Mastodon Málaga y sus historias: leyendas urbanas
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viernes, 20 de mayo de 2022

La leyenda de la serpiente con cabeza humana

 

Málaga, al igual que otras localidades, está plagada de leyendas urbanas, como es el caso de la supuesta aparición de una serpiente con cabeza humana que habría tenido como escenario el inmueble en donde se situaba el Hotel Caleta Palace.


Hotel Caleta Palace.


El edificio, ubicado en el Paseo de Sancha número 64, en donde hoy se encuentra la Subdelegación del Gobierno en Málaga, fue construido en el año 1919, está considerado como el primer alojamiento con clara vocación turística de sol y playa en la Costa del Sol, y donde se alojaron distinguidos personajes de toda la sociedad española.

Al poco tiempo de ser reinaugurado, antes era conocido como Hotel Hernán Cortés, la clientela del establecimiento comenzó a presentar quejas ante la dirección por la presunta presencia de un extraño ser, que emitía una especie de silbidos que provenían de debajo de sus camas, y que al comprobar la causa de los sonidos se encontraban con una serpiente que según unos, tenía cabeza de hombre, según otros, de mujer.

Tras el cierre del hotel, se estableció allí durante la Guerra Civil el llamado ‘Hospital de Sangre’, bautizado en 1943, como Sanatorio Francisco Franco-18 de Julio, donde se sitúan también hechos misteriosos y turbios, además de, supuestamente, seguir contando con la presencia de la serpiente con cabeza humana, que alarmaba a los pacientes que confundidos por el miedo daban aviso al personal sanitario.

Según la leyenda el lugar ideal para esconderse el reptil era la morgue situada en el último de los sótanos, en donde se alimentaba de restos humanos y salía al exterior causando el terror. Incluso se barajó la posibilidad de que la serpiente hubiese llegado al hospital desde algún lugar lejano a través del curso de las aguas subterráneas que discurren por la zona de Pedregalejo.

Lo cierto es que los sótanos se encontraban llenos de escombros, cuando el Hospital fue cerrado al público en 1989, el edificio permaneció abandonado y casi en ruina, convirtiéndose en lugar de visita para los aficionados a los fenómenos paranormales.

Años más tarde, el inmueble fue adquirido por el Estado, tras ser remodelado, se ubicó allí, desde 2007, la actual Subdelegación del Gobierno central.


viernes, 5 de marzo de 2021

Leyendas urbanas sobre los Larios (y II)

 

Es cierto que, según distintas fuentes, en Málaga ocurrieron una serie de asesinatos, entre los años 1890 y 1920, cinco mujeres de edades comprendidas entre los 18 y los 21 años fueron encontradas asesinadas en la orilla del río cercano a la casa del Cortijo Jurado, pero no existen casos de desapariciones sistemáticas en los archivos policiales de la época. Los cuerpos mencionados aparecían tras varios días de desaparición, sin constancia de que tuviesen algún tipo de signo de rituales satánicos o abusos sexuales.


Foto reciente del Cortijo Jurado.


También es verdad que algunos enlazaban estos hechos con los fusilamientos que tuvieron lugar en su entorno durante la Guerra Civil, en la que la construcción ejerció como hospital además de convertir sus sótanos en calabozos, pero es evidente que no coinciden las fechas con los asesinatos de los que se tiene constancia.


Pero la leyenda popular sigue manteniendo que, en una fecha indeterminada, todavía en el XIX, comenzaron a ocurrir en Málaga una serie de extrañas desapariciones de niñas que sistemáticamente fueron asesinadas tras ser objeto de las más diversas vejaciones y de rituales de índole satánico.


La familia Heredia no tardó en ser el punto de mira de las acusaciones de estos presuntos asesinatos, ya que se les suponía pertenecientes a la masonería -una vez más los masones como cabeza de turco-, que, presuntamente, prácticas satánicas que habrían importado de sus amistades en Francia y en Inglaterra.


Como se ha escrito, los cuerpos de estas niñas aparecieron en la ribera del río que corría cercano a la finca y que los mismos integrantes de la familia habrían llevado hasta allí por los túneles secretos que comunicaban el cortijo con el río. En los sótanos, habría máquinas de tortura que eran usadas en dichos rituales.


En las publicaciones especializadas y más tarde en las redes sociales comienzan a circular fotografías de supuestos espíritus en sus ventanas, orbes y figuras que toman forma en los vapores de las noches frías, más tarde, las sesiones de güija de supuestos adolescentes atrevidos confirman e incluso dan nombre y apellidos de las pobres criaturas que allí fueron presuntamente asesinadas, señalando en algunos casos el lugar exacto del patio donde están enterradas.


Parapsicólogos de reputación graban psicofonías, algunas de ellas estremecedoras, y algunos médiums salen sin respiración del cortijo tras sentir en sus entrañas la terrible presión de los hechos que allí acontecieron.


La realidad es que no existe ningún dato que implique a ninguna de las dos familias. Larios y Heredia, en los presuntos asesinatos ni constancia real de la existencia de los túneles mencionados que relacione a algunos de los Heredia con los terribles asesinos. Las fotografías que se pueden encontrar en la red, de supuestas figuras y luces, no tienen la claridad suficiente para poder tomarlas como prueba. Lo que hace pensar que nada oscuro ocurrió allí.


Los extraños ruidos y luces que observan los vecinos de la zona no son difíciles de explicar, pues el cortijo, antes de estar la entrada prohibida y vigilada, era un centro de peregrinación de los jóvenes malagueños en busca de aventura y de muchísimos grupos de investigación paranormal.


El grupo Mirador se hizo de la hacienda para construir un lujoso hotel de 200 habitaciones en 2002. Solo se pusieron en esos años las estructuras de hierro para evitar más desplomes ya que se trata de una construcción protegida. Después el cortijo pasó a manos de la promotora Promociones Pantie, envuelta en varios litigios judiciales.


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jueves, 4 de marzo de 2021

Leyendas urbanas sobre los Larios (I)

 

La dilatada historia de la relación de la familia Larios con Málaga también ha dado lugar al surgimiento de lo que hoy llamamos leyendas urbanas, que pueden tener una base de verdad, por pequeña que sea, y bastante más de fabulación, quizá y sobre todo motivadas por la discreción y muchas veces el secretismo que ha rodeado los avatares de la aristocrática familia malagueña.


Cortijo Jurado.


En el centro de esta leyenda está el Cortijo Jurado, que muestra su estilo señorial dominando el paisaje en el hoy distrito de Campanillas de la capital malagueña. De estilo ecléctico y neogótico, sus 2.500 metros cuadrados se articulaban en torno a un patio central, con capilla y torre mirador incluida. Más la friolera de 365 habitaciones con sus correspondientes ventanas, una por cada día del año.


No faltaban unos amplios establos, además de sótanos de los que al parecer partían pasadizos secretos que comunicaban la hacienda con el Cortijo Colmenares, actual sede del Club de Golf Guadalhorce, propiedad por aquel entonces de los Larios. Las distintas obras que se han ejecutado en el entorno de Campanillas no los han sacado a la luz, con lo que siguen formando parte de una leyenda popular que no para de crecer porque ni se confirma ni se desmiente su existencia. Lo cierto es que el paisaje de la zona ha cambiado mucho en los últimos años, tras la construcción de las autovías, canalizaciones y nuevas construcciones. Nadie se ha topado con los supuestos túneles.


La hacienda fue construida por encargo de la familia Heredia, otra de las grandes fortunas de la época a mediados del siglo XIX, aunque no se sabe con exactitud la fecha del año de inauguración ya que nunca se han encontrado las licencias de obra de un caserón en el que los Heredia pasaban sus días de recreo. El Cortijo Jurado también contaba con una extensa explotación agraria y ganadera. Su denominación actual no llegaría hasta 1975, cuando la familia Vega Jurado compra las instalaciones.


Los Larios compraron la finca a los Heredia en 1925, tras llevarles la filoxera y sus enormes gastos familiares a la bancarrota. Después llegarían a sus dependencias los Quesada e incluso un médico adinerado de Valladolid.


Con el paso del tiempo, el Cortijo Jurado se convirtió en lugar de peregrinación de investigadores del universo paranormal. La presunta presencia de luces y sombras en la noche así como los ruidos extraños que allí se producían atrajeron a curiosos y periodistas especializados en parasicología.


Próxima entrega: Leyendas urbanas sobre los Larios (y II)


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