Mastodon Málaga y sus historias: leyenda
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jueves, 24 de abril de 2025

La leyenda de las víboras

 

Entre las leyendas relacionadas con el municipio de Alcaucín se cuenta que tras el concilio de Elvira, celebrado en Granada en el siglo IV, San Patricio, que fue el primer obispo de Málaga, visitó por segunda vez la ciudad de Zalía, antigua población surgida en torno al Castillo de Zalía en el término de Alcaucín, con el propósito de que sus habitantes abrazaran la fe cristiana, cosa que en su primer viaje no consiguió.


Ruinas del Castillo de Zalía.


Pero tampoco tuvo éxito en su segunda visita, por lo que, no sin pena, abandonó nuevamente el poblado camino de la capital malagueña. Pero he aquí que, llegada la noche, empezaron a abrirse grietas en el suelo de donde salían víboras que mordían mortalmente a sus habitantes, de tal manera que los vecinos se vieron en la necesidad de abandonar el pueblo, que desde entonces permanece deshabitado. De este modo, el Dios bíblico castigó ejemplarmente a los descreídos vecinos de ZalíaLa población, horrorizada, huyó despavorida buscando establecerse en lugares más distantes, llegando hasta Alcaucín, Periana, Canillas de Aceituno y La Viñuela.

Es conocida igualmente la leyenda que refiere la construcción por los árabes del Castillo de Zalía con su doble anillo amurallado, que posteriormente se convertiría en una de las prisiones donde se encarceló a los héroes moriscos durante las revueltas y levantamientos de 1.569. Se asegura que el último reyezuelo ordenó esconder en las entrañas del castillo las riquezas atesoradas con el fin de que no se perdiesen ante la inminente conquista.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Leyendas sobre la familia Gálvez

 

Existe una leyenda sobre la solería de la iglesia de Macharaviaya, que tiene que ver con la acaudalada familia Gálvez. El poder político y económico de esta saga familiar acabó por generar algunas exageraciones que con el tiempo devinieron en leyendas, como, por ejemplo, la que cuenta cómo la hidalga familia llegada la hora de ponerle la solería a la iglesia quiso hacerlo con monedas en lugar de con las habituales losetas.


Real Fábrica de Naipes.


Enterado Carlos III de la iniciativa, se negó a ello, simplemente porque no quería que los fieles pisaran su imagen ya que si se colocaban de cara, sería su regia efigie pisada y si por el contrario se ponían las monedas al reverso, sería el escudo de España el pisoteado. Para dar gusto a la petición y resolver el conflicto ofreció la alternativa de que fueran colocadas de canto, pero parece ser que el presupuesto no alcanzaba.

Otra leyenda relacionada con la fortuna de la benefactora familia asegura que en algún lugar de la iglesia hay un tesoro escondido, a modo de remanente para poder reconstruir el templo en el caso de que por cualquier circunstancia fuera derribado. Hasta el momento, el tesoro no ha aparecido.

Es de resaltar el hecho curioso de la creación en Macharaviaya de la Real Fábrica de Naipes, casi un siglo antes de que Heraclio Fournier creara su afamada fábrica en Vitoria (Euskadi) en 1868. Este fue uno de tantos de los privilegios que la familia Gálvez concedió a su tierra natal. Esta fábrica fundada en 1775 llegó a una producción de 30.000 mazos anuales. En consecuencia, todos los naipes que llegaron a América con anterioridad a 1815 procedían de Macharaviaya debido al contrato de exclusividad firmado por su propietario con las Indias y así constaba en el palo dos de oros de la baraja.

viernes, 21 de junio de 2024

Una leyenda macabra

 

Una leyenda un tanto macabra, cuenta la historia de Moreno Arce, más conocido por Morenito, hijo y vecino de la villa de Sedella, que vivió allí a finales del siglo XVI. Este mozalbete, pendenciero y bravucón, era conocido por sus fechorías.


Sedella.


