Mastodon Málaga y sus historias: Generación del 27
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jueves, 1 de septiembre de 2022

Luis Cernuda y Málaga

 

Para el poeta Luis Cernuda, nacido en Sevilla el 21 de septiembre de 1902, la ciudad y la provincia de Málaga fueron lugares muy especiales donde conoció la felicidad y la amistad.

Al morir la madre de Cernuda en el verano de 1928, el poeta se sintió libre de abandonar Sevilla. Camino de Madrid, pasó unos días en Málaga con los responsables de la imprenta Sur, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, quienes un año antes habían publicado el libro del poeta Perfil del aire, como un suplemento de la revista Litoral. Ésta fue la primera vez que Cernuda vio el mar y el espectáculo le impresionó tantoque incluyó una recreación de la costa malagueña en el relato El indolente, escrito en 1929, en donde el poeta recreó nítidamente la costa malagueña aunque sin citarla por su nombre, pero el paisaje, las costumbres, la flora, la presencia borrosa de las montañas africanas en el horizonte remiten, sin duda, al litoral malacitano.


Luis Cernuda en una playa de Torre del Mar.


Conoce también en esta corta estancia a José María Hinojosa, quien le mostrará distintos puntos de la provincia, como Ronda, el pantano de El Chorro y Campillos, pueblo natal de Hinojosa. Este primer encuentro con el grupo malagueño de poetas y con el mar se dejaría sentir en su obra.

Después de Madrid viajó a París y a Tolouse para ocupar el puesto de lector de español. En cuanto experimento con el automatismo propuesto por los surrealistas durante su estancia en París, sus poemas recogidos en el libro Un río, un amor representaron un paso decisivo en la carrera del poeta.

Unos años más tarde, Cernuda estuvo en Málaga de agosto a septiembre del 33, en compañía de Emilio Prados, Bernabé Fernández-Canivell, impresor con el que desde entonces le uniría una gran amistad, hasta el punto de dedicarle el poema titulado Los fantasmas del deseo, de su libro Donde habite el olvido, y con los hermanos Carmona, el pintor Darío y Gerardo, con quien mantendría una relación amorosa muy feliz.

Son días nuevamente de gozosas excursiones al mar, ya sea en las playas de la capital o en las de Torremolinos. En poemas como El joven marino, A un muchacho andaluz o Soliloquio del farero el mar y el paisaje andaluz aparecen mitificados. Pero será en el poema Elegía anticipada, incluido en Como quien espera el alba, de 1947, donde Cernuda evocará aquellos días dichosos en la costa malagueña, que califica como cima de su vida. En este texto se adivinan, como recordaría Vicente Aleixandre en el homenaje que el Grupo del 27 y la revista Cántico dedicarán al poeta sevillano, el primero que se le haría en España, rincones de la ciudad malagueña, como el Cementerio Inglés y las orillas del mar. Y se alude asimismo a esa breve pero intensa relación con Gerardo Carmona en versos bañados por una luz paradisíaca.

Volverá Cernuda a la provincia y a la capital malagueña un año después, en 1934, en esta ocasión gracias a su trabajo en las misiones pedagógicas de la II República española. Se conservan algunas fotografías de su paso por Marbella, Torre del Mar, Vélez y Málaga, en compañía de nuevo de Prados y Bernabé. A raíz de esas estancias, confesará en noviembre de ese año su “sensación de insistir en algo que ya nos dio todo lo que tenía que darnos. Y Málaga me dio tanto... Parecía como si, muerto, visitase los lugares donde viví”.

Mucho más tarde, ya en el exilio, Cernuda seguiría pensando de forma emocionada en Málaga, como puede comprobarse en el texto El estío del libro Ocnos. En febrero de 1938 sale de España para nunca más regresar. En el domicilio de la también escritora y exiliada Concha Méndez, en el amanecer del 5 de noviembre de 1963, fallece repentinamente de un ataque al corazón. Fue enterrado en el Panteón Jardín de la ciudad de México. Una plaza de Málaga lleva el nombre del poeta.

lunes, 14 de junio de 2021

Concha Méndez, la promotora de las Sinsombrero

 

Concha ndez Cuesta aunque no nació en Málaga si vivió allí parte de su vida, tras contraer matrimonio con el poeta Manuel Altolaguirre. Concha nació en Madrid el 27 de julio de 1898 y fue educada en un colegio francés. Siendo muy joven fue campeona de natación y de gimnasia. También se la considera pionera en la defensa de los derechos de la mujer.


Concha Méndez.


Veraneando con su familia en San Sebastián, con tan solo 19 años, conoce a Luis Buñuel con el que mantuvo una relación durante 5 años. El fuerte carácter del que luego sería famoso cineasta les lleva a la separación y Concha Méndez decide marchar a conocer mundo con su amiga la pintora Maruja Mallo.


Previamente a su marcha la relación con Buñuel, le había proporcionado su unión a la Generación del 27, haciéndose amiga de Rafael Alberti, Federico García Lorca y Luis Cernuda. En 1926 publica su primer libro titulado Inquietudes y dos años después publica Surtidor y en 1930 Canciones de mar y tierra.


Perteneció a las llamadas Sinsombrero, un movimiento de creadoras que entre los años 20 y 30 del siglo XX se rebeló contra una sociedad misógina cuyas normas no dudaron transgredir cuantas veces fue necesario. En aquel Madrid bajo la dictadura de Primo de Rivera, Concha Méndez y sus amigos, en particular la pintora Maruja Mallo, decidieron plantar cara a aquella sociedad quitándose el sombrero durante un paseo por Madrid para escándalo de los paseantes más timoratos y conservadores. Los pioneros de aquel desplante fueron Federico García Lorca, Salvador Dalí, Margarita Manso y Maruja Mallo. A ellas se unieron María Teresa León, Ernestina de Champourcín, María Zambrano y Rosa Chacel, entre otras.


Sus ideas avanzadas en los derechos de la mujer la convirtieron en una pionera desde que en 1926 fundara el Liceo Club Femenino que dirigió María de Maeztu. Allí Méndez organizó recitales de Lorca y Alberti.


Es precisamente Federico García Lorca el que le presenta en 1931 al poeta e impresor malagueño Manuel Altolaguirre en el café madrileño La Granja del Henar. Se produce el flechazo y se casan un año después, siendo testigos de la boda un buen número de los integrantes de la Generación del 27. Junto a su marido emprendió numerosas aventuras literarias en distintos países.


Fundan la colección Héroe y la revista del mismo nombre, donde se publicaron títulos fundamentales de los poetas del 27. Durante 1931 y 1932 uno de los epicentros de la vida de Lorca y de otros muchos escritores fue la casa de Manuel Altolaguirre y Concha Méndez, en la calle Viriato de Madrid.


El matrimonio había instalado en su vivienda la imprenta que habían comprado con el dinero que Concha Méndez había ganado en Argentina. Por aquella casa pasarán Guillén, Alberti, Aleixandre, Salinas, Cernuda, entre otros. Lorca entregaría a la pareja, para que lo publicaran en Héroe, su librito Primeras canciones como regalo de boda.


Después se mudaron a Londres donde vivieron una experiencia trágica, Concha perdió al hijo que esperaba, aunque pronto quedó de nuevo embarazada de su hija Paloma. Un año después de su vuelta a Madrid estalló la Guerra Civil. El matrimonio no dudó en tomar partido por la República, aunque se marchó con su hija al extranjero.


Poco antes de acabar la contienda se reunió en Barcelona con su marido y comenzó un interminable exilio por Francia, donde se enteró del asesinato de Federico a través de Francisco García Lorca, Cuba y México. Concha Méndez siguió editando la revista Hora de España fundada en Valencia por los intelectuales de la Segunda República y ayudando en México a los exiliados españoles. Vivió con Altolaguirre hasta que, en 1944 en México, la abandonó por la cubana María Luisa Gómez Mena.


Méndez había reprochado a Gerardo Diego no haber incluido a ninguna mujer en la primera edición (1931) de Poesía Española. Antología 1915-1931 que reunió a los creadores del 27. En la segunda (1934) aparecieron Josefina de la Torre y Ernestina de Champourcín.


Mientras todo aquello ocurría su obra poética siguió creciendo. Niño y sombras (homenaje al hijo perdido: “El ángel de la fe nada sirve”); Lluvias enlazadas; Poemas. Sombras y sueños, y Villancicos de Navidad, son los títulos aparecidos desde el comienzo de la guerra al exilio. De 1944 a 1979 dejó de publicar.


