El general francés Horacio Sebastiani mandó ahorcar al heroico fraile capuchino secularizado Fernando Berrocal, que había levantado al pueblo de Málaga contra el ejército francés durante la Guerra de la Independencia, y que fue apresado en Motril (Granada) por el gobernador español José Juncar, colaborador de los franceses. La sentencia fue ejecutada en Granada el día 6 de febrero de 1810.
El general francés Horacio Sebastiani. |
Resaltar que fueron muchos los casos de presbíteros instigadores y sostenedores de la resistencia contra los franceses, especialmente el bajo clero regular, muy próximo por su extracción social y su mentalidad al pueblo.
En relación con Berrocal hay que señalar que fue colaborador del coronel Abelló, cuya figura ya se abordó aquí, y que acompañaba al militar en su campaña contra los invasores predicando y exhortando a una cruzada general y a un levantamiento en masa, “marchando de este modo con su sable a caballo por los sitios y calles más públicas, procurando en la apariencia tranquilizar al pueblo, aunque su objeto no era otro que sublevarlo más para formarse un partido”, según el relato de un coetáneo de Berrocal.
Tal fue la implicación de Berrocal en el levantamiento que fue nombrado por Abelló teniente general, junto a otros dirigentes de la rebelión como los hermanos San Millán. Aunque según los investigadores del período histórico que se analiza las esperanzas de la población en la actuación de Abelló y los hermanos San Millán y Berrocal se transformó en desilusión ante el comportamiento que tuvieron en las formas de obtener apoyos para su causa, mediante engaños a la población o incluso saqueos.
Bibliografía consultada: Los escribanos malagueños y la Guerra de la Independencia. Revista Hispania Nova. N.º 8, 2008
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