Mastodon Málaga y sus historias: dulces
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lunes, 3 de febrero de 2025

La confitería ‘La Exquisita’

 

La Confitería "La Exquisita" es un emblemático establecimiento de Málaga, fundado en 1934 en la calle Cister. Durante más de 80 años, ha deleitado a los malagueños con una variedad de dulces artesanales, destacando especialidades como los roscos de vino, dulces de hojaldre y torrijas.


La Exquisita en la avenida Carlos Haya.


En 2014, debido al encarecimiento del alquiler, la confitería cerró su local matriz en la calle Cister. Sin embargo, para mantener viva la tradición y seguir ofreciendo sus productos, "La Exquisita" había expandido previamente su presencia en la ciudad con otros establecimientos, como el de la Avenida Carlos Haya, 145, el enclavado en Echeverría (El Palo) o en calle Reding, 3 (La Malagueta).

A lo largo de su historia, "La Exquisita" se ha consolidado como un referente en la repostería malagueña, siendo especialmente concurrida durante festividades como la Semana Santa y la Feria de Málaga. Su compromiso con la calidad y la tradición ha permitido que, a pesar del cierre de su local original, la confitería siga presente en la vida de los malagueños a través de sus otros establecimientos.

Además, "La Exquisita" ha sido reconocida por la calidad de sus productos, como el roscón de Reyes, siendo destacada entre las confiterías más antiguas y apreciadas de la provincia.

martes, 7 de noviembre de 2023

«Al rico coqui...»

 

Hace algunas semanas llamó mi atención en la cuenta de X (antes Twitter) de ¿Dónde estabas Málaga? una publicación referida a los coquis, donde el autor de la información señalaba que se trataba de «un barquillo y merengue, con aspecto de cucurucho de helado, pero que no es frío, y que se solía vender de forma ambulante por las calles de Málaga, insertados sobre una bandeja de corcho». Un producto que permanece en la memoria de muchos malagueños, pero sobre el que no existe casi documentación.


Vendedor de coquis.


Rebuscando en distintos archivos, el término coqui se refiere a un cucurucho de barquillo que se vendían rellenos con clara de huevo montada colorada en suaves tonos pasteles. Palabra ya en desuso por haber desaparecido este sucedáneo de helado y que posiblemente tiene su raíz en la inglesa "cookie" (galleta).

En el Diccionario Digital Malagueño-Español se recoge el término pirigüigüidefinido como un cucurucho con merengue o canela, también conocido como “el Rico Coqui”. En esa misma publicación se recoge que el rico Coqui, era y es uno de los dulces de Semana Santa preferidos por los niños.

Sí se sabe, y los más mayores del lugar lo recordarán, que los vendedores del coqui, que tenían carácter ambulante, iban pregonando por las calles su mercancía, gritando «Al rico coqui…», «guenisimooo. To lo que diga es poco », «pa chuparse los dedos».

En el diario La Opinión de Málaga se recoge un texto de marzo de 2011, firmado por Ález Meléndez, que dice textualmente: «Al rico coqui», pregonaba por los callejones del Perchel un vendedor con una bandeja de barquillos coronados por una seudoespuma de poliuretano rosa azucarada, con una cucharita de plástico incrustada como un dardo en un corcho a modo de adorno más que de utensilio para facilitar su consumo; en el primer bocado se venía contigo el cartón rosa sin tú quererlo, y mi abuela me decía: «Ya te lo has comío, chiquillo... ¡Saboréalo!».

Según algunas fuentes el popular dulce fue finalmente prohibido por las autoridades sanitarias debido al peligro que podía suponer el mal estado de conservación de sus componentes. También está comprobado que el coqui no era un dulce exclusivamente malagueño, ya que hay datos de su consumo, al menos, también en Sevilla y Huelva.

Hay que suponer que el hecho de que la mascota de la promoción de los productos malagueños Sabor a Málaga se llame Coqui, tiene relación con el referido dulce, ya que en los años de su venta los niños no tenían más chucherías que el coqui.

