Mastodon Málaga y sus historias: Fernando VII
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lunes, 22 de marzo de 2021

Fastos en Málaga por el regreso de Fernando VII

 

El 29 de mayo de 1814, a la una de la madrugada llegó a Málaga la noticia del regreso a España del rey absolutista Fernando VII. Las campanas de todas las iglesias fueron echadas al vuelo y a pesar de lo intempestivo de la hora las calles se vieron llenas de gente. Poco después, en Ronda, dieron comienzo las fiestas organizadas por la Real Maestranza de Caballería con motivo del regreso del rey. Según cuentan las crónicas, los festejos se iniciaron con un repique de campanas y por la noche hubo iluminaciones.


Fernando VII.


En un balcón de la Plaza de Toros estaba el retrato del rey bajo dosel, con la guardia de cuatro maestrantes, espada en mano. Las luces formaban una inscripción que decía, A Fernando VII la Real Maestranza de Ronda. Había otras figuras que representaban al soberano, ya a caballo, ya a pié, aludiendo a su marcha a Franciaal Congreso de Bayona y a su prisión en Valencey y también su regreso a España, con letreros aclaratorios de luces. Las orquestas estaban en los ángulos de la plaza. Hubo fuegos de artificio y con la ayuda de unas cuerda se derribó la estatua de Bonaparte que vino a tierra al estallar el último cohete.


A la mañana siguiente se reunieron en Ronda todas las autoridades en la casa de Alonso Hornillo y Salinas, lugar teniente de la Maestranza y llevaron el retrato del rey a la iglesia de San Pedro, donde hubo función solemne con sermón y tedeum. Por la tarde, todos los maestrantes, con sus caballos vistosamente enjaezados y espada en mano, acompañaron al retrato de Fernando VII que iba en un coche de gala y lo llevaron al Balcón, presidiendo la plaza. Enseguida comenzó el manejo de caballos, corriendo parejas, haciendo evoluciones y escaramuzas y jugando lances. Asistieron unas 20.000 personas. Después se lidiaron novillos. Por la noche hubo baile en casa del lugar teniente. Por los balcones y ventanas se arrojaron al público azafates llenos de dulces. La fachada estaba iluminada, luciendo oportunas inscripciones.


Unas fiestas que se repitieron en Málaga. El cabildo celebró una función solemne predicando el arcediano de Ronda Diego José Benitez. El Ayuntamiento regaló a la tropa 300 duros. En el balcón de las Casas Consistoriales estaba el retrato del rey cubierto por una cortina que descorrieron dos regidores, a la vez que la tropa hizo los honores descargando sus fusiles. Se corrieron toros de cuerda, destinándose al ejército la carne de dos de ellos. También hubo fuegos e iluminaciones. Unas fiestas que se prolongaron días después. El Colegio de Abogados celebró una función en la que hubo bailes de máscaras en un tablado que en la plaza levantaron los gremios.

martes, 16 de junio de 2020

La Farola

Faros en España hay muchos pero la Farola de Málaga, junto con la Farola del Mar en Tenerife, son los únicos faros que tienen género femenino. El 20 de mayo de 2017 se cumplieron dos siglos de la inauguración de La Farola, símbolo histórico para la ciudad de Málaga, construida con un presupuesto de casi 400.000 reales, equivalentes a unos 600 euros.

La Farola de Málaga.
Esta famosa obra que lleva un nombre femenino, fue construida con piedra del Monte Gibralfaro, con la mano de obra de presidiarios, lo que sin lugar a dudas, abarató los costos. La construcción del faro se inició en el siglo XIX, específicamente en el año 1717, durante el reinado de Fernando VII.

La idea de constituir un faro en este lugar, formó parte de un plan de ampliación del Muelle de Levante y se encomendó al ingeniero Joaquín María Pery, el diseño de dicho proyecto. Fue entonces cuando se planteó una torre de 120 metros, con un cuello largo de 21.64 metros de alto y una base de 9.8 metros de diámetro con una linterna atirantada. Una vez culminada la obra, el faro fue inaugurado el 30 de mayo de 1817, en la festividad de San Fernando, como un homenaje al entonces rey.

Desde su inauguración, esta obra ha sido uno de los íconos atractivos turísticos más importantes de la capital malagueña y unos años más tarde, los nativos la bautizaron como “La Farola de Málaga”, cuyo nombre es reconocido hoy popularmente. Durante su larga historia, su estructura ha sido sometida a varias reformas.

La primera revisión importante fue una consecuencia del terremoto de 1884, luego de que el desastre dejara inoperativo los mecanismos del faro. Una planta baja fue construida en el perímetro del faro en 1851, con la finalidad de que el vigilante pudiera permanecer allí con comodidad, luego en el año 1915 se incorporó una primera planta. Más tarde, durante la guerra civil, el faro sufrió grandes daños y debió someterse a reparaciones.