Mastodon Málaga y sus historias: Gálvez Ginachero
Mostrando entradas con la etiqueta Gálvez Ginachero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gálvez Ginachero. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de enero de 2022

La niña de la ciencia

 

María del Carmen Enriqueta Sánchez González nació en julio de 1898 por una cesárea que pasó a la historia de la medicina como la primera realizada en Andalucía, llevada a cabo por el doctor José Gálvez Ginachero, a una madre ya fallecida.


Hospital Civil en la actualidad.


La madre de la pequeña María González Enríquez de 28 años, era conocida en Málaga por vivir pidiendo limosna en la calle acompañando a su marido, un ciego llamado Antonio Sánchez. María a la hora del parto ingresó en el Hospital Provincial San Juan de Dios con un complicado historial médico debido a las numerosas y graves afecciones que sufría. El prestigioso ginecólogo malagueño, José Gálvez Ginachero, se vio obligado a realizar una cesárea pocos minutos después de que la madre falleciera por la gravedad de su estado. La niña sobrevivió y pronto se recuperó de las condiciones propias de un prematuro.

La pequeña fue bautizada en la capilla del propio hospital por el obispo de Málaga, y con el doctor Gálvez como padrino. La recién nacida empezó a ser conocida como la 'Niña de la Ciencia', por la forma en la que nació, y que desoués se enfrentaría a una situación complicada por el fallecimiento de su madre, el del padre poco tiempo después y a que su única hermana no tenía recursos para poder atenderla, por lo que terminó ingresando en 1901 en el Asilo San Manuel donde permaneció durante 70 años.

Allí convivió con otros huérfanos y mujeres viudas con pocos recursos, dedicada a ayudar en las tareas del parvulario del asilo, hasta que comenzó a sufrir una prematura senilidad que transformó su comportamiento y empezó a provocar problemas en su relación con los alumnos.

Setenta años después de entrar en el Asilo de San Manuel, la 'Niña de la Ciencia' fue enviada a las Hermanitas de los Pobres y por último al asilo Nuestra Señora de los Ángeles, donde murió, el 19 de junio de 1980, a los 82 años.

jueves, 2 de abril de 2020

La “gripe española” de 1918 en Málaga (IV)

El capítulo anterior se centró en los centros sanitarios con los que contaba Málaga cuando se declaró la pandemia de ‘gripe española’ en el año 1918.

En este escenario el doctor Gálvez Ginachero fue pieza fundamental en la organización de la lucha contra la epidemia de 'gripe española' en Málaga, junto a un importante ramillete de médicos malagueños.

Doctor Gálvez Ginachero.
José Gálvez Ginachero era maestro de varias generaciones de médicos y cuya fama como ginecólogo ya había traspasado las fronteras locales hasta el punto de convertirse en el médico especialista de María Cristina de Habsburgo, madre de Alfonso XIII y por entonces reina regente. Por cierto, que el rey y el presidente del Gobierno, Manuel García Prieto, sufrieron en sus propias carnes los efectos de la gripe española, ya que resultaron contagiados.

Hay que recordar que en 1918, José Gálvez Ginachero no era aún director del centro hospitalario, cargo al que accedería en 1923. El director del Hospital Civil durante la época de la 'gripe española' fue Alfonso Hurtado Janer, quien se encontró con la epidemia un año después de haber sido designado para el cargo.

Fernando Ruiz de la Herranz lo sucedería en el puesto, pero dimitió a los 15 días, y fue entonces, en febrero de 1923 cuando se nombró director a Gálvez Ginachero.

Añadir, que según el académico de San Telmo Elías de Mateo, la ‘gripe española’ entró en Málaga por medio de la tripulación de dos buques de guerra.

Como datos curiosos señalar algunos consejos de la época para luchar contra la enfermedad que eran delirantes, como la recomendación de fumar, porque se creía que el humo podía matar la gripe, aspirina en dosis contraproducentes, elixires o aguas medicinales. Algunas marcas en 1918 usaban una estrategia publicitaria encaminada a obtener beneficios económicos. "Lo mejor para combatir la gripe: coñac Henri Garnier", "contra la gripe y el cólera... colchones grandes hechos de lana limpia".

También en la pandemia de 1918 se cerraron escuelas, cines y teatros. Comenzó a remitir en el verano del 19 debido a las políticas sanitarias y a la mutación genética natural del virus. Como dijo alguien no hay nada nuevo bajo el sol. Y en lo relativo a epidemias, menos aún, como estamos comprobando ahora.

Próximo capítulo: La “gripe española” de 1918 en Málaga (y V)

PUBLICIDAD

 Dos libros imprescindibles https://amzn.to/2PVjEzb


miércoles, 10 de julio de 2019

Feria de Muestras de 1924

El 17 de agosto de 1924 se inaugura la Exposición y Feria Muestrario de Málaga con espléndidos pabellones de estilo clásico, fuentes, jardines, paseos y luminarias, levantada en apenas veintitrés días.

Entrada a la Feria de Muestras de 1924.
Este formidable escenario servirá de inspiración para la Exposición Universal de Barcelona y también para la Exposición Iberoamericana de Sevilla, ambas celebradas en 1929.

El alcalde Gálvez Ginachero contó con el apoyo de la burguesía local. Entre otros de Pedro Temboury, Gonzalo Bentabol, Manuel Freüller, Alvaro Príes Gross o Luis Fernández de Villavicencio y Crooke.

Se construyeron los efímeros pabellones entre los que se encontraban el dedicado a las Bellas Artes, que albergó importantes obras creativas de malagueños del XIX y del XX y tesoros del Cabildo Catedralicio.

En el pabellón de Historia y Arte Retrospectivo se expusieron vestigios ibéricos y romanos y en otro dedicado a la Flora se exhibieron exóticas plantas acompañadas de objetos decorativos, entre los que destacaron los traídos del lejano Japón.

En el pabellón dedicado a la Agricultura, Industria y Comercio había paneles, maquetas y productos que reflejaban bien la rica producción malacitana, desde la caña de azúcar, el tabaco y el maíz, hasta las últimas técnicas empleadas en los paseros.

 Además había muestras de empresas locales como Casa Larios, Ceregumil, López Hermanos, La Vienesa, Antonio P. Pons y Adolfo Ros, entre otros, que conformaban un muestrario completo y variado.

A pesar de tanto esfuerzo, la Exposición de 1924 no tuvo continuidad y aquel alarde de progreso se perdería con la crisis venidera, para recibir la puntilla con la posterior guerra civil. Aunque late en la iniciativa el propósito de Primo de Rivera de exhibir las conquistas de la dictadura, también en la ciudad surgió un cierto orgullo por mostrar lo mejor de sí misma.