Mastodon Málaga y sus historias: PGOU
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lunes, 16 de septiembre de 2024

La casa de Isabel Loring Heredia

 

En el siglo XIX gran parte del Centro Histórico de Málaga se remodela y adapta a las necesidades del momento. En la zona del Hoyo de Esparteros residían desde el XVIII importantes familias de la sociedad malagueña. En 1892 Eduardo Strachan diseña una vivienda para Isabel Loring Heredia, esposa de Ricardo Heredia Livermore, si bien esta obra no se comienza hasta 1894 y, probablemente, se concluye en torno a 1897.


Casa de Isabel Loring.


Las calidades del inmueble hacen que se convierta en sede del Gobierno Civil tras el incendio de la Aduana en 1922. En sus últimos años acoge la célebre pensión La Mundial que ha sido objeto de intensa polémica en los últimos años. Desde principios del siglo XXI se estuvo planteando su demolición para poder aumentar considerablemente la volumetría de este sector. Su destrucción se llevó a cabo en 2019, salvándose tan sólo algunos de sus elementos de fundición.

Esta edificación estuvo incluida en el Catálogo de Edificios Protegidos del Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Málaga con protección Arquitectónica II. A pesar de la información localizada en investigaciones posteriores la ficha nunca se actualizó, aunque se solicitó. En 2008 este registro fue eliminado para permitir su demolición, hecho que quedó corroborado por la Junta de Andalucía en 2012, tras la admisión definitiva del Planeamiento Aprobado Modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro.

Son innumerables los valores que acogía este inmueble, destacándose el histórico, el arquitectónico/artístico, el simbólico, el industrial, el paisajístico y el de singularidad.

El inmueble era testigo del fructífero momento que vivía aún la burguesía malagueña a finales del siglo XIX, siendo resultado de las técnicas de la industria de ese momento, especialmente la siderúrgica, relacionada directamente con sus promotores.

Seguía el modelo de la arquitectura residencial planteada para la ordenación y atirantado del casco antiguo y se insertó en un contexto cercano al Paseo de la Alameda en el que residían familias destacadas, y donde los Heredia Loring tenían propiedades. Se proyectó como vivienda privada con rica decoración en su interior y exterior. Su calidad hizo que, tras el incendio en 1922 del Palacio de la Aduana, el gobernador la eligiese personalmente como hogar y sede del Gobierno Civil, al menos hasta 1923.

Uno de los valores más destacados fue el simbólico, ya que tras plantearse su demolición cuando aún se encontraba protegida, y tras la eliminación de su ficha para poder permitir su desaparición, se generó un amplio movimiento ciudadano a favor de su recuperación y restauración. Su caso fue tan destacado que los defensores del patrimonio siguen utilizando etiquetas en las redes sociales tales como #SalvemosLaMundial y #RIPLaMundial.

El inmueble con una altura de bajo, tres plantas y ático respondía a la volumetría decimonónica planteada para el lugar, conformando un conjunto homogéneo con inmuebles levantados en parcelas cercanas, entre los que destacaban los erigidos entre el río y Pasillo de Atocha, demolidos para encajar el mismo proyecto urbanístico, y uno desaparecido a principios del siglo XX en el ángulo contrario, entre Pasillo de Atocha y Plaza de Arriola. Por lo tanto, era un elemento singular también por ser su único superviviente.


Fuente documental: Web Patrimonio Herido. Antonio Jesús Santana Guzmán. Universidad de Málaga.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Rehabilitación del barrio de la Trinidad-Perchel

El movimiento vecinal de Málaga logra una de sus primeras victorias en el barrio de la Trinidad y El Perchel. Durante el mes de marzo de 1977, en torno a 300 vecinos constituyen una asociación para tratar de detener el deterioro del barrio con viviendas insalubres y en ruinas, falta de colegios y zonas verdes.

Calle del barrio de La Trinidad.
Esta asociación, que preside Enrique González Sánchez, junto a la de Cabezas de Familia, presidida por José Repiso Martos, logra que a finales de abril el Ayuntamiento convoque un concurso de ideas para remodelar La Trinidad que responde a las peticiones vecinales en cuanto a conservar la tipología, facilitar la permanencia de los vecinos y evitar la especulación.

El proyecto vencedor es el presentado por los arquitectos Salvador Moreno Peralta y Damián Quero Castanys. El lento proceso de rehabilitación se prolonga hasta febrero del 98, fecha en la que la Junta de Andalucía, que financia las obras, da por concluido el convenio con el Ayuntamiento.

Este proceso de rehabilitación de dos arrabales árabes, que se densificaron con la llegada de la revolución industrial, se puede considerar pionero en panorama de la rehabilitación en España.

La aprobación en 1971 del Plan General de Ordenación Urbana de Málaga, que proponía el ensanche de las calles centrales y posible transformación de los tradicionales barrios de Trinidad y Perchel, sometidos a fuertes intereses especulativos, y la puesta en marcha, en 1975, del expediente de expropiación de una de estas calles, Jaboneros, fue el desencadenante de importantes protestas ciudadanas.

Los vecinos, que veían peligrar su presencia en el barrio, después de asistir sólo unos años antes a la operación urbana del Instituto Nacional de Urbanización,que había arrasado la mitad del barrio del Perchel, desplazando a sus vecinos al barrio periférico de La Palmilla, fueron apoyados por el Colegio de Arquitectos, que alegaba la necesaria paralización del expediente ante la ausencia de un estudio que demostrara la necesidad de apertura de la calle y buscaba que se llevara a cabo un plan de rehabilitación integral del barrio, que garantizara la permanencia de sus vecinos.

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martes, 24 de diciembre de 2019

Caos urbanístico

El Tribunal Supremo, con fecha 21 de marzo de 1964, emite sentencia contraria al Ayuntamiento de Málaga, en un proceso entablado por un particular que construía sin licencia contraviniendo la normativa del Plan General de 1950.

La falta de normativa permitió construcciones como la de la foto.
La sentencia, sin embargo, obligó a la corporación municipal a regular la construcción a partir de las ordenanzas de 1902.

Hacía tiempo que el Ayuntamiento había aparcado el Plan de González Edo (1950), lo que impidió afrontar adecuadamente el afán de construir que el desarrollo de la Costa del Sol había provocado en la capital malagueña.

En cada caso se imponía el criterio que parecía más apropiado para los intereses particulares o públicos, aunque sistemáticamente se vulnerara la normativa vigente. La situación obligó a contratar la redacción de un nuevo plan, que no se aprobó hasta siete años después, en 1971.