Mastodon Málaga y sus historias: presidente del Gobierno
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viernes, 26 de noviembre de 2021

El malagueño que fue presidente del Gobierno

 

El día 5 de julio de 1890 el malagueño Antonio Cánovas del Castillo es nombrado presidente del Consejo de Ministros. Cánovas había nacido en Málaga el 8 de febrero de 1828 y murió asesinado en Mondragón (Guipúzcoa) el 8 de agosto de 1897. También ocupó por un breve período la presidencia del Congreso de los Diputados.


Retrato de Cánovas del Castillo.


Nació en el seno de una familia ilustrada, pero modesta, el padre era maestro de primera enseñanza y la madre era prima del destacado escritor Serafín Estébanez Calderón. Después de una adolescencia difícil en Málaga, donde se tuvo que abrir camino para sacar adelante a sus cuatro hermanos a la muerte de su padre ejerciendo como profesor ayudante en el centro de enseñanza de la Junta de Comercio, pudo cursar en Madrid la carrera de Filosofía y Jurisprudencia, a partir de 1845, gracias al apoyo de su tío Serafín Estébanez, que le proporcionó trabajo en las oficinas de la empresa constructora del ferrocarril Madrid-Aranjuez.


Destacado en el Colegio de Abogados, empieza a ser conocido Cánovas por sus actividades literarias , entre ellas la publicación de la novela histórica La Campana de Huesca de la que había sido antecedente la fundación en Málaga del periódico La Joven Málaga.


Político e historiador, fue una figura capital de la política española en la segunda mitad del siglo XIX. Redactó el Manifiesto de Manzanares publicado al inicio del Bienio Progresista. Fue un prominente miembro dentro de la Unión Liberal, principal valedor de Alfonso XII y el principal artífice del sistema político de la Restauración, durante el cual fue el máximo dirigente del Partido Conservador, que él mismo creó. Ejerció el cargo de presidente del Consejo de Ministros en seis ocasiones, alternando el poder, principalmente, con su rival político Práxedes Mateo Sagasta.


Bajo su gobierno se aprobó la Constitución de 1876 y contribuyó al sistema de turno pacífico, mediante el cual creó una apariencia de democracia que ponía fin a la inestabilidad política que arrastraba el país desde décadas anteriores. Esta estrategia de alternancia se afianzó en 1885 en el Pacto de El Pardo, con el propósito de evitar que la inminente muerte del rey Alfonso XII volviese a desestabilizar la política española.


Sus gobiernos estuvieron marcados, principalmente, por un mayor desarrollo del capitalismo en lo económico, la creación del Código de Comercio en lo jurídico, los conflictos con Cuba que desembocaron en la guerra de independencia cubana, y las crecientes tensiones con anarquistas y otros colectivos obreros, siendo asesinado en 1897, durante su sexto mandato, por el anarquista Michele Angiolillo, cuando se encontraba en el balneario de Santa Agueda.

viernes, 12 de febrero de 2021

José López Domínguez, presidente del Gobierno

El 6 de julio de 1907 es designado como presidente del Consejo de Ministros José López Domínguez. Nacido en Marbella el 29 de noviembre de 1829, este destacado militar llegó a ser teniente general y jefe de Estado Mayor del Ejercito del Norte. Cuando se le llama para que forme Gobierno, en ese momento ocupaba la presidencia del Senado. López Domínguez, del que destaca su talante liberal, fundó junto a José Canalejas el Partido Democrático. En la historia de España pocos han sido los malagueños que han ocupado la presidencia del Gobierno. En su faceta política, el malagueño fue una figura fundamental para la configuración de la izquierda española


Retrato de López Domínguez realizado por José Suárez en 1869.


López Domínguez ocupó su primera cartera ministerial en 1883 dentro del Ejecutivo de Posada Herrera estando al frente del departamento de Guerra, aunque tan sólo ocupó la cartera durante tres meses. En ese periodo le dio tiempo a esbozar una reforma moderna del Ejército, reorganizando el ministerio y la estructura orgánica de los cuerpos facultativos de Artillería e Ingenieros.


Nueve años después volvió al Ministerio de la Guerra bajo la presidencia de Práxedes Mateo Sagasta. Intentó, como todo ministro liberal, tomar las riendas del Ejército potenciando el ministerio a costa de las todopoderosas inspecciones de las armas y los cuerpos. Suprimió la Academia General Militar pero no pudo resistir las presiones contra la reorganización racional de las guarniciones militares, fue muy criticado por la desastrosa organización del envío de tropas a la guerra de Melilla en 1893 y, sobre todo, aceptó el llamado 'presupuesto de paz', cuando ya se intuía el conflicto con los separatistas cubanos.