El final de la Guerra Civil la forzó a un exilio estable y duradero en México, donde Concha residiría hasta su muerte en 1986. Los restos de Concha Méndez reposan en el panteón de la familia Bolín en el Cementerio de San Miguel de Málaga junto a los de su marido Manuel Altolaguirre y de Manuel Bolín, primer marido de la líder feminista y republicana Constancia de la Mora. Concha Méndez también tiene una calle con su nombre en Málaga.


lunes, 7 de junio de 2021

José María Hinojosa, un poeta fusilado

 

José María Hinojosa Lasarte nació en la calle Santa Ana número dos de la localidad de Campillos (Málaga) el 17 octubre de 1904. Tercer hijo de Salvador Hinojosa y de Asunción Lasarte, una rica familia de terratenientes, mostró desde muy temprano su inclinación por las letras y la política. En 1920 la familia Hinojosa se instala definitivamente en Málaga, concretamente a la calle Larios. A partir de 1921 cursa con brillantez sus estudios de Derecho en la ciudad de Granada donde se licenció años más tarde.


José María Hinojosa.


Atraído por las vanguardias, viajó a Francia en 1925, y su poesía evoluciona rápidamente. A su regreso a España Emilio Prados le presenta a los componentes del Grupo del 27 activo en la Residencia de Estudiantes, compuesto entre otros por Salvador Dalí, Luis Buñuel, Rafael Alberti, Federico García Lorca y Luis Cernuda, así como del Novecentismo, como Juan R. Jiménez o José Bergamín colaborando activamente en revistas en el grupo formado por los poetas del 27 de Málaga.


Sus primeros libros fueron, Poema del campo (Madrid, 1925), incluido dentro de la línea neopopularista y Poesía de perfil (París, 1926) primera de sus obras que muestra el influjo del Surrealismo.


En 1926 viaja a la URSS y bromea acerca de ser el primer poeta que visita ese país aunque no escribe sobre su viaje. En 1927 publica en Málaga su libro poético La rosa de los vientos donde es patente la huella del creacionismo y el ultraísmo. Los libros de Hinojosa aparecieron en bellas ediciones de autor con ilustraciones de Dalí, Bores, Benjamín Palencia o Moreno Villa.


En 1928 publica Orilla de la luz, en la que aún se mantienen resabios andalucistas; La flor de California (1928) obra de carácter plenamente surrealista, compuesta de narraciones en prosa, que supone la más alta expresión de dicho movimiento vanguardista en España.


La obra de Hinojosa concluye con La sangre en libertad (1931), su mejor obra, en la que el verso se libera de cualquier atadura formal o de contenido. Poco a poco el poeta fue alejándose de sus compañeros del 27, y tras la publicación de su última obra, abandona la literatura.


En esa decisión tuvo que ver su tormentosa relación con Ana Fréuller, una mujer independiente y moderna, piloto y deportista que en palabras de alguno de sus amigos, “era mucho más que la musa perfecta, pues, mujer de carácter, impuso siempre condiciones al poeta que la idolatraba”.


En 1932 inicia una intensa actividad política en partidos conservadores y en 1934 abre bufete en Málaga y organiza la cooperativa de seguros MAPFRE. En 1936 en las elecciones generales del 16 de febrero fracasa su segundo intento por alcanzar un acta de diputado. Sobre el 20 de julio, Hinojosa es detenido por las autoridades republicanas junto con su padre y su hermano. El 25 julio, los tres son conducidos a la Prisión Provincial.


El 22 de agosto tras un bombardeo de los sublevados, es asaltada la cárcel por un grupo de milicianos anarquistas y medio centenar de presos, el poeta, su padre y su hermano, también un hermano de Manuel Altolaguirre, fueron fusilados como represalia ante las tapias del cementerio de San Rafael, de Málaga. Después, la obra del introductor del surrealismo en España y el mecenas de la malagueña imprenta Sur, se sumió en el olvido.

miércoles, 17 de febrero de 2021

José Moreno Villa

 

José Moreno Villa, nacido en Málaga el 16 de febrero de 1887 y fallecido en Ciudad de México el 25 de abril de 1955 fue archivero, bibliotecario, poeta, articulista, crítico, historiador de arte, documentalista, dibujante y pintor. Enmarcado en la Generación del 27, durante la Segunda República española fue director del Archivo del Palacio Nacional de España (antes Palacio Real). Con la Guerra Civil se exilió primero en los Estados Unidos y posteriormente en México.


