![]() |
José María Amado. |
Amado,
que era víctima del
Alzheimer
desde un
año antes, había empeorado
su salud tras
sufrir un
accidente doméstico. Fue
enterrado en el cementerio de la
localidad de Benalmádena,
donde residía con su hija María
José y
su yerno, el pintor y poeta Lorenzo
Saval,
quien compartía con el fallecido la dirección de Litoral
desde 1975.
Amado
fue,
como editor y director, artífice de la última época de Litoral,
rescatando en 1968 una
cabecera
que se había convertido en mítica
como
plataforma estética de la Generación
del 27,
desde que en 1926 los poetas Emilio
Prados
y Manuel
Altolaguirre crearan
la
revista donde
publicaron sus primeros versos varios miembros de la
citada
generación.
La
revista vivió dos épocas más. Una
que sólo conoció dos números en 1929, donde José
María Hinojosa
se unió a los citados
poetas,
y otra desde el exilio mexicano en 1944, con Prados,
Altolaguirre,
Moreno
Villa,
Rejano
y Giner
de los Ríos.
Desde
que José
María Amado
asumió
su renacimiento, en 1968, la revista se ha publicado
ininterrumpidamente, convirtiéndose en una exquisita referencia
sobre la poesía y la pintura contemporáneas, normalmente bajo la
estructura de números monográficos o de homenaje.´
Desde
sus páginas se reclamó la vuelta del exilio de poetas como Alberti,
o se publicaron homenajes a Lorca
cuando tpdavía
sus poemas eran casi clandestinos. María
Zambrano,
Brenan,
Aleixandre,
Bergamín,
Neruda
o Picasso,
entre
otros muchos, así como ediciones
facsímiles de las primeras épocas de la revista y
monografías dedicadas, por
ejemplo,
a la poesía del rock, erótica, cubana o escrita en diferentes
idiomas, protagonizaron
varios de sus números.
Todavía
recuerdo con ternura la que creo que fue una de sus últimas
entrevistas que me concedió para Diario 16 Málaga José
María Amado. Todavía entonces conservaba una admirable lucidez.