Mastodon Málaga y sus historias: patrimonio histórico
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viernes, 21 de abril de 2023

El Acueducto de la Fuente del Rey (y II)

 

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A la muerte de Martínez de la Vega, la primera parte del proyecto original estaba concluida. A finales del siglo XVIII y en el XIX se recuperó, por intereses particulares, la fase de construcción del puente sobre el Guadalhorce. De esta forma, tres arcos del mismo fueron factura de Martínez de la Vega, otros tres construidos entre 1792 y 1799 y los otros tres finalizados en 1820. Durante la Guerra de la Independencia se establecieron pasos provisionales de madera en el puente para superar el río. Después, hasta 1876, solo hubo insuficientes obras de mantenimiento y en 1930 se retiraron los pasos de madera, quedando definitivamente abandonado el proyecto y cualquier uso.


Arcos del Acueducto de Fuente del Rey.


El acueducto o cañería de la Fuente del Rey se percibe exteriormente por un paramento de hormigón rematado, ya sea en sección semicircular o piramidal. La fábrica es de gran solidez al estar construida con mampostería trabada con un mortero de cal, que infiere a la estructura gran dureza. Se observa también el empleo de sillares. El tratamiento exterior del paramento que alberga la cañería se realiza a base de un enfoscado de gran calidad. En total se completaron en la obra 5,5 kilómetros de los 31,24 que estaban proyectados, la mitad de los cuales correspondían a la conducción y puente sobre el Guadalhorce.

El interior alberga el caz, de sección en «U» pintado de almagra, tal y como puede apreciarse en aquellos tramos parcialmente destruidos. La obra del núcleo interior es de mampostería trabada con cal. En algunos tramos, el canal, también de sección cuadrangular, se encuentra cubierto por una laja de piedra.

El arca principal está construida según proyecto casi en su totalidad. Es de gran solidez y se encuentra en excelente estado de conservación. Para ella se diseñó un edificio de planta rectangular con entrada en una de sus esquinas junto con la salida del agua y un aljibe rectangular al centro. Fue fabricado a base de sillares tallados de origen local y se cubre con un embovedado de hormigón. La entrada se muestra adintelada, con una inscripción conmemorativa de la fecha de finalización de las obras del edificio. Cuenta con unas dimensiones de 15 metros en su flanco sur por 10 metros hacia el este de tendencia poligonal.

Del arca parten en dirección norte los primeros tramos del acueducto que en buena parte se conservan, al aire o soterrados, en unos 50/60 metros cruzando varias fincas hasta que queda cortado por la carretera de Alhaurín. Al otro lado de la vía pasa casi todo el tramo soterrado a través fincas particulares. En el trayecto se pueden observar restos de antiguos molinos a los que servía el acueducto. Hasta el cortijo Tabico se pueden observar tres tramos de 100, 150 y 107 metros que para nivelarse frente a la variable cota del terreno se encuentran a una altura entre 1,70 y 2,00 metros. Después el trazado gira al oeste y se encuentra muy fragmentado hasta llegar al mencionado cortijo, donde la cañería tiene una extensión de 156 metros.

Desde el Tabico hasta el Peñón Zapata, el trazado discurre por una zona habitada, donde sirve de linde, salva una depresión y poco después un arroyo para lo que se llega a elevar hasta 5,00 metros y se abren tres ojos, presentando a la vista gran monumentalidad por los arcos empleados. Sigue semisoterrado y cortado en varios tramos hasta llegar a la zona habitada de la barriada de Zapata en Alhaurín de la Torre donde avanza por 1.200 metros con varios grandes arcos. Después se llega al Puente del Rey próximo a las pistas del aeropuerto de Málaga, a la altura del camino o carretera del Chopo. A pesar de que se encuentra en un estado de conservación deficiente, el puente sobre el Guadalhorce es uno de los sectores más llamativos y sorprendentes.

Permanecen todavía en el siglo XXI cinco arcos pequeños, dos grandes y diez pilares. La técnica constructiva y la formalización de los arcos ,aun estando los pequeños cegados, resultan de gran potencia formal.

El Acueducto de la Fuente del Rey es un bien inmueble declarado bien de interés cultural con la calificación de Sitio Histórico e inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, por decreto de 8 de mayo de 2018 de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y goza del nivel de protección establecido para dichos bienes en la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía.

viernes, 2 de abril de 2021

La Semana Santa malagueña (y III)

 

Esta etapa de oro se truncará por motivos políticos y sociales. En la noche del 11 al 12 de mayo de 1931, recién estrenada la Segunda República, grupos incontrolados irrumpen en los templos de la ciudad de Málaga y se dedican a la destrucción masiva de cuanto encuentran en los mismos. La intolerancia de algunos acaba con el patrimonio devocional de siglos en la ciudad. Tras estos sucesos, se suspenden las procesiones durante los años 1932, 1933 y 1934, aunque en 1935 algunas hermandades salieron a la calle, se les denominaría a partir de entonces como "las valientes", arriesgando lo poco del patrimonio que en aquel entonces habían logrado reunir.


