Mastodon Málaga y sus historias: Fabiola
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lunes, 11 de enero de 2021

La visita del rey Balduino

 

Fabiola y Balduino de Bélgica.

El día 8 de abril de 1963 el rey Balduino de Bélgica llega a Málaga en viaje privado. El rey Balduino llegó al aeropuerto militar de "El Rompedizo", a las tres menos diez de la tarde, a bordo de un avión militar tipo Aerocomander. En el avión, de seis plazas, viajaban solamente con el soberano belga los miembros de la tripulación.


En el aeropuerto militar fue recibido por el coronel jefe del sector aéreo, cónsul de Bélgica en Málaga y otras personalidades. El rey se alojó en el Hotel Pez Espada.


Las circunstancias quisieron que años después, el 31 de julio de 1993, el monarca falleciera en su finca granadina de Villa Astrida. La causa fue un fulminante ataque cardíaco tras varios años con complicaciones de corazón. El personal de servicio halló su cuerpo sin vida , y con un libro entre las manos, en la piscina cuando se acercaron hasta él para avisarle de que la cena estaba servida.


La desaparición de Balduino no impidió que Fabiola regresara durante años a Villa Astrida, aunque su ya elevada edad hizo que se redujera la frecuencia de sus visitas a Andalucía. La última fue en octubre de 2009, un lustro antes de fallecer tras una larga vida que siempre estuvo ligada a Motril y a Granada.


Balduino había quedado prendado del paisaje de la Costa Tropical de Granada en los años 60, cuando viajaba en helicóptero de Sierra Nevada a Motril. Una vez allí, el carácter de los vecinos y el agradable clima les animaron a quedarse. Para ello se hicieron con una extensa finca a las afueras del pueblo, en la zona que hoy se conoce como Playa Granada. Allí levantaron una vivienda de 2.000 metros cuadrados, más bien austera, a la que llamaron Villa Astrida, en honor a la princesa Astrid de Suecia, la madre de Balduino.


La presencia de los monarcas en Villa Astrida fue constante durante décadas, ya que era el lugar elegido para sus vacaciones estivales y otras jornadas de descanso.

viernes, 10 de julio de 2020

Fallece Jaime de Mora

El 26 de julio de 1995 fallece Jaime de Mora y Aragón, personaje emblemático de la alta sociedad instalada en Marbella. Miles de personas dieron el último adiós a Jaime de Mora y Aragón, cuyos restos fueron incinerados en Málaga y sus cenizas depositadas en el cementerio de Marbella.

Jaime de Mora y Aragón.
Tres coches fúnebres, cargados de coronas de flores y escoltados por una treintena de moteros, acompañaron el traslado de los restos del símbolo de la jet marbellí desde la capilla ardiente hasta la iglesia de Nueva Andalucía, donde se ofició la misa de sepelio. El párroco recordó al fallecido "como un servidor de los demás", quien en su testamento expresó el deseo de que en ese momento se interpretara el tema Cuando un amigo se va por Alberto Cortés. Después de la ceremonia, a la que concurrieron unas 500 personas, se repartió un recordatorio en el que Jaime de Mora decía a modo de epitafio: "Fui lo que quise y quise lo que fui".

Su hermana, la reina Fabiola, que llegó a Málaga en un avión militar, no tuvo tiempo para asistir a la misa por lo que esperó los restos en el crematorio malagueño. Entre los asistentes a su despedida se en contraba el magnate saudí Ad nan Kashogui.

El aristócrata había fallecido en el Hospital Costa del Sol de Marbella, a los 70 años, como consecuencia de a un infarto de miocardio. Bohemio, actor, taxista, camarero, pianista, relaciones públicas, modelo publicitario y torero ocasional, la popularidad de Jaime de Mora y Aragón fue más allá de las fronteras españolas y logró convertirse en un personaje popular en decenas de países.

El hermano de la reina Fabiola de los belgas, que nació en Madrid el 18 de julio de 1925, era hijo del cuarto marqués de Casa Riera, Gonzalo de Mora y Fernández, y de Blanca Aragón y Carrillo de Albornoz.

Indisolublemente unido a su imagen de aristócrata de otro tiempo, pelo engominado, barba, bastón, monóculo y collares, Jimmy, como le conocían sus amigos, se convirtió en embajador y uno de los grandes promotores turísticos de la Costa del Sol, desde que a principios de los sesenta se estableció primero en Torremolinos y poco tiempo después en Marbella.

El príncipe Alfonso de Hohenlohe y, posteriormente, personajes como Gunilla von Bismarck y otros muchos promotores y famosos, participaron en la explosión turística de la Costa del Sol junto a Jaime de Mora, quien además, fue relaciones públicas del multimillonario Adnan Kashoggi y, en los últimos años, jefe de protocolo del Ayuntamiento marbellí, designado por el alcalde, Jesús Gil y Gil. Su estrecha colaboración con Gil, le llevó a dar su nombre a una calle de la localidad, en reconocimiento a su trabajo en defensa de la imagen turística del municipio.

Estudió el bachillerato en el colegio alemán, en Madrid, y en varios colegios de Inglaterra, Suiza y Francia, donde su familia se exilió en 1931, con la llegada de la República, para regresar a España en 1940. También estudió en Princenton (Estados Unidos) y peritaje mercantil en Alicante, y dedicó cinco años a la carrera de Derecho, que no llegó a finalizar.

Su noble ascendencia y su parentesco con la corte belga contribuyeron a abrirle los ambientes de la alta sociedad europea, aunque hubo un país al que no pudo volver, Italia, en el que fue condenado en octubre de 1965 a un año y seis meses de prisión por un delito de estafa de 30 millones de liras.

Jaime de Mora intentó, con diverso éxito, la aventura del cine, del teatro y la de showman. Con compañía propia o encabezada por él mismo, estrenó y paseo por España las comedias Las personas decentes me asustan, de Emilio Romero y dirigida por Adolfo Marsillach, y Psicoanálisis de una boda (1965), de Vizcaíno Casas, dirigida por Ángel Martínez.

Fue propietario de varios clubes nocturnos, que él mismo animaba cantando al piano. Aunque no poseía ningún título nobiliario, a partir de 1980 comenzó a solicitar la rehabilitación de varios títulos: duque de Vitonto, con grandeza de España, marqués de Preux, barón de Oticoren, marqués del Valle de Oaxaca y marqués de Tabuerniga. Fue autor de un libro autobiográfico titulado Yo (1966), que escribió durante un retiro en un castillo francés.

En 1958 se casó con la actriz mexicana Rosita Arena, unión que sólo duró dos meses. Luego, en 1962, contrajo nuevo matrimonio con la modelo sueca Margit Ohlson, de la que se separó en tres ocasiones y con la que finalmente contrajo matrimonio católico el 18 de marzo de 1978 en Madrid.