Se cuenta que en un almuerzo, oyó al capataz de la cuadrilla de segadores insultar a su padre. El impetuoso mozo, sin mediar palabra alguna, se precipitó sobre el capataz, le cortó la oreja y sentado sobre él, ya desorejado, terminó de comer. Denunciado por un primo suyo por todos sus crímenes y fechorías, fue encontrado en una cueva, siendo ajusticiado y posteriormente descuartizado.

Para que sirviera de escarmiento para toda la población, se ordenó que sus miembros fueran esparcidos por el camino de acceso al pueblo. Esto dio lugar a que la vía rural se denominara por tramos según la parte del reo que le había correspondido, es decir; tramo de la cabeza, tramo de la pierna y tramo del brazo.

viernes, 19 de abril de 2024

La Charca de los Novios

 

Situada en el río Guadalmina, en Benahavís, la Charca de los Novios es un cañón excavado dentro de la roca por el caudal del río, lo que produce varias pozas a lo largo de la ruta.


Angosturas del río Guadalmina.


Es precisamente en una de las pozas donde, según cuenta la leyenda, desaparecieron unos novios. De ahí el nombre de “la charca de los novios”. La zona cuenta con varias pozas de diferentes tamaños además de la mencionada.

Cada verano muchos son los visitantes que recibe este río para disfrutar del alivio de la profundidad de sus sombras ante el calor, pero pocos son los que conocen la leyenda que se cierne bajo esas refrescantes aguas.

La historia cuenta que, en una de las pozas, la más conocida como el Charca de los Novios, una joven que allí se encontraba se dedicaba a nadar de aquí para allá, relajándose en el agua. De repente, su presencia se perdió bajo el manto del agua de la poza. Su pareja, que allí también se encontraba, no dudó en acudir inmediatamente a su rescate, precipitándose hacia la misma suerte que la amante.

jueves, 30 de noviembre de 2023

El diablo y la Cueva de Belda

 

En la falda norte de la Sierra del Camorro (Málaga) se sitúa la emblemática Cueva de Belda, un icono de la localidad de Cuevas de San Marcos que mantiene viva varias leyendas que nacieron en su interior.

La tradición cuenta que, antiguamente, los moradores de una ciudad romana situada a los pies de la Sierra del Camorro escondieron sus joyas y tesoros dentro de la Cueva de Belda con la intención de ocultarlos a los vándalos que continuamente hostigaban la ciudad en busca de riquezas. Los años fueron pasando y los tesoros quedaron allí guardados, ocultos a todas las miradas indiscretas que acecharon la cueva en su busca.


Cueva de Belda.


También se cuenta que apareció un hombre, vestido completamente de negro y con mirada huraña, que se dejaba ver en las inmediaciones y en la propia gruta, encargándose de custodiar los tan codiciados tesoros que en la cueva se escondían.

Por otra parte, unos guerreros cristianos extraviados en su camino fueron a parar a las puertas de la cueva. En mitad de la noche, un increíble dragón apareció y les echó de allí. Tal fue su horror, que huyeron despavoridos. Comunicaron lo sucedido a un fraile del Convento de Santo Domingo quien les ordenó que le guiaran hasta la Cueva de Belda para liberarla de la maligna presencia.

Una vez allí, el fraile se enfrentó al diablo sacando la cruz que llevaba en el pecho como única arma. La cruz se rodeó de un resplandor celestial y, colocándola sobre una parte de tierra donde crecían unos jaramagos, lo derrotó e hizo un nudo a estas flores para significar que el diablo quedaba vencido y atado a los pies de Cristo. De aquí nace la tradición de atar al diablo cada festividad de San Marcos, en memoria del joven fraile que liberó al pueblo de tal malvada criatura.

