Mastodon Málaga y sus historias: carbón
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viernes, 17 de diciembre de 2021

The Malaga Electricity Company

 

The Malaga Electricity Company Limited, llamada popularmente "la inglesa", fue una empresa de energía eléctrica de capital británico que operó durante los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX en la ciudad de Málaga. Fundada en 1895 por Francisco W. Bernard, la empresa se instaló en la zona de La Malagueta, donde se construyó una fábrica de luz eléctrica, siendo su inauguración un gran acontecimiento en la ciudad. El edificio fue diseñado por Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, aunque del mismo sólo queda en pie una chimenea de 42 metros de altura, de la que no hay constancia de si fue obra de Strachan o, por el contrario, fue construida en Alemania y llevada a Málaga pieza a pieza.


A la izquierda, la fábrica de electricidad en La Malagueta.


En sus orígenes la empresa se dedicó en exclusiva al suministro de electricidad a viviendas privadas, debido a la competencia de la empresa Fiat Lux, de capital alemán y muy bien establecida en la ciudad. Posteriormente, la inglesa abrió un establecimiento en calle Larios y lentamente fue abriéndose paso en el mercado del alumbrado público y de maquinaria.


Las interrupciones del suministro eran constantes y los clientes no tenían derecho a reclamar. Los clientes sólo podían pagar en monedas de plata y estaban sujetos a inspecciones periódicas que a veces se llevaban a cabo durante la noche, con el fin de controlar las condiciones de horario de uso y el número de lámparas permitidas por la empresa.


La fábrica funcionaba a base de vapor y carbón importado de Gran Bretaña y contaba con una red de distribución compuesta por transformadores de alta tensión ubicados bajo las aceras y que se extendía por varias zonas de la ciudad. Así, desde La Malagueta partía una línea en dirección norte a través de La Caleta, La Coracha y calle Alcazabilla hasta la plaza del General Torrijos; hacia el oeste partía otra línea atravesando el Parque, la Alameda y el puente de Tetuán, desde donde se dividía en dos para dirigirse hasta Gamarra y Huelin; y otra línea en dirección este siguiendo la línea de la costa hasta 1,5 kilómetros de distancia. Con el paso del tiempo se añadieron nuevos transformadores para abastecer al centro, para lo que se creó una nueva línea desde Puerta del Mar hasta la plaza del General Torrijos a través de calle Nueva, la plaza del Siglo y calle Granada.


Los primeros años del siglo XX fueron de expansión y en ocasiones, la inglesa no pudo hacer frente a la demanda, por lo que tuvo que recurrir a la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro. Durante la Primera Guerra Mundial el carbón inglés era imposible de conseguir y el español, demasiado caro para ser rentable. Además, debido a la guerra, había pocos barcos disponibles para su transporte. Por estos motivos la empresa tuvo que hacer frente a numerosas pérdidas y fue finalmente absorbida por la Sociedad Eléctrica Malagueña, filial de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, en 1921.

martes, 13 de abril de 2021

La Ferrería del Ángel

 

El año 1831 empezaba a andar en Marbella la 'Ferrería del Ángel', pronto conocida como la 'Fábrica de Abajo', que junto con la 'Ferrería de Nuestra Señora de la Concepción', 'Fábrica de Arriba', conformaron la industria siderúrgica en la citada localidad de la Costa del Sol.


Mina del Peñoncillo en Marbella.


La dureza del mineral de hierro de las minas de la zona del Peñoncillo, propiedad de Manuel Agustín Heredia, que precisaba de altas temperaturas para su fundición, propició la construcción de los primeros altos hornos civiles de España en Marbella y, aún así, hubo de desdoblarse la producción, quedando las ferrerías de río Verde para la fundición del metal y las que se crearon en Málaga para su afino con carbón mineral, de más poder calórico que el vegetal y que resultaba económicamente más rentable poner en el puerto de Málaga que su transporte a Marbella.


Una empresa que, por otra parte, no estuvo exenta de problemas ya que 1858 en la ‘Ferrería del Ángel’ estalló un horno de fundición, resultando varios obreros heridos, dos de ellos de gravedad.


Mientras duraron las guerras Carlistas en el norte de España, no hubo impedimentos para el crecimiento de estas factorías pero, una vez acabado el conflicto, el nulo interés gubernamental en facilitar la llegada de carbón mineral, unido a diversas circunstancias más, abocó al fin de la industria metalúrgica malagueña.


El año 1862 cerró la 'Fábrica de Abajo', que pasó a manos de Guillermo Malcolm en 1869 quien, cinco años después, la vendió al hacendado marbelllí Tomás Domínguez Artola, que instaló en la propiedad una fábrica de harinas, aunque no debió resultarle muy rentable puesto que se desprendió de ella en 1877.


Las leyes desamortizadoras primero y las de fomento de la agricultura, después, fueron los instrumentos administrativos para la puesta en aprovechamiento de tierras que nada, o poco, producían, e intentar solucionar los problemas estructurales de la agricultura española, principalmente la excesiva división de la propiedad y la escasa población. Así, en 1868, se promulgó la Ley de Colonias Agrícolas con una serie de incentivos, tanto para los propietarios como para los colonos que se asentaran en esas colonias.


Con el ánimo de acogerse a los beneficios de dicha ley, el malagueño Pedro López Ortiz compró la finca 'Cerca de río Verde', y José Martínez y Martínez de Pinillos, oriundo de Extremadura, la conocida como 'Martinete del Ángel', en el año 1877. Ambos constituyeron, en 1879, la Sociedad Colonia del Ángel y solicitaron acogerse a esos beneficios, que se les concedieron un año después. Rápidamente comenzaron a adquirir diversos terrenos al objeto de aumentar la superficie de la colonia.