Iglesia de Santiago.


En 1936, la Guerra Civil trae una nueva ola de destrucción que acaba de nuevo con casi todo lo rescatado de los desmanes anteriores. La postguerra fue dura para todo el mundo, y, por supuesto, para las cofradías. La recuperación patrimonial vendrá también influenciada por las circunstancias sociales y políticas de la contienda.


Los vencedores, en un claro espíritu "nacional-católico", fomentarán dicha celebración como el triunfo sobre los enemigos de la fe católica, magnificando y politizando descaradamente en los primeros años algo tan del pueblo como las procesiones.


Como consecuencia de ello, la presencia de fuerzas militares se incrementará notablemente, aunque ya resultara importante en siglos anteriores. Por otro lado, las no siempre fluidas relaciones entre los cofrades y el clero harán que un decreto episcopal prohíba el montaje de tronos en los templos debido a las molestias que ocasiona en el culto religioso de esos días. Al no depender ahora de las medidas de ninguna puerta el tamaño puede crecer libremente. Los tronos de Málaga incrementan su tamaño y adquieren una de sus características más notables.


La llegada de la democracia en los años 70 verá surgir jóvenes cofrades que zanjarán parte de las discusiones generacionales creando nuevas hermandades, con una visión de la Semana Santa diferente.


Ahora lo importante no será tanto la suntuosidad de los desfiles procesionales, sino el poder salir de los templos en los que radica la cofradía en cuestión y en realizar estación de penitencia en la Catedral, algo que será permitido libremente a las cofradías malagueñas por parte del Obispado a partir de 1988, hasta entonces tan sólo gozaban de ese privilegio las cofradías de Viñeros y de Pasión.


Así en Málaga se logró la convivencia de dos formas de procesionar en Semana Santa. Junto a la desarrollada en la postguerra, tronos de grandes dimensiones, suntuosidad y lujo en los cortejos procesionales, también se dan las procesiones surgidas a partir de finales de los años 70 en las nuevas cofradías, con espíritu penitencial más austero y concediéndose mayor importancia a la estación de penitencia. En cualquier caso, la variedad es algo que define la esencia de la Semana Santa malagueña.

jueves, 2 de enero de 2020

El Málaga Cinema

A partir de los años veinte del pasado siglo, el paisaje urbano malagueño se va poblando rápidamente de salas cinematográficas. La nota dominante de estos nuevos cines es que se montan en sólidos inmuebles bien integrados en el casco urbano.

El Málaga Cinema en 1935.
Difieren de otras salas anteriores, como Vital Aza, Pascualini o el Salón Victoria Eugenia, de arquitectura y programación circenses. Así nacen, en pleno centro de la capital, el Petit Palais, el Cinema Concert o el Goya. En los barrios, el Moderno o el Plus. Todos dedicados a la proyección de las mejores obras del cine mudo.

Con la llegada del cine sonoro,  el séptimo arte se abre hueco en todas las capas sociales y la demanda invita a los empresarios. En plena República, y en un radio que no supera los 200 metros, aparecerán tres nuevos cines, el Echegaray, 1932, el Actualidades, 1934, y el Málaga Cinema.

Mucho antes del 31 de agosto de 1935, fecha de apertura del Málaga Cinema, se anuncia en la prensa local que pronto se inaugurará el mejor cine popular de España. Sin duda una afirmación exagerada, pero quizás no ajena a la voluntad del propietario.

Juan del Río González es el promotor de este gran proyecto, que cuenta para su realización con un arquitecto experimentado, el gaditano Antonio Sánchez Esteve.

Desde el primer momento se distingue por sus notables cualidades. No es un cine al uso, es el Cinema. Aforo de casi dos mil localidades. Dos bares, uno en el vestíbulo de entrada por calle Casapalma y otro en el piso del anfiteatro. El más avanzado sistema de acondicionamiento de aire. Y lo más sorprendente, el precio de las localidades: 50 céntimos la butaca de patio y 70 la de anfiteatro, frente a la peseta que cuesta la entrada en el resto de los cines del centro.

La sala se inaugura con la película "La hermana San Sulpicio" de Florián Rey, con Imperio Argentina como protagonista. Dentro de sus hitos hay que reseñar la fecha del 31 de enero de1955 cuando el Málaga Cinema presenta el cinemascope con la exhibición de la primera producción con esta técnica: "La túnica sagrada".

El cine es derribado en 1974, a pesar de formar parte de la historia del cine en Málaga. Gran referente de la vida de una época.