La Cueva de Belda se sitúa a una altitud de 713 metros de altura con una orientación noreste. Tiene unos 350 metros de desarrollo en línea horizontal divididos en salas donde se encuentran tres grandes lagos de aguas residuales. El material que ha formado esta cavidad son calizas y dolomías grises del jurásico inferior. Dadas las características de este tipo de componentes, se han creado numerosas formaciones como columnas, coladas, estalactitas, estalagmitas e, incluso, gours. Su valor geológico es indudable.

martes, 31 de octubre de 2023

El ladrón de la calle Salvago

 

El cronista e ilustre escritor Narciso Díaz Escovar, recoge en su libro Curiosidades malagueñas, no sólo investigaciones históricas, sino también algún acontecimiento empapado de leyenda. Es es el caso del ladrón de la calle Salvago.


Puerta escenario de los hechos.


En la citada vía de la capital, esquina con la calle Especería, residía, se cree que en el siglo XVIII, una ilustre familia malagueña, que tenía un anciano mayordomo que tenía fama de listo y precavido. Dormía en un aposento de la planta baja de la casa, no muy lejos del portal.

Una noche se sintió despertado por un ruido especial y extraño. Pensó que se trataba de algo sin importancia, pero el ruido seguía lento y constante por lo que se dirigió hacia el lugar donde los golpes resonaban.

Una mano, usando una herramienta de carpintero, trataba de abrir un agujero en la puerta, al objeto de poder descorrer el pestillo y levantar la barra de hierro. El mayordomo, volvió a su cuarto y buscó un fuerte cordel, hizo un perfecto nudo corredizo y volvió al portal.

Minutos después el agujero estaba hecho. Desapareció la herramienta y una mano penetró cuidadosamente. Los dedos se agitaron reconociendo madera y pestillo. El mayordomo no titubeó. Cogió el nudo corredizo, formó un círculo alrededor de aquella mano que no le cabía duda era de un ladrón y tiró con toda su fuerza.

Aquella mano hizo esfuerzos inútiles, se retorció convulsivamente pero el anciano dejó tirante la cuerda, después ató el extremo de ella a un hierro y esperó. Mientras esperaba escuchó pasos, ruidos extraños y voces apagadas.

Cuando amaneció el anciano subió a la habitación de su amo y le contó lo que había ocurrido. Ambos bajaron al portal y vieron que había ya gente comentando el suceso. Abrieron la puerta y descubrieron que la mano permanecía sujeta por el nudo corredizo, pero inmóvil. La mano prisionera pertenecía al cuerpo de un hombre, al cual se había cortado la cabeza, despojándole también de parte de sus ropas.

Era indudable que el ladrón había sido degollado, para que no se le conociese o no delatase a sus compañeros. El crimen quedó en la impunidad, ya que las pesquisas de jueces y alguaciles resultaron infructuosas

El edificio, escenario de este suceso fue destruido por un violento incendio, que lo redujo a escombros. Se cree que sólo se salvó la puerta del edificio que se reproduce junto al texto.

jueves, 19 de octubre de 2023

La princesa Algatoisa

 

Según la leyenda, Abomelic, el segundo rey moro de Ronda, ordenó construir para su hija Algatoisa el castillo residencia de verano donde hoy se encuentra la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de la localidad malagueña de Algatocín, en el Valle del Genal.


Campanario de la iglesia del Rosario en Algatocín.


Inicialmente el castillo se iba a ubicar en la vertiente del río Guadiaro, en los alrededores de Gaucín, por orden de la princesa, ya que se dice que la princesa se había enamorado de un moro que habitaba en un campamento cercano.

El rey, al enterarse, no dudó en modificar la ubicación de palacete nazarí donde vivió durante años la princesa, ya que según distintas versiones, más que un refugio era un encierro para Algatoisa.

Sin embargo, años más tarde se ha refutado esta versión diciendo que la razón principal por la que ese emplazamiento no fue el definitivo se debió a que no estaba orientado hacia la Ciudad Santa de la Meca y el sol no penetraba temprano en sus estancias.

