Mastodon Málaga y sus historias: Teatro Cervantes
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jueves, 7 de diciembre de 2023

El Circo de La Merced

 

Muy cerca de la que se llamaba entonces Plaza de Riego, y luego de la Merced, en la antigua huerta de los frailes mercedarios, a espaldas del que fue convento del mismo nombre, se construyó un circo llamado de la Merced, que fue inaugurado en 1861, propiedad de Francisco Piñeiro.


Antiguo edificio del Teatro Cervantes.


Era un edificio de madera, descubierto, obra del arquitecto José Trigueros. La idea inicial fue hacer de él un circo ecuestre con un escenario para pantomimas. La entrada principal estaba situada en la callejuela de San Juan de Letrán. Se sabe que se trataba de un gran caserón destartalado en forma circular.

El edificio estaba precedido de un ancho patio donde paraban los carruajes que se acercaban para asistir a sus funciones. En el interior, al principio, el aforo se distribuía entre una planta baja o galería de patio, con gradas rodeadas por dieciséis palcos en semicírculo; un primer piso con veintitrés palcos y dos de proscenio. Además de funciones teatrales, en su recinto se celebraron ejercicios gimnásticos, acrobacias y números ecuestres, de ahí la denominación de circo.

En 1863 surgió la idea de cubrir el teatro aprovechando la visita de la reina Isabel II por lo que se solicitó el permiso para construir un segundo y tercer piso, conocido como gallinero, y cubrirlo. El 17 de octubre de 1862 reabrió sus puertas con el nuevo nombre de Príncipe Alfonso, con la presencia de la reina. Se celebró una función de gala en su honor y se representó El trovador actuando Albertoni y el barítono Pacini. Se bailó también, al final de la noche, La sal malagueña.

A partir de este momento este teatro cobró importancia, y en el poco tiempo que estuvo funcionando sostuvo una gran competencia con los otros teatros malagueños. Tras los sucesos de la revolución de 1868 pasó a llamarse teatro de La Libertad.

Este recinto fue destruido por las llamas de un incendio en la madrugada del día 20 de marzo de 1869. Al día siguiente no quedaban más que un montón de ruinas. Desde su desaparición se pensó que había que construir otro nuevo teatro que llenara el vacío que había dejado el Principe Alfonso; y así, un año después, se empezó a construir el Teatro Cervantes en el mismo emplazamiento que tuvo el anterior. Las obras de construcción duraron ocho meses y así el 17 de diciembre de 1870 el nuevo teatro abría sus puertas.


Fuente documental: El Teatro-Circo de La Merced. María Pepa García. Revista Isla de Arriarán.

miércoles, 4 de marzo de 2020

Una exposición muy curiosa

El año 2003 tuvo lugar en Málaga una exposición más que curiosa. Se reunieron cerca de 300 programas del Teatro Cervantes de Málaga y que también sacaba a la luz documentos de finales del siglo XIX y además de pinceladas históricas de la evolución de la ciudad.
Teatro Cervantes.
Entradas de 1883 a cuatro reales, facturas del Real Cuerpo de Bomberos de la época de la República en las que la palabra real aparecía tachada o carteles de actrices ligeras de ropa de los años del destape.
La muestra fue producto de la recopilación que durante "toda la vida" hizo Joaquín Millán, un coleccionista malagueño cuya pasión por los programas de cine le llevó a hacerse con documentos del Teatro Cervantes que adquirieron un valor incalculable.
La exposición, celebrada en el Archivo Municipal, recordaba el paso por la ciudad de artistas como María Guerrero, Josephine Baker, Antonio Machín, Emilio Thuillier o Conchita Piquer.
Además de evocar el ambiente cultural de cada época, plasmando los cambios históricos. Así, un programa de 1938 concluía pidiendo: "Entregad vuestra chatarra. Lo pide Franco. España lo necesita". A principios del siglo XX, la publicidad se abre paso y aparecen los primeros anuncios en el reverso de los programas. Uno de los más llamativos recomienda usar diariamente la pasta de dientes Sulfadenta "para ser una persona moderna".
La muestra organizada por el Ayuntamiento recopiló documentos desde 1872, dos años después de la inauguración del Teatro Cervantes, hasta su cierre en 1981. Tiempo después sería rehabilitado a instancia municipal.
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miércoles, 13 de marzo de 2019

La reina reinaugura el Teatro Cervantes

El Teatro Cervantes, adquirido por el Ayuntamiento tres años antes para su rehabilitación, es reinaugurado el día 6 de abril de 1987, ciento diecisiete años después de la primera actuación en su escenario.

