Las
elecciones generales del 8 de marzo de 1914, celebradas
bajo el reinado de Alfonso
XIII,
desencadenan los graves sucesos acaecidos en Benagalbón,
pedanía
de Rincón
de la Victoria,
(Málaga)
que
acabaron con la vida, degollado,
del guardia civil Domingo
Almodóvar,
otros tres guardias heridos y el encarcelamiento de numerosos
vecinos.
Miembros de la comisión que pidió el indulto, incluido el alcalde de Málaga Luis Encina. |
La
tragedia se produjo ante el recelo por el posible falseamiento de los
resultados electorales, debido a los antecedentes por la anulación
de las elecciones de concejales del 5 de noviembre de 1911 y del 9 de
noviembre de 1913.
Por
ello, los vecinos se concentraron ante el colegio electoral, sito en
la escuela de las niñas y protegido por la Guardia Civil. El
conflicto estalló cuando el presidente de la mesa y el alcalde se
negaron a firmar el acta del resultado de la votación.
Hubo
detenidos y
los vecinos exigieron
su libertad, negándose la
Guardia
Civil,
y entonces
se
originó
el enfrentamiento. Tres días después del suceso, los detenidos se
elevaban ya a 58. Fueron trasladados a Málaga
atados
y a pié para asistir forzosamente al entierro del guardia civil.
La
familia del principal encausado, Enrique
Roldán,
fue detenida, incluida su mujer, Dolores
Gómez
y el
primogénito, que pasaron
11
años y medio en prisión. Fueron
condenados a la pena capital, después conmutada por cadena perpetua
ante las peticiones de amnistía impulsadas por los republicanos.
Además,
otros vecinos también fueron condenados a diferentes penas, a
Francisco
Pérez Segura
nueve años de prisión mayor; a José
Díaz Villalba
y
José Roldán Martín
seis años
de prisión correccional, y a Antonio
Anaya
López,
José
Garrido García
y Rafael
Pérez Lozano a
cinco
años de igual
pena.
Según
diversas investigaciones, el asesinato no quedó nada claro, porque
fue un juicio muy oscuro y
algunos de
los asistentes a la vista
llegaron a la conclusión de que la familia Roldán
no había tenido nada que ver con los hechos.
En
una de las jornadas del juicio, Enrique
Roldán
acusó de ser el autor del crimen a Guillermo
Pérez Díaz,
a quien vio con el cuchillo y la mano ensangrentada. Curiosamente,
una de las testigos, pariente de Pérez
Díaz,
primero dijo que no estuvo en el pueblo y luego implicó a la mujer
de Roldán.
Guillermo
Pérez
fue imputado pero luego su nombre desapareció misteriosamente
del
proceso.
Lo
cierto, es que en 1914 el caciquismo hacía estragos en la sociedad,
los Roldán,
una
familia numerosa con siete hijos,
eran personas importantes en la sociedad obrera republicana de la
época, que habían tenido que ver con la inauguración de la
Casa del Pueblo de
la localidad un año antes y parece que la acusación fue un ajuste
de cuentas.
Los
sucesos fueron
recogidos por toda la prensa del país y
tuvieron gran repercusión a nivel nacional. De hecho, en 1915, el
día en que el Gobierno
debía decidir si indultaba de la pena de muerte a los acusados, su
presidente recibió más de 3.000 telegramas procedentes de todo el
país en los que se le pedía que adoptara esta medida de gracia.
Tras
muchos años de gestiones el
Gobierno
conmutó la pena a cadena perpetua por la de ocho años y un día de
prisión.
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