propia se incorpora como oficial en el Regimiento de Voluntarios de la Victoria, con guarnición en Galicia. Con esta unidad participa en diversas acciones bélicas, siendo hecho prisionero por dos veces, pero logrando escapar.

El 18 de octubre de 1809 durante la batalla de Tamames, en Salamanca, fue herido de gravedad en combate, sin embargo, sobrevivió, por lo que recibiría el escudo de distinción con el lema “Venció en Tamames”. Tomás de Sostoa en 1810 partió hacia Canarias, para dirigirse a La Habana y otros puntos de iberoamérica, pero cerca de Puerto Rico un enorme temporal hundió su embarcación salvándose milagrosamente.

En 1812, De Sostoa es enviado a Montevideo para tratar de mantener el orden en los territorios americanos, donde empiezan a surgir los primeros brotes de independencia. La corbeta “Paloma”, en la que servía Sostoa, se encargó de aprovisionar a los buques que combatían tratando de levantar el bloqueo de los españoles sitiados en la citada ciudad. Hasta su naufragio, en el que el marino volvió a salvar su vida por tercera vez. En septiembre de aquel mismo año trasladaría a numerosas familias y serviría de escolta a un navío de caudales procedente de Lima. No había terminado el año cuando sufre un nuevo naufragio del que, una vez más, consigue salvarse.

En 1813, De Sostoa condujo hasta la ciudad uruguaya de Maldonado dos bergantines con familias canarias dada la falta de víveres en las plazas sitiadas. Más tarde vencería en un combate al mando del buque “Bombillón”, y entre el 14 y 17 de mayo de 1814 mantuvo un sangriento choque con los rebeldes de Montevideo comandando el bergantín “Cisne”. Ante la inminente toma de su nave, Tomás de Sostoa prefirió hacerla explotar prendiendo el polvorín. Aquí también logró salvar la vida y recogido y hecho prisionero por las tropas del ejército sitiador en el bergantín “Nancy”, del que consigue escapar llegando a España.

En 1815 sería ascendido a teniente de fragata y en 1821 contrajo matrimonio con la malagueña María Dolores Ordóñez de Viana con la que tuvo 10 hijos, todos nacidos en Málaga, ciudad a la que el héroe siempre profesó un gran cariño y que eligió como retiro de su vejez. En 1845, Isabel II le otorgó el grado de brigadier de la Real Armada. A pesar de sobrevivir a tantas acciones de guerra, Tomás de Sostoa falleció a consecuencia de un cólico a los 64 años de edad en la casa número 31 de calle Ollerías, el 26 de enero de 1849. Un entierro multitudinario en Málaga sirvió para despedir a Tomás de Sostoa Achúcarro que, sin ser malagueño, dejó una gran huella en la ciudad.

El 16 de mayo de 1930, a propuesta del cónsul de Uruguay en Málaga, el Ayuntamiento acordó dar el nombre de “Héroe De Sostoa” a la conocida vía de Carretera de Cádiz, siendo colocada una placa en el mes de diciembre del mismo año en un solemne acto.


Fuente bibliográfica: Asociación Histórico-Cultural Teodoro Reding.

jueves, 27 de diciembre de 2018

La tragedia del DC-10 de Spantax

Un total de 50 personas muertas (9 de nacionalidad española), 40 heridas graves y 80 leves es el trágico balance del accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Málaga, el 13 de septiembre de 1982.

Accidente aéreo en el aeropuerto de Málaga en 1982.
Un DC-10 de la compañía Spantax, con 380 pasajeros, en su mayoría norteamericanos, y 13 tripulantes, se salió de la pista al abortar el piloto el despegue, incendiándose junto al vivero de ICONA después de atravesar la carretera nacional 340. El avión había llegado de Madrid y se dirigía a Nueva York.

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, y el presidente de la Junta, Rafael Escuredo, visitaron el lugar del siniestro.

Con motivo del 35 aniversario del trágico suceso, el periodista Pedro Luis Gómez rememoraba en el diario Sur los hechos escribiendo “fue un día terrorífico en el que decenas de malagueños dieron claras muestras de arrojo y valentía ante una catástrofe y gracias a su decidida actuación se salvaron muchas vidas. Pese al tremendo peligro que suponía estar al lado, encima del fuselaje o dentro de un avión en llamas cargado de queroseno, quienes llegaron los primeros al lugar de los hechos ni lo dudaron. Era una irresponsabilidad personal, pero «una obligación» para con los demás. Algunos eran pasajeros, otros soldados de la Base Aérea, otros policías, otros guardias civiles, otros jardineros. La mayoría de aquellos ‘ángeles de la guarda’ permanecen en el anonimato.