Mastodon Málaga y sus historias: Jaime Pimentel
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viernes, 15 de marzo de 2024

EL cenachero

 

Pocos malagueños ignoran que el cenachero era un vendedor de pescado que en sus cenachos (espuertas de esparto y cáñamo) llevaba el producto fresco de la bahía de Málaga pregonándolo por las calles de la ciudad; un oficio ya desaparecido. El cenachero es, junto al biznaguero o el boquerón, un símbolo popular de la capital malagueña.


Monumento al cenachero.


El artista Jaime Fernández Pimentel inmortalizó en 1964 en una estatua a este pintoresco personaje, inspirado en el imaginario de su adolescencia, recordando a Diego el cenachero que vendía el pescado en su casa familiar de calle Carretería, y del que guardó más que su imagen su voz, gracejo y letrillas de pregón. Del pescador de Almