Mastodon Málaga y sus historias: Círculo Mercantil
Mostrando entradas con la etiqueta Círculo Mercantil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Círculo Mercantil. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de noviembre de 2022

El Círculo Mercantil (y II)

 

En la entrada anterior se realizó un viaje por la historia de las primeras etapas del Círculo Mercantil de Málaga que en 1963, después de un largo proceso judicial sobre el arrendamiento de sus instalaciones, tuvo que vender a la entonces Caja de Ahorros de Ronda su pinacoteca y los fondos bibliográficos embargados por la dueña de los anteriores locales que, además, tuvo que abandonar. Sin embargo, a pesar de estas contingencias, las actividades culturales del Círculo siguieron incrementándose en esta etapa.


Asistentes al baile del Círculo Mercantil en 1935.


El cambio a una nueva sede y sus circunstancias marcan el final de la segunda etapa del Círculo, que se puede fijar a finales de 1968. Dicha sede era la sexta ubicación de la sociedad, los únicos locales sociales que fueron propiedad de la misma, y ocupaban las plantas segunda, tercera y cuarta del edificio de la calle de Felix Saez, número nueve.

Aquí comienza un enfoque novedoso en la celebración de eventos y actividades tales como la emisión de programas radiofónicos desde sus locales, recitales de música pop, la presentación de libros y revistas, y la reorganización del club de ajedrez, que propició torneos internos y con otros clubs, al tiempo que se siguieron con las actividades tradicionales de celebración de conferencias y coloquios y se mantuvo una implicación notable del Círculo en las celebraciones populares.

Sin embargo, en aquellos años los cambios sociales hacían que muchas sociedades similares al Círculo fueran desapareciendo por desafección de sus socios, que encontraban un mundo con mayores posibilidades de desarrollo personal, y otras maneras diferentes de disfrutar de su ocio, lo que no dejo de afectar al Círculo. Tan es así que mediada la década de los ochenta se llegó a pensar en la venta de la sede, hecho que se produjo en 1995 para pagar el préstamo hipotecario en vigor, y las deudas contraídas con los proveedores y trabajadores.

La etapa actual no puede entenderse sin el acuerdo que toma la Asamblea General Extraordinaria del Círculo el 12 de octubre de 1994 que decide “el cese temporal del Círculo Mercantil” y deja encargado a su presidente de “reactivar el Círculo cuando lo estime oportuno”.

El siete de marzo de 2012 se reúne una Asamblea General Constituyente del Círculo Mercantil en su nueva etapa, que nombra una nueva Junta Directiva para realizar los trámites administrativos de su reactivación con el objetivo de adaptarse a los tiempos actuales, manteniendo el espíritu que animó a los fundadores y a aquellos que le siguieron dando una fructífera vida.

jueves, 10 de noviembre de 2022

El Círculo Mercantil (I)

 

El Círculo Mercantil de Málaga, fundado el 2 de septiembre del lejano 1862, aunque algunos lo datan en el año 1864, surgió casi al mismo tiempo que la Cámara de Comercio y casi como una prolongación de ésta. Tomando como referencia los clubes ingleses o la actividad de la ya existente Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga, el Círculo se convirtió en un lugar de reunión para los comerciantes e incipientes empresarios decimonónicos, en unos años donde no sobraban los lugares de esparcimiento social.


Salones del Círculo Mercantil.


La primera sede del Círculo Mercantil estuvo situada en la ahora denominada calle Especerías, y entre sus actividades figuraban fiestas de carnaval, grandes bailes, casino y actos sociales y culturales. Hubo una segunda sede en un recoveco de la calle Larios y por último se ubicó en la plaza de Félix Sáenz, donde estuvo hasta mitad de los 90.

El Círculo fue conocido durante muchos años como «Villacalcetines» por el hecho de que los comerciantes se sentaban en unos sillones mientras los betuneros les limpiaban los zapatos, enseñando los calcetines a todos los que pasaban. El Círculo respondió en cada momento a las inquietudes de su tiempo. Al principio era un lugar de recreo, donde se podía jugar al dominó o al tute, discutir u organizar bailes de sociedad. Más tarde se admitieron a las mujeres como socias, y se echaban las tardes tomando café y de tertulia. A partir de los años 60 era un lugar donde reunirse a ver la televisión, aunque cuando las ofertas de ocio fueron creciendo el Círculo se fue quedando cada vez más vacío de contenidos.

