Mastodon Málaga y sus historias: Azucarera Larios
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lunes, 1 de noviembre de 2021

La creación de la Azucarera Larios

 

El 2 de julio de 1890, hace ya más de 130 años, se constituyó la sociedad Azucarera Larios, que agrupó a todas las azucareras de Málaga capital, la costa oriental malagueña y Motril, y que llegó a tener 14 fábricas de azúcar y más de 10.000 hectáreas de cultivo de caña.


Azucarera Larios en La Malagueta.


El embrión de lo que posteriormente fue Sociedad Azucarera Larios, que hoy pertenece al Grupo Mazacruz, fue fundado por Manuel Domingo Larios y Larios, segundo marqués de Larios, gerente y representante legal de la entonces sociedad Hijos de Martín Larios, y por Enrique Crooke y Larios, marqués de Genal.


Fue creada con un capital social de 10 millones de pesetas, representados por los bienes que otorgaron los fundadores. En las escrituras de fundación consta que la sociedad "destinará su capital, por ser estos sus fines mercantiles a la explotación de la industria azucarera en todos sus ramos y la de alcoholes que de ella se derivan, así como toda clase de cultivos agrícolas y venta de todos los productos; el desempeño de los actos mercantiles e industriales que sean convenientes en cualquier punto para la realización de los expresados objetos y además cualquier otra industria o negocio que estime procedente emprender en lo sucesivo, así como la compra y venta de fincas y las construcciones que sean oportunas".


Esta actividad cesó con la venta de la última fábrica en 1976. A partir de esa fecha, la compañía se fue transformando poco a poco y se orientó a la promoción inmobiliaria en los terrenos de su propiedad que poseía fundamentalmente en la costa oriental de Málaga y que ascendían a más de 1.500 hectáreas.

miércoles, 15 de julio de 2020

El conflicto de los colonos de Maro

El anuncio del Gobierno central, a principios de diciembre de 1996, dando a conocer que no se modificaría la Ley de Arrendamientos Rústicos Históricos, recrudece el prolongado conflicto entre los colonos de Maro y la empresa Azucarera Larios, propietaria de la finca Las Mercedes.

Asamblea de los colonos de Maro.
El 14 de diciembre, medio centenar de ellos deciden conducir sus protestas a un encierro en la Cueva de Nerja. Los cuatro partidos representados en el Parlamento de Andalucía presentan una proposición no de ley para instar al Gobierno a solucionar el conflicto, aunque éste no responde. La Sociedad Azucarera Larios, sin embargo, se compromete a iniciar negociaciones sobre las rentas y los contratos de arrendamiento a partir de enero.

Un conflicto, que se explica con detalle en el libro La herencia envenenada del marquues de Larios, que venía de lejos, que se prolongó durante más de 20 años y que vivió sus momentos álgidos en la década de los 90 del siglo pasado después de que al inicio de la citada centuria Larios cediera en arrendamiento a más de medio millar de colonos terrenos que tenía repartidos en los municipios malagueños de Nerja, Vélez-Málaga, Algarrobo y Torrox, después de que la Ley de Arrendamientos Rústicos Históricos reconociera el derecho de esos agricultores a acceder a la propiedad a precios sensiblemente más bajos que los de mercado, aunque para ello debían probar que eran históricos.

Larios argumentó que la mayoría no ostentaba esa condición, mientras que los colonos mantenían que la empresa renovó los contratos de manera que no quedaran antecedentes de su historicidad. El largo conflicto, en el que otros colectivos reclamaban indemnizaciones por las mejoras introducidas en las diferentes explotaciones, plagado de protestas en las calles y encierros de colonos y familiares, entre ellos el que tuvo como escenario el ya citado de la Cueva de Nerja, se fue resolviendo, por lo general, mediante sentencias judiciales y acuerdos bilaterales que lograron desactivar una situación social explosiva, que obligó en distintas ocasiones a la intervención del Parlamento de Andalucía.

Aunque años más tarde, en el transcurso del 2010, se vivió una reedición del conflicto, cuando cerca de 100 pequeños propietarios, que en su mayoría explotaban invernaderos hortofrutícolas en Torrox Costa (Málaga), se pusieron en pie de guerra contra la aprobación inicial de un proyecto urbanístico de 700.000 metros cuadrados, diseñado y promovido por Salsa, la antigua azucarera Larios, que poseía alrededor del 40 por ciento de los terrenos involucrados.

Una situación similar a la vivida en Vélez-Málaga, en donde se aprobó inicialmente otra recalificación, en base a otro proyecto gestionado por Salsa, que iba a afectar a un millón de metros y que tuvo que reducirse, al menos, a la quinta parte.


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