Su última experiencia gubernamental comenzó en julio de 1906 al ser nombrado presidente del Consejo de Ministros, en cuyo gabinete contó con dos ministros malagueños Agustín de Luque Coca (Guerra) y Bernabé Dávila Bertololi (Gobernación). La gestión del Gobierno radical-liberal presidido por López Díaz fue muy contestada, sobre todo, por la jerarquía eclesiástica, tanto por las disposiciones previstas sobre el matrimonio civil como por la Ley de Asociaciones, que pretendía frenar el exceso de corporaciones religiosas.


la tramitación de la Ley de Asociaciones provocó la caída de López Díaz tras la llamada 'crisis del papelito'. Cuando el presidente del Gobierno fue a despachar con el rey, Alfonso XIII le informó bastante molesto de que había recibido un papelito, una carta de Segismundo Moret, enfrentado al laicista José Canalejas, valedor de López Domínguez, advirtiéndole de que dicha ley suponía un recorte del poder de las órdenes religiosas. Tras conocer esta maniobra de su adversario político Moret, el político malagueño dimitió de la presidencia del Ejecutivo.


El 17 de octubre de 1911 murió en su casa de Madrid rodeado de sus familiares y su esposa, Manuela Liaño Liaño, con quien se había casado en 1892.


Resaltar que López Domínguez fue arrestado en 1866 por firmar un manifiesto en el que se exigía al general Narváez la convocatoria de nuevas elecciones tras la disolución de las Cortes; pasó por las prisiones de Madrid, Málaga y Melilla. Volvió a servicio activo en enero del siguiente año. Formó parte de las tropas que participaron en la batalla del puente de Alcolea que derrocó a Isabel II. Por méritos en esta campaña fue ascendido al generalato con 39 años. Fue sumando nuevas responsabilidades miliares hasta que a partir de 1874 su actividad política es mayor que la militar y empezó a formar parte de los gobiernos citados y a presidir uno, siempre en los partidos de la llamada izquierda dinástica.


viernes, 31 de julio de 2020

Lerroux en la plaza de toros


Organizado por la Federación Revolucionaria, el 9 de junio de 1902 se celebra un mitin multitudinario en la plaza de toros de Málaga, al que acuden 9.000 personas según la prensa local, con la presencia destacada de Alejandro Lerroux, quien había comenzado a desplazarse por toda la geografía española buscando sobre todo el apoyo obrero para impulsar la idea republicana, muy localizada entonces en el ámbito catalán.

Alejandro Lerroux.
En el mitin, además de Lerroux y Rodrigo Soriano, intervienen oradores locales como la activa Belén Sárraga, Gómez Cestino o Antonio Azuaga, entre otros. El anticlericalismo, el derecho de asociación de los obreros, la defensa de la mujer trabajadora, las críticas a la propiedad y las proclamas revolucionarias marcan el acto.

Lerroux, personaje de singular ética política, se contradice al defender la vía parlamentaria y denunciar la farsa de las elecciones obligando a los republicanos a presentarse "revólver en mano". No obstante, cautivó a la audiencia desmintiendo el tópico del andaluz "frívolo y despreocupado" y convirtiendo el mitin en un ofrecimiento a ser el referente de todo el republicanismo.

Alejandro Lerroux García, nacido en La Rambla (Córdoba), el 4 de marzo de 1864 y fallecido en Madrid el 27 de junio de 1949, fue un político español de ideología republicana. Ejerció la presidencia del Consejo de Ministros en varias ocasiones durante la Segunda República.

Fundador y a la vez líder del Partido Republicano Radical (PRR), desde sus inicios fue un político controvertido, siendo especialmente conocido por su retórica demagógica. Con un discurso obrerista, anticlerical y diametralmente opuesto al incipiente nacionalismo catalán.

Durante su primera etapa política se convirtió en un destacado líder político en Barcelona. Con posterioridad adoptaría posiciones más templadas, teniendo un papel destacado en la proclamación de la Segunda República.

Enfrentado a los gobiernos de Azaña durante el llamado bienio «reformista», a partir de septiembre de 1933 asumiría la presidencia del Consejo de Ministros y se convirtió en uno de los principales árbitros de la situación política durante el bienio «radical-cedista».

Su giro a la derecha, sin embargo, llevó a su partido a sufrir varias escisiones; su imagen también quedó muy dañada entre los ciudadannos por una sucesión de escándalos de corrupción que se hicieron públicos a finales de 1935.

Tras el hundimiento del Partido Radical en las elecciones de 1936, Lerroux desapareció del escenario político. Con el estallido de la guerra civil se exilió en Portugal, desde donde llegaría a mostrar su adhesión al general Franco.