Los antecedentes históricos encontrados en el término de Algatocín se remontan a la época de la dominación romana. En un lugar próximo a la villa, Cerrogordo, se han encontrado restos arqueológicos que pertenecen a este período.

Pero el origen de la villa hay que situarlo con relación a la presencia árabe en el territorio. Su nombre parece proceder de la tribu bereber de los Benu-Atus, Al-Atuiyin; aunque, según la leyenda, que ya se a narrado, se vincula al de la hija del segundo rey musulmán de Ronda Algotisa, que eligió este lugar para construir su palacio.

lunes, 2 de octubre de 2023

Apaga y vámonos

 

Conocida como una de las frases más utilizadas por los españoles, apaga y vámonos’, se cree que esta expresión popular tuvo su origen en las cercanías de Almargen (Málaga), durante las batallas mantenidas por los ejércitos cristianos y musulmanes.


Panorámica de Almargen.


Uno de los altos cargos militares de las tropas cristianas transmitió su deseo de atacar por sorpresa al ejército musulmán. Sus subordinados accedieron a ello, pero no sin antes tener la posibilidad de realizar una misa previa al ataque. Ante la prisa que corría el acontecimiento, los asistentes improvisaron como pudieron un altar en el que el sacerdote de la zona fue bendiciendo a todos y cada uno de los soldados que allí esperaban.

Este mismo sacerdote fue el que en teoría inició esta famosa expresión, al pedir al monaguillo asistente que recogiera todos los objetos utilizados, entre ellos las velas, exclamando ‘apaga y vámonos’.

Otras fuentes aseguran que la frase tiene su origen en un cuento narrado tradicionalmente en el pueblo de Pitres (Granada). Hace siglos, dos clérigos de este municipio granadino, aspirantes a una plaza de capellán, hicieron una apuesta a ver cuál de ellos celebraba la misa en el menor tiempo posible.

Tras concluir los preparativos para el desafío religioso y mientras se aproximaban al altar, uno de los curas inició la misa diciendo, «Ite, Missa est», fórmula litúrgica que precedía a la bendición final. El otro, impasible, se giró hacia el monaguillo que sujetaba la vela y exclamó: «¡Apaga y vámonos!, que ya está dicha la misa».

jueves, 5 de mayo de 2022

La leyenda del rey Wamba

 

La procedencia del rey Wamba, que gobernó la península visigoda entre los años 672 y 680, está rodeada por la leyenda, que sitúa en al municipio malagueño de Pujerra como el punto de nacimiento de este personaje histórico. Ni en tierras portuguesas ni gallegas. El rey que puso a raya a los nobles de la época, sofocó rebeliones de francos y vascones y dio al traste con un intento de desembarco de tropas árabes, procede de esta pequeña población andaluza rodeada de castaños y pinos en la serranía de Ronda.


Busto del rey Wamba en Pujerra.


La leyenda del rey Wamba se conserva en Pujerra desde tiempo inmemorial y forma parte de la tradición oral. Según esta fuente, el rey era un paisano entregado por completo al cultivo del campo, que fue designado para ocupar el trono de la monarquía visigoda tras la muerte de Recesvinto. Entonces un grupo de nobles y eclesiásticos recibió el encargo de buscar al heredero para coronarlo rey sin saber exactamente dónde residía, pero a la salida de Cartajima en dirección al río Genal, la comitiva que buscaba en los pueblos de la sierra lo localizó tras oír a una mujer que gritaba su nombre desde el Tajo de la Zorra.

Wamba opuso resistencia a los caballeros. Después de una larga discusión, el godo dejó en manos de la fortuna su destino asegurando que “cuando esta aguijada que tengo en la mano florezca seré yo rey de España”. Cuentan que, al clavar el palo seco en la tierra, éste reverdeció súbitamente, por lo que tuvo que aceptar la corona. En aquel sitio se levantó una ermita o capilla y la huerta y el molino enclavados en este término municipal, en los márgenes del Genal, se conoce todavía con el nombre de Huerta y Molino de Capilla.