Mastodon Málaga y sus historias: habitantes
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jueves, 13 de abril de 2023

El pueblo más pequeño de Málaga

Atajate, enclavado entre los valles del Guadiaro y el Genal, en la Serranía de Ronda, es un pequeño pueblo de casas blancas y de origen árabe. Atajate solo tiene 150 vecinos y por eso es conocido como el municipio más pequeño de toda la provincia de Málaga.


Rincón de Atajate.


Aún con tan pocos habitantes, Atajate cuenta con interesantes fachadas dieciochescas y varios atractivos monumentales que visitar. La iglesia de San José o de San Roque fue construida durante el siglo XVIII, pero sus líneas barrocas pertenecen a la reforma realizada un siglo más tarde. En el exterior aún se conserva parte de la portada de ladrillo de estilo renacentista, la muestra arquitectónica más antigua del municipio.

La Fuente-Lavadero es una verdadera muestra de la arquitectura popular de la Serranía de Ronda. Se trata de una construcción techada simple a la que acudían las mujeres a lavar. Otra fuente a destacar de Atajate es la de Barrio Alto.

En las calles de este municipio está un Museo Abierto del Mosto. A través de textos, ilustraciones y herramientas tradicionales, como una vieja prensa, se puede conocer el proceso de elaboración de esta bebida tan relevante en el pueblo. También, a través de murales cerámicos instalados en algunos edificios del pueblo, se narra cómo Atajate ha ido evolucionando histórica, política y socialmente a lo largo de los siglos.

Fragmentos de hachas hallados en cuevas próximas al pueblo confirman la presencia del hombre prehistórico en Atajate. Por el municipio también pasaron los romanos, que en su trasiego por estos contornos dejaron monedas y cerámicas. A partir de esa época, sin embargo, se produce un silencio histórico que se rompe con la llegada de los árabes. Fue en ese periodo cuando surgió la localidad, al abrigo de una fortaleza construida por los musulmanes en el Cerro del Cuervo.

Durante la invasión napoleónica, Atajate fue destruido por los ataques protagonizados por el ejército francés. Sus habitantes abandonaron lo que quedaba de sus viviendas y los bandoleros de la comarca convirtieron al pueblo en uno de sus refugios predilectos. Era aquí donde esos bandidos solían ocultarse tras asaltar las diligencias que cruzaban la Serranía de Ronda.

En el siglo XIX, una epidemia de filoxera acabó con las vides de la provincia de Málaga y con la pujante industria vitivinícola. Atajate no fue una excepción. Llegó a tener hasta una treintena de lagares, cuyos restos todavía son visibles. Aún quedan dos en activo y un tercero en desuso. Este último está incluido en el Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía por poseer un antiguo sistema de prensado que lo hace único.


miércoles, 26 de diciembre de 2018

Málaga supera los 500.000 habitantes

A 1 de marzo de 1981, Málaga ciudad contabiliza 502.232 habitantes, de los que 259.729 son mujeres y el resto varones, según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos en el censo.

Equipo médico del hospital materno-infantil
con el primer niño nacido en 1981. Foto: Sur.
Estas cifras sitúan a Málaga como la sexta ciudad de España en número de habitantes, además de propiciar un importante incremento en la recepción de fondos económicos estatales para la ciudad.

Desde entonces la curva de crecimiento del número de habitantes de la capital malagueña ha crecido lentamente, e incluso en algunos años se ha estancado. Según el censo de 2016 Málaga contaba con 569.009 habitantes.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Málaga pierde población

La población de Málaga y provincia ante el horizonte del nuevo siglo se eleva en el año 1900 a 511.989 habitantes, cifra que supone una pérdida de aproximadamente siete mil personas con respecto al censo de 1887, dato que refleja la crisis demográfica en los años finiseculares.

La capital -incluyendo OlíasChurriana y Torremolinos- contaba entonces con 137.020 habitantes; y le siguen en importancia AntequeraVélez-MálagaRondaCoín y AloraMarbella, que al final del siglo XX será la segunda localidad de la provincia, no superaba la cota de 10.000 habitantes.
Las cosas son ahora distintas. En Andalucía, una región donde la pérdida de población es la norma (con cinco de las ocho provincias en retroceso), Málaga no sólo mantiene su poder de atracción de población, sino que lo intensifica.

Málaga es la provincia andaluza que más población extranjera atrae.

Según la última actualización de la Estadística del Padrón Continuo, la provincia sumó 9.171 vecinos el año pasado (un 0,6%), y alcanzó los 1.639.786 habitantes a 1 de enero de 2018. Este crecimiento es superior al que suman las demás provincias andaluzas juntas; de hecho, sin la aportación positiva de Málaga, Andalucía habría perdido casi 12.000 habitantes. Aun contando con ella, la población de la comunidad autónoma disminuyó en 572 personas debido sobre todo al peso negativo de Jaén (-5.802 habitantes) y Córdoba (-3.367).

Málaga aceleró su crecimiento poblacional en 2017, logrando el mayor aumento desde el año 2012. En el ranking nacional, fue la sexta provincia que más habitantes sumó. Y este incremento fue posible por el avance conjunto de la población autóctona y foránea. Concretamente, Málaga ha sumado en un año 4.755 habitantes con DNI español y 4.416 de otras nacionalidades. Esto último es una novedad respecto a los cinco años anteriores, durante los cuales la colonia extranjera estuvo disminuyendo.

Pero, qué ha cambiado para que la población extranjera vuelva a crecer.  Lo que ha pasado es que la colonia de europeos afincados en la provincia se ha reducido drásticamente, especialmente la más numerosa, que es la británica. Desde 2013, el número de británicos empadronados en municipios malagueños ha caído un 40 por ciento. Otras nacionalidades como la finlandesa también han perdido presencia. Un conjunto de causas está detrás de esta tendencia, que van  desde el envejecimiento de los miembros de estas comunidades hasta su pérdida de capacidad adquisitiva, pasando por la 'operación limpieza' que han hecho los ayuntamientos, obligados por ley, en sus padrones, a eliminar de sus registros a los extranjeros que llevan más de determinados años sin renovar su empadronamiento.

Pues bien, esta tendencia no ha cambiado. La población británica sigue en plena caída: el año pasado fue la nacionalidad que más presencia perdió en la provincia, con 1.614 ciudadanos menos empadronados. También siguen en declive la colonia finlandesa o la irlandesa. En un año, Málaga ha perdido casi mil residentes de países miembros de la UE.

Pero si estos grupos pierden presencia, ¿cuáles crecen? Crece el número de venezolanos en Málaga. El año pasado, más de 800 ciudadanos de este país encontraron refugio en la provincia. La cifra es llamativa, sobre todo comparada con el pequeño tamaño previo de esta colonia en Málaga: apenas dos mil personas. De hecho, su crecimiento relativo en un año ha sido de un 30 Por ciento, un éxodo vinculado a la situación política de Venezuela, que está favorecido por la política del Gobierno español de acoger refugiados de este país.


En este sentido aportar los siguientes datos.  La provincia sumó 3.060 vecinos provenientes de América, sobre todo de Venezuela, Colombia, Paraguay, Brasil y EE UU. También crece la colonia asiática (1.184 empadronados más), pero esta vez no fue China el país que lideró la inmigración, sino Irán, con 333 empadronados más que equivalen a un crecimiento porcentual del 30 por ciento. En cuanto a la nacionalidad siria, su presencia se incrementó en 92 personas. Respecto a la inmigración africana, creció pero de forma mucho más moderada, 147 empadronados más. Marruecos fue la nacionalidad africana que más presencia ganó en Málaga, con 362 personas más.