Mastodon Málaga y sus historias: La Unión Mercantil
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viernes, 4 de febrero de 2022

El asalto al diario La Unión Mercantil

 

El 18 de julio de 1936 es asaltada la sede del periódico La Unión Mercantil de Málaga, tras lo cual el diario no volvió a editarse nunca más. El periódico apareció en 1886, fundado por los empresarios malagueños de origen catalán José Creixell Ollivella y Pedro Poch. Pronto se convirtió en uno de los principales medios de comunicación de la provincia. Su aparición coincidió con la crisis y desaparición de la antigua prensa malagueña del siglo XIX, entre otros, El Avisador Malagueño, El Correo de Andalucía, El Diario Mercantil o Las Noticias, un factor que acabó favoreciendo notablemente la consolidación de La Unión Mercantil.


Incendio de la sede del periódico en 1931.


En su primera etapa llegó a estar dominado por el cacique local del Partido Conservador en Málaga, Francisco Javier Cervantes, que lo utilizó como su propio órgano de prensa. Con el tiempo el diario pasó a ser propiedad exclusivamente de la familia Creixell. Su primer director fue Antonio Fernández y García, que lo dirigió hasta 1908.Con el cambio de siglo, La Unión Mercantil fue, junto a El Liberal de Sevilla y El Noticiero Sevillano uno de los principales diarios de Andalucía.

En los años siguientes el diario siguió creciendo. Si en 1913 tenía una tirada de 10.000 ejemplares, en 1920 había aumentado hasta los 20.000. Hacia 1930 el diario ya había logrado alcanzar una difusión de ámbito nacional, vendiéndose con carácter regular en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Córdoba, Cádiz, Jaén, Granada, Melilla, Ceuta y también en Tánger. El periódico también era muy leído en la zona del Marruecos español. Fuera de Málaga el diario disponía de redacciones propias en Madrid, abierta en 1918, y en Sevilla, abierta unos años después. En esas fechas su tirada estaba en torno a los 30.000 ejemplares.

La empresa editora de La Unión Mercantil sacó varias publicaciones asociadas. En 1909 empezó a publicar el semanario gráfico La Unión Ilustrada, publicación de gran éxito ya que incluso se vendía en el extranjero, principalmente en Sudamérica. A partir de 1920 también se publicó otro semanario, La Unión de Málaga, que salía los lunes.

De cara a las elecciones municipales de abril de 1931, que se preveían como un plebiscito para la monarquía, el diario adoptó una postura intransigente y decididamente monárquica. Como consecuencia de esta postura, el 14 de abril, ante la victoria mayoritaria de las candidaturas republicanas, grupos de exaltados asaltaron las instalaciones del diario y las incendiaron, lo que llevó a que el diario manifestara a sus lectores el respeto por el nuevo orden republicano.

Durante el periodo de la Segunda República el diario sostuvo su anterior línea conservadora e independiente, aunque se mantuvo cercano a posiciones monárquicas. En esta etapa tuvo en el diario republicano El Popular a su principal competidor por la izquierda, mientras que por la derecha se encontraban el conservador Diario de Málaga y el ultracatólico El Cronista.

La Unión Mercantil dejó de editarse el 18 de julio de 1936, coincidiendo con el comienzo de la Guerra Civil. Ese día su sede e instalaciones fueron asaltadas por un grupo de incontrolados, tras lo cual el diario no volvería a editarse.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Atentado contra 'La Unión Mercantil'


En 1920, la recesión económica de la posguerra se vio acompañada de un alto índice de conflictividad, son los años del llamado 'Trienio Bolchevique' en Andalucía, con huelgas en numerosos sectores de la economía malagueña.

El movimiento obrero se radicaliza y en Málaga, como en Madrid y Barcelona, a menudo se recurre a la violencia y a los atentados terroristas. El 28 de mayo, trabajadores agrícolas asaltan el Cortijo Pinazo, propiedad del marqués del Castillo. Dos días antes había estallado una bomba en la Joyería Pabón, cuyos empleados estaban en huelga como todo el gremio de plateros. 

Portada de La Unión Mercantil.
Durante la madrugada, el puente de la Aurora fue rociado con petróleo para quemarlo. El 22 de junio estalla otra bomba en las instalaciones de La Unión Mercantil, situada en calle Marqués.

Los efectos de la explosión en esta publicación propiedad de los Creixell, de tendencia conservadora, no fueron importantes. Las pérdidas ascendieron a 15.000 pesetas, pero la condena fue unánime ya que el ataque a un medio de expresión de tal arraigo en la ciudad provocó la condena unánime de la sociedad malagueña.

Fundamentalmente cuando se conoció que uno de los redactores, trabajando en el momento de la explosión, se había quedado sordo y, sobre todo, tras conocerse que el joven aprendiz del periódico Pedro Santiago, apenas un niño que no tendría más de 10 años, estaba malherido en el Hospital Civil, en donde se le tuvieron que practicar diversas operaciones de gravedad, tras ser lanzado por los aires por la onda expansiva de la explosión.

Las condenas de los periódicos regionales fueron numerosas, al igual que las autoridades y los propios malagueños que visitaron la redacción para solidarizarse con el periódico.

En su siguiente edición, La Unión Mercantil agradeció estas muestras de apoyo y denuncia del acto terrorista «que hizo víctima a un infeliz muchacho, desconocedor por sus años de esta lucha e ideas del comunismo a la moda».

Hubo detenidos entre los sindicalistas más significados, como Felipe Torres Gallero, Manuel Gariño y José Fernández Lunar, entre otros, que fueron puestos poco después en libertad. Más tarde se detuvo a seis trabajadores, a los que defendió en el juicio el diputado republicano Francisco Layret. Todos fueron absueltos.