José Moreno Villa.


Nació en una familia de la burguesía malagueña dedicada al comercio internacional y de ideología conservadora. Hijo del diputado conservador y miembro de Unión Monárquica Nacional José Moreno Castañeda y de Rosa Villa Corró. Nieto del alcalde de Málaga por el Partido Conservador y amigo de Cánovas, Miguel Moreno Mazón.


La familia comerciaba con el vino de Málaga y por esta razón su padre le envió a estudiar química a Alemania, carrera que no terminó ya que “no podía ni quería dedicarme a analizar vinos en Málaga”. A su regreso comenzó a relacionarse con la bohemia artística de la ciudad que se reunía en las tertulias del Café Inglés en la malagueña calle Larios, conociendo a otros jóvenes poetas como Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, José María Hinojosa o José María Souviron, entre otros, y editando la revista Gibralfaro, precursora del animado panorama cultural de la ciudad y de otras revistas malagueñas como Ambos, Vida Gráfica o la célebre Litoral, de Altolaguirre y Prados.


Ya en Madrid, colabora con la Institución Libre de Enseñanza, frecuenta la Residencia de Estudiantes y hace amistad con Alberto Sánchez Pérez y Benjamín Palencia, con quienes participa, en 1925, en la Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos en el Parque del Retiro madrileño.


Desde su labor como historiador especializado en arte y responsable de archivos contribuyó a la investigación del patrimonio artístico español y a la divulgación de la arquitectura moderna que empezaba a realizarse en España a partir de los años 20.


En 1931 se le nombró jefe del Archivo del Antiguo Palacio Real en el que investigó sobre los bufones que pintó Velázquez, integró valiosa información y catalogación formal al respecto, que publicó, ya en México, con el título de Locos, enanos, negros, y niños palaciegos. En 1937 se integra en México al grupo de intelectuales que había frecuentado en el barrio parisino de Montparnasse, como Federico Cantú, Alfonso Reyes, Luis Cardoza y Aragón o Renato Leduc.

viernes, 1 de mayo de 2020

Muere José María Amado

El 10 de febrero de 1999 muere a los 82 años el editor José María Amado. El editor malagueño José María Amado y Arniches, director de la revista de poesía y pensamiento Litoral, fallecía en el hospital Carlos Haya de Málaga donde había ingresado aquejado de una neumonía.

José María Amado.
Amado, que era víctima del Alzheimer desde un año antes, había empeorado su salud tras sufrir un accidente doméstico. Fue enterrado en el cementerio de la localidad de Benalmádena, donde residía con su hija María José y su yerno, el pintor y poeta Lorenzo Saval, quien compartía con el fallecido la dirección de Litoral desde 1975.

Amado fue, como editor y director, artífice de la última época de Litoral, rescatando en 1968 una cabecera que se había convertido en mítica como plataforma estética de la Generación del 27, desde que en 1926 los poetas Emilio Prados y Manuel Altolaguirre crearan la revista donde publicaron sus primeros versos varios miembros de la citada generación.

La revista vivió dos épocas más. Una que sólo conoció dos números en 1929, donde José María Hinojosa se unió a los citados poetas, y otra desde el exilio mexicano en 1944, con Prados, Altolaguirre, Moreno Villa, Rejano y Giner de los Ríos.

Desde que José María Amado asumió su renacimiento, en 1968, la revista se ha publicado ininterrumpidamente, convirtiéndose en una exquisita referencia sobre la poesía y la pintura contemporáneas, normalmente bajo la estructura de números monográficos o de homenaje.´

Desde sus páginas se reclamó la vuelta del exilio de poetas como Alberti, o se publicaron homenajes a Lorca cuando tpdavía sus poemas eran casi clandestinos. María Zambrano, Brenan, Aleixandre, Bergamín, Neruda o Picasso, entre otros muchos, así como ediciones facsímiles de las primeras épocas de la revista y monografías dedicadas, por ejemplo, a la poesía del rock, erótica, cubana o escrita en diferentes idiomas, protagonizaron varios de sus números.

Todavía recuerdo con ternura la que creo que fue una de sus últimas entrevistas que me concedió para Diario 16 Málaga José María Amado. Todavía entonces conservaba una admirable lucidez.

martes, 7 de abril de 2020

El adiós a Jorge Guillén

El 27 de febrero de 1984 fallece Jorge Guillén a los 91 años en su domicilio del Paseo Marítimo de Málaga. Su entierro, realizado por deseo propio en el cementerio Inglés, es multitudinario.

