Las rebeliones moriscas que tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XVI en Andalucía dejaron historias épicas que todavía se recuerdan. Entre ellas, en la comarca de la Sierra de las Nieves, destacan dos que tuvieron como protagonistas a dos mujeres. Ambos episodios se desarrollaron en los asedios de las las localidades de Alozaina e Istán.
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Restos de la Torre de Escalante (Istán). |
En el primer caso, fue un mes de julio de 1570 cuando un grupo de moriscos se sublevaron al mando de Lorenzo Alfaquí y El Yebali. Aprovecharon que en el pueblo de Alozaina apenas había hombres, ya que en esos primeros días del verano estaban segando trigo en los campos del entorno.
Cuando se percataron del ataque de los moriscos, los habitantes de la villa corrieron hacia el castillo para refugiarse. Fue ahí cuando las mujeres de Alozaina intervinieron de forma decisiva y tomaron las armas para repeler el asedio.
Entre todas ellas, destacó ell arrojo de María Sagredo, que al ver caído a su padre, se ensañó con especial dureza y mucha eficacia contra los sublevados.
Según relata el historiador Luis del Mármol Carvajal, «con la ballesta en las manos y el aljaba al lado subió al muro, y peleando como lo pudiera hacer un esforzado varón, defendió un portillo, y mató un moro, y hirió otros muchos de saeta, y hizo tanto ese día, que mereció que los del consejo de su majestad le hiciesen merced de unas haciendas de moriscos en Tolox para su casamiento».
Pero, dentro de este relato, lo más llamativo es que esta joven pechera (gentilicio de los habitantes de Alozaina) utilizó también colmenas para repeler el ataque de las tropas de El Yebali. Las abejas, según la leyenda, comenzaron a picar a los atacantes moriscos, que emprendieron la huida al grito de «malditas sean las moscas de tu tierra».
Este acto heroico e ingenioso se recuerda hoy en el escudo del propio pueblo. En él se puede ver cómo una imagen de una mujer arroja las mencionadas colmenas desde una torre a los moriscos. Además, en las calles del casco antiguo aún se mantiene una de las torres de la fortaleza, que lleva precisamente el nombre de María Sagredo.
Como ya se ha señalado, el caso de María Sagredo no es el único en la comarca de la Sierra de las Nieves. En la zona sur de esta comarca, en la villa de Istán también tuvo un protagonismo especial otra mujer, Juana de Escalante, que también da nombre al único vestigio del castillo medieval. Se trata de un torreón de origen nazarí, donde en enero de 1569, un año y medio antes que María Sagredo, esta joven de Istán hizo frente a una rebelión de moriscos.
Éstos, según las crónicas de la época, aprovecharon la ausencia del tío de Juana, Pedro de Escalante, para intentar tomar la fortaleza. Sin embargo, junto a su criada, pudo resistir lo justo hasta que llegaron tropas cristianas desde la ciudad de Marbella, que finalmente consiguieron sofocar el hostigamiento.
Fuente documental: Las heroínas de la Sierra de las Nieves. Javier Almellones. Diario Sur, 27 de abril 2019
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