Interior del Teatro Cervantes.
La reina Sofía descubre la placa conmemorativa y preside el primer concierto junto al ministro de Cultura, Javier Solana, y el alcalde Pedro Aparicio. El telón pintado por Ferrándiz vuelve a lucir en todo su esplendor.

En la segunda mitad del siglo XIX, un grave incendio destruyó en su práctica totalidad el Teatro de la Libertad, anteriormente llamado del Príncipe Alfonso, inaugurado con motivo de una visita a Málaga de la reina Isabel II. Tras la pérdida de este emblemático edificio, un grupo de personas de relieve social, muy ligadas al arte y la cultura de la capital, se asocian con el fin de dotar a la ciudad de un nuevo espacio escénico en el que dar cabida a las diferentes artes escénicas que proliferaban fruto del auge económico y cultural que vivía la urbe y satisfacer las necesidades de ocio de la burguesía.

Esta comisión, creada para materializar el proyecto de construcción de un gran teatro para la ciudad, encarga la ejecución del mismo al arquitecto municipal Gerónimo Cuervo, autor de grandes operaciones urbanísticas y arquitectónicas, y éste, a su vez, requiere la colaboración del pintor valenciano Bernardo Ferrándiz, afincado en Málaga. La decoración fue concebida conjuntamente por ambos artistas y, debido a la premura de las obras, se vieron en la necesidad de contar con la ayuda de otro pintor, Antonio Muñoz Degrain.

A Ferrándiz se le encomienda la pintura del telón de boca (en el que el pintor se autorretrata en la figura de Mefistófeles) y del techo de la sala. Para esta última se decide por una alegoría de la ciudad, en la figura de las Bellas Artes, en el centro del lienzo rodeada de todos los aspectos de su economía, entonces en pleno florecimiento: agricultura, alfarería, industria, transporte, pesca,  y situación estratégica para el comercio marítimo.

Las obras se realizaron entre abril y noviembre de 1870. La inauguración tuvo lugar el 17 de diciembre, con la interpretación de la versión sinfónica de la ópera Guillermo Tell, de Rossini. Las crónicas de la época resaltarón su capacidad (de 2.300 a 2.400 personas), las excepcionales dimensiones del escenario, así como la ornamentación que crea un conjunto realmente sugestivo en su interior.

A lo largo de los años, el edificio sufre una serie de cambios de muy diversa índole, pero son la indiferencia y el abandono los que lo convierten, prácticamente, en una ruina. En 1950, el teatro presenta un serio deterioro; es entonces cuando sus instalaciones son acomodadas a las normativas vigentes y se hacen reformas que alteran gravemente su diseño, distribución y elementos arquitectónicos. Se determina la habilitación de un bar y una cabina para proyecciones cinematográficas y será ésta la actividad a la que quede reducido.

Como ya se ha dicho, en 1984, el Ayuntamiento adquiere la propiedad del Teatro Cervantes y financia las obras para su reconstrucción con la ayuda de las subvenciones del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, el Ministerio de Cultura y la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía. El nuevo teatro, con un aforo definitivo de 1.171 localidades distribuidas entre butacas y palcos, es equipado con los materiales, dispositivos e instrumentos exigidos por las normativas técnicas vigentes para un local público de sus características.

En 2002 se diseñó e instaló en el escenario una concha acústica, para permitir que los conciertos sinfónicos y los recitales líricos ofrezcan las mejores condiciones de sonoridad. En 2005 se restaura el techo, el lienzo de Bernardo Ferrándiz. La siguiente modificación relevante a efectos de las representaciones líricas fue la instalación, en 2008, de una plataforma hidráulica en el escenario que permite tres disposiciones diferentes del mismo: con foso para alojar a la orquesta en caso de funciones de ópera, zarzuela o musicales, con la plataforma al ras del patio de butacas para representaciones convencionales o con la plataforma al mismo nivel del escenario para ampliar su extensión.

Durante 2011 se acometieron dos actuaciones de importancia en el edificio y su equipamiento. También se instalaron un elevador, un sistema de bucle magnético de inducción para los usuarios de audífonos y un sistema de señalización del recinto con pictogramas, lectura fácil y braille. La segunda actuación fue la reparación de los desperfectos de la fachada y del rescate de los colores originales que tenía el teatro en el siglo XIX, junto con la sustitución de los escalones de acceso a la puerta principal.

En el verano de 2016 se realizaron obras de restauración y conservación en el interior, consistentes en el cambio de la solería y el pavimento de madera del patio de butacas, que se encontraba en mal estado. Se aprovechó la actuación para dotar al patio de butacas de un poco más de pendiente, de manera que se mejoró la visibilidad en las últimas filas de asientos. Un año más tarde se procede a la restauración del ya descrito telón de boca.

(*) Información elaborada con datos obtenidos de la página web del Teatro Cervantes.