"Soy Claudio Guillén. Mi padre ha muerto hace veinte minutos y le enterramos el miércoles, a las cuatro de la tarde, en el Cementerio Inglés de Málaga, frente al mar y, sin ceremonias religiosas, tal como él quería". Con estas palabras, el hijo del poeta, comunicaba telefónicamente a los medios la muerte de su padre.

Jorge Guillén.
El autor de Cántico, uno de los más brillantes de la Generación del 27, acababa de morir rodeado de sus dos hijos, Claudio y Teresa y de su segunda esposa, Irene. Desde días antes, la bronconeumonía que desde el verano aquejaba al poeta se había agravado y complicado con otras afecciones: una dolencia renal muy fuerte y una circulación cerebral muy pobre. Atendido por los doctores Francisco Sánchez Guerrero y Miguel González-Molina, el poeta ya no abandonó su domicilio.

Vicente Aleixandre, premio Nobel de Literatura y compañero de generación del poeta fallecido, supo la noticia en su domicilio de Madrid. El escritor dijo, "No me siento con ánimos porque no puedo ni manifestar mi profundo dolor por la pérdida de este gran artista. Fue un excelente e insustituible amigo. Ha sido una vida tan espléndidamente digna y alta, tan generosa, tan cumplidora de la obligación de dar poesía al mundo y a su país que no hay palabras para embolsar una inversión como la suya. Fue un ser admirado y querido. Es, y sigue siendo, uno de los más altos poetas que ha tenido España. Era un gran artista de la palabra española, expresada como una comunicación, un cántico, un dolor y un universo. Era, al mismo tiempo, uno de los altos exponentes de la poesía española de nuestro siglo, uno de los más elevados resortes expresivos que ha tenido nuestro país a lo largo de su historia".

Pedro Laín Entralgo, director de la Real Academia de la Lengua dijo: "La noticia es inesperada. Se trata de un gran e inmenso poeta. Siento una profunda pena. Las letras españolas han perdido a uno de los más ilustres hombres de nuestro siglo. La Academia, de la que él era miembro de honor, siente una herida muy honda y muy viva. Por él no se notaban los años que habían pasado porque mantenía un lúcido espíritu juvenil. Era un hombre lleno de vida hasta ayer mismo".

Francisco Ayala, premio Nacional de Literatura, que había sido recientemente elegido académico de la Lengua, recibió la noticia como "algo muy triste para la Literatura. Estamos ante la pérdida de un gran poeta porque su obra marcó una dirección particular con influencias directas sobre otros poetas. Su poesía era pura, depurada y estricta. Con una gran profundidad filosófica y con una visión original del universo. Personalmente, se trataba de un hombre fino, extraordinariamente amable, de gran cordialidad y delicadeza en el trato: un caballero".

Hacía siete años que Jorge Guillén había llegado a Málaga, ciudad elegida por el poeta para pasar el resto de sus días frente al cálido mar Mediterráneo. Guillén, "vallisoletano siempre" esperaba en Málaga su momento final: "Me dormiré, tranquilo, sosegado. No me despertaré por la mañana ni por la tarde".

La relación entre el poeta y la ciudad se remonta a los años en que cornienza a fraguarse lo que sería el movimiento de la Generación del 27. Eran sus contactos convertidos luego en amistad entrañable con Moreno Villa, Prados y Altolaguirre. Después de algunas publicaciones en revistas malagueñas, y sobre todo en la revista Litoral, Guillén viajó por primera vez a Málaga en abril de 1955.

A partir de entonces, el ilustre poeta visita asiduamente Málaga. Conoció sus lugares de interés artísticos y costumbristas y contactó con jóvenes poetas. En 1966 compró el apartamento en el Paseo Marítimo, frente al mar y ya sus visitas fueron cada vez de mayor duración.

"La dictadura se traga o no se traga. Como yo no la tragaba, por eso me marché", dijo Guillén al día siguiente de su llegada a Málaga, el 7 de enero de 1977, cuando ya había comenzado en España la transición. Se confesó demócrata, liberal y "profesional de la esperanza".