La historia del Círculo se puede dividir en tres etapas diferenciadas; una desde sus primeros años hasta 1936, otra desde esa fecha a fines del siglo XX, y otra la de la actualidad

En 1866 el Círculo creó su Biblioteca, una de las tres públicas de Málaga que tuvo una gran importancia en la vida cultural de la ciudad. Además, el Círculo en su actividad diaria patrocinó conferencias y ciclos de música y becó a pintores malagueños a los que facilitó sus salas para exposiciones, y formó una pinacoteca propia que llegó a ser la segunda de su tiempo a nivel provincial. En resumen, en esa primera etapa existía una gran simbiosis del Círculo con la ciudad.

En su segunda etapa, el Círculo hubo de cambiar sus “estatutos republicanos” por unos “estatutos de nuevo Régimen”. Y adaptarse a ellos en su funcionamiento, al tiempo que pasó a ubicarse en la misma calle Larios en local diferente al que había venido haciéndolo desde 1891 hasta 1936. El nuevo local, de amplias dimensiones era también propiedad del marqués de Larios. La inauguración de la nueva sede se hizo el 8 de febrero de 1939, y las instalaciones de la nueva biblioteca se pusieron en marcha en 1944 con un total de 2.000 volúmenes y un servicio de hemeroteca.


Próxima entrega: El Círculo Mercantil (y II)

jueves, 24 de septiembre de 2020

Conferencia de Valle Inclán

 El 29 de octubre de 1926 pronuncia una conferencia el escritor Ramón María del Valle Inclán en el Círculo Mercantil, titulada 'Autocrítica', ante un público numeroso y entusiasmado.


Valle Inclán.


Valle Inclán visita Málaga en un momento sólido de su vida, maduro, estable y con cierta holgura económica. Don Ramón vendría a Málaga invitado por el Círculo Mercantil, tras una completa ruta por Asturias. Su presidente en aquellos momentos era Enrique Mapelli Raggio, pintor y político republicano, que fue alcalde de Málaga en 1917, y que sería gobernador civil interino en mayo de 1931, cuando la violenta quema de iglesias y conventos en la ciudad.


El Círculo Mercantil era en 1926 un espacio moderno y cosmopolita, al servicio de la burguesía comercial e industrial, que contaba con unas lujosas y bien decoradas instalaciones en la calle Larios, además de una fecunda biblioteca y amplios salones propicios para la tertulia y la conversación. Se recibía prensa nacional e internacional, sus socios (limitados a 200) estaban por lo tanto muy bien informados.


El miércoles 27 de octubre de 1926, La Unión Mercantil recoge la llegada de Valle Inclán, esa misma tarde. El jueves 28 tanto El Cronista como el Diario de Málaga llaman la atención sobre la conferencia, que se celebrará a las diez de la noche. El Cronista publica además una breve entrevista con el autor.


El día 29 el mismo medio recoge a doble página la conferencia, incluyendo una foto de Valle Inclán en la calle Larios, en el escaparate de la librería Rivas, un Valle Inclán ya icónico, barba blanca, gafas redondas, traje y bastón en su mano derecha.


Finalmente, el sábado 30 de octubre aparece también en El Cronista la noticia de la marcha de Valle Inclán: “en el exprés de ayer tarde regresó a Madrid don Ramón del Valle Inclán, reclamado por el Círculo de Bellas Artes para la inauguración de su nuevo edificio social”.


Ese mismo día se publicaría en el Diario de Málaga un «comentario» a la conferencia firmado por Carlos Valverde López, escritor y poeta muy celebrado en su ciudad natal, Priego de Córdoba, pero al que Francisco Bejarano Robles describe como un “hombre chapado a la antigua y censor catoniano de novedades extranjerizantes”.


No era la primera vez que Valle Inclán incluía el término «Autocrítica» en el título de alguna de sus conferencias. Lo hizo por primera vez en Madrid, en mayo de 1907, en un acto en el Ateneo («¡Viva la bagatela! Autocrítica»).