La fotografía que ilustra la información, según la citada cuenta de ¿Dónde estabas, Málaga?, habría sido captada en la calle Pizarro del barrio de la Trinidad en noviembre de 1975 y la imagen pertenece a la colección de Francisco del Barrio Arenaza.

lunes, 24 de octubre de 2022

Las ‘locas’ malagueñas

 

Todo el que visita Málaga sabe que es una obligación probar los espetos, el ajoblanco o la berza malagueña. Platos típicos y muy identificativos de esta tierra, aunque no son los únicos. Las 'locas' también son una seña de identidad de la provincia de Málaga pero casi desconocidas más allá de sus fronteras. Consisten en dos capas de hojaldre rellenas de crema pastelera y un glaseado de naranja rematado con media guinda.


Torta loca malagueña.


Un dulce caracterizado por su sencillez en una época marcada por el hambre. Se originó en los años cincuenta, fruto de la colaboración entre una mujer pastelera y un exfutbolista del Málaga. Añadir, de manera anecdótica, que su nombre procede de la canción 'A lo loco, a lo loco' , un tema desenfadado muy escuchado en aquellos años.

En los tiempos del hambre una mujer llamada Ángeles decidió convertir la sencilla cocina de su casa situada en la pedanía del Camino de los Almendrales en un pequeño obrador en el que, con harina de estraperlo, elaboraba bollos y freía rosquillas y borrachuelos para posteriormente venderlas en las lecherías y en los antiguos despachos de pan que había en los barrios más clásicos de Málaga. El niño José Ruiz acompañaba a su madre en esa labor y con los años fue aprendiendo el oficio.

Pasa el tiempo y gracias al esfuerzo de la familia, lo que al principio comenzó como un salvavidas acaba siendo un obrador reconocido, el de la familia Tejeros. En los barrios de la Victoria y Capuchinos comienza a oler muy bien y de los hornos de leña y los peroles salen torrijas, bizcochos y pestiños.

Es entonces cuando aparece en escena Eduardo Rubio, jugador del Club Deportivo Málaga, que conoce al matrimonio formado por Mari Tejeros y Pepe Ruiz con los que se propone conseguir el objetivo de elevar el nivel y la calidad de los dulces que los malagueños degustaban.

Es cuando se crea un pastel distinto. Dos discos de hojaldre, una crema pastelera y un glaseado naranja por encima coronado con media guinda son los elementos con los que se crea la torta loca. Todo sencillo y barato, incluido el glaseado que aunque parezca lo contrario, no era yema de huevo sino un glaseado de azúcar que resultaba mucho más barato.

A finales de los años setenta en Málaga este dulce triunfa. El citado matrimonio de trabajadores consigue con el tiempo aglutinar a buen grupo de pasteleros jóvenes a los que forman para convertirse en profesionales de primer nivel y es en la victoriana calle Tejeros en la que desarrollan gran parte del proyecto que hoy es el Obrador de Confitería Tejeros. Llegan nuevos productos y materias primas de toda Europa y comienzan a salir nuevos dulces a las calles de Málaga.

lunes, 9 de mayo de 2022

La confitería María Manín

 

Tres generaciones de pasteleros mantuvieron abierta una de las más famosas confiterías de Málaga, Casa María Manín, que abrió sus puertas en 1894 y que cerró en el año 1966. Una pastelería que llegó a ser proveedora de la Casa Real.


Calle Granada en 1930.


Ubicada primero en el número 35 de la calle Granada, después, por la necesidad de ampliar su obrador ante la elevada demanda, en el número 20 de la misma calle, sus borrachuelos, roscos y sus tortas eran exportados a diferentes puntos de la geografía española, para atender el deseo de aquellos malagueños que residiendo fuera de Málaga añoraban los famosos dulces de la Casa de María Manín. En la memoria de los malagueños con mayor edad todavía queda en su recuerdo el olor de los dulces que al salir del horno inundaban calle Granada.

Según algunas fuentes, las colas que se formaban ante la confitería llegaban a requerir la presencia de la Policía Local, para intentar poner orden entre la ansiosa clientela, lo que obligó también a limitar a medio kilo la cantidad máxima a adquirir en cada compra.

Con el paso del tiempo la Casa María Manín fue modernizando sus instalaciones y ampliando su plantilla, pero sin perder nunca las características y propiedades de sus productos, elaborados siempre con las mejores materias primas.

El contacto con la Casa Real se inició tras la visita a la confitería de parte de la familia real, algunos de los infantes, que degustaron los dulces, muestra de la una tradición malagueña, y que a partir de aquel momento eran solicitados desde Madrid, casi siempre coincidiendo con las fiestas navideñas.