En Málaga escribió su última obra: Final. Durante este tiempo su salud se fue resquebrajando. Su primera dolencia importante fue una afección renal por la que tuvo que ser hospitalizado en Madrid en junio de 1977. En agosto de ese año, tuvo que ser atendido por los mismos motivos en el hospital Carlos Haya, al que volvió en diciembre. No obstante, su salud se vió especialmente resentida a consecuencia de la bronconeumonía que sufrió el 14 de julio de 1983, fecha en la que ingresó de nuevo en el hospital.

Guillén superó la crisis y regresó a su domicilió para continuar la recuperación. Ésta tuvo muchos altibajos y coincidió con el infarto sufrido por su esposa, Irene, cuya ausencia -estuvo hospitalizada una semana- le afectó especialmente.

En sus últimos siete años, Guillén recibió importantes premios y distinciones entre los que destaca el Cervantes, en 1976.

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viernes, 20 de diciembre de 2019

La muerte de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre

El 24 de abril de 1962 muere Emilio Prados, tres años después de que falleciera Manuel Altolaguirre en un accidente de automóvil al regresar del Festival de San Sebastián, donde había presentado su película 'El cantar de los cantares'.

Manuel Altolaguirre con el poeta Emilio Prados.

En el accidente de automóvil ocurrido el 25 de julio de 1959 en Burgos, además del poeta Manuel Altolaguirre Bolín fallece su mujer, María Luisa Gómez Vivanc.

A diferencia de Altolaguirre, Prados nunca regresó del exilio mexicano que ambos habían sufrido tras la guerra civil. Los dos poetas malagueños habían quedado unidos por la edición de la revista "Litoral".

Emilio Prados, nacido en 1899 en un entorno familiar acomodado, estudió en la Residencia de Estudiantes de Madrid y cursó estudios de Filosofía y Letras, Farmacia y nuevamente de Filosofía en Alemania.

 Estuvo en París y Madrid antes de regresar a Málaga y dedicarse plenamente a la poesía al igual que Manuel Altolaguirre, que obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1933 y el Nacional de Teatro en 1938.

La obra de Prados, llena de claridad en sus primeros libros como 'Tiempo' o 'Canciones del farero', se hará más difícil sobre todo a partir de 1939, recogida en su excepcional libro 'Jardín cerrado'.

lunes, 26 de agosto de 2019

El cine de Edgar Neville

"Mi película, que ruedo con guión mío para Cesáreo González, es la exaltación del cante y del baile flamenco. No es un documental, sino la historia del genuino folklore de esta tierra".

Edgar Neville.
Así definió Edgar Neville su película 'Duende y Misterio del Flamenco', que tuvo un coste de cuatro millones de pesetas. Los exteriores de Málaga se rodaron a principios de julio de 1952 en el cementerio de San Miguel, donde se buscó infructuosamente la tumba de Juan Breva, porque al parecer sus restos fueron echados al osario.  "Hemos tenido que pintar una lápida con su nombre", contaba el director de cine.

Madrileño de nacimiento, escritor, pintor, diplomático y dramaturgo, además de director de cine, casó con la malagueña Ángeles Rubio-Argüelles y Alessandri, de la que se separó en 1930, tuvo una estrecha relación con Málaga donde la editorial Imprenta Sur le publica sus primeros libros. Por entonces entabló nuevas relaciones con el pintor Salvador Dalí y los poetas Manuel Altolaguirre, Emilio Prados o José María Hinojosa, todos ellos pertenecientes a la generación del 27.

Acabada la guerra civil, y guiado por su amigo Ricardo Soriano Sholtz Von Hermensdorff, marqués de Ivanrey, adquirió una residencia en Marbella a la que, por nostalgia de sus días en California, llamó "Malibú".  Allí se instaló con su compañera Conchita Montes. Su afición por la gastronomía fue lo que puso en peligro su salud, pasando por varios tratamientos y clínicas de adelgazamiento.

viernes, 9 de agosto de 2019

Centro de la Generación del 27

En la simbólica fecha del 23 de abril de 1983, la Diputación de Málaga, reunida en sesión extraordinaria, aprueba la creación del Centro de Estudios de la Generación del 27, cuya futura ubicación -después largamente demorada hasta 1999- se proyecta en el edificio de la Casa Cuna, declarado monumento histórico-artístico.

Biblioteca de la Generación del 27.
El centro está concebido con un departamento de investigación y dos bibliotecas, de las cuales una se dedicará a la obra de los miembros del 27 y la otra a historiografía y crítica, pero pronto va a adquirir un carácter más dinámico convirtiéndose en el aglutinador de la fuerte actividad literaria en Málaga durante esta década y primeros años de la siguiente.

Desde su creación, el Centro Cultural Generación del 27 ha tenido como objetivo salvaguardar la memoria y el legado intelectual del amplio conjunto de creadores (escritores, artistas plásticos, músicos, científicos, humanistas, etc.) que conocemos como Generación del 27 mediante la recuperación de sus testimonios documentales: libros, manuscritos y borradores, revistas, diarios y epistolarios, material foto, vídeo y cinematográfico, y plástico y artístico…

Toda documentación, en fin, que pueda permitir un estudio más profundo y un mejor conocimiento de aquella empresa cultural colectiva de singular trascendencia en la historia contemporánea de España. En este sentido, la Biblioteca se concibe como núcleo fundamental de la actividad del Centro, bien como generador o como destinatario final de una parte importante de la actividad que produce.

lunes, 21 de enero de 2019

Primer número de la revista 'Litoral'

Aunque Gerardo Diego se había referido irónicamente a los poetas malagueños como "la escuela analfabeta", ya que ni Emilio Prados ni Manuel Altolaguirre ni Jose María Hinojosa tenían la condición de profesores que caracteriza a la mayoría de la Generación del 27, en Málaga va a aparecer la revista más singular de la época. En noviembre de 1926, Altolaguirre y Prados, con gran vocación por la imprenta, comienzan a publicar "Litoral".

Portada del primer número de 'Litoral'.
Revolucionaria en los aspectos tipográficos, destaca pronto entre otras cabeceras de la generación como "Cruz y raya", "Carmen", "Índice", "Verso y Prosa", "Mediodía", "Lola" o "Revista de Occidente". Sus colaboraciones son, en consecuencia, excelentes: Gómez de la Serna, Unamuno, Ortega, Lorca, Alberti, Guillén, Cernuda, Aleixandre...


En 1927, con motivo del homenaje a Góngora que aglutinará a los miembros de esta generación, publican su gran número triple dedicado al poeta cordobés. Con dos ilustraciones de Picasso y Juan Gris, más el "Córdoba" de Falla, allí están Moreno Villa, Dámaso Alonso, Tagore, Dalí, Romero Murube, Guillén, Aleixandre, Lorca, Alberti o los propios Altolaguirre y Prados.

El abandono por la administración que demuestran estos poetas conduce a penurias económicas y al cierre en 1928, aunque en 1929 reaparecerá con dos números codirigidos por José Mª Hinojosa. Su publicación y difusión fue decisiva para la configuración de lo que hoy se conoce como la Generación del 27.

Interrumpida por la Guerra Civil española, "Litoral" vuelve a aparecer en 1968 gracías al empeño de José María Amado. En la actualidad se edita en Torremolinos (Málaga) bajo la dirección de Lorenzo Saval.




jueves, 6 de diciembre de 2018

Aleixandre y Guillén

Después de dos años en Nueva York, regresa Jorge Guillén el 8 de enero de 1977 para instalarse definitivamente en Málaga. Guillén, y Vicente Aleixandre, dos de los más importantes representantes de la Generación del 27, están vinculados estrechamente a Málaga.

Vicente Aleixandre. Foto: El País.
Aleixandre, nacido en Sevilla, pasó su infancia y juventud en la capital malagueña, donde estudió bachillerato hasta que se fue a Madrid para hacerse abogado e intendente mercantil.

Su recuerdo de Málaga se plasmó en el verso "Ciudad del paraíso". No en vano sus inicios literarios están repartidos entre los primeros poemas publicados en "Revista de Occidente" y su primer libro poético "Ambito", aparecido como suplemento de la revista "Litoral".

La ciudad celebra con júbilo ese año 1977 la concesión a este malagueño de adopción del premio Nobel de Literatura.

Jorge Guillén en 1982.
En enero de 1982, el entonces profesor de Literatura de la Universidad Complutense de Madrid y luego catedrático de Literatura de la Universidad de Córdoba, Diego Martínez Torrón, visitó al poeta Jorge Guillén en su residencia de Málaga. El poeta de la Generación del 27 tenía entonces 89 años. Sus encuentros eran frecuentes y, en aquella ocasión, el profesor quiso grabar la conversación que mantuvieron y que se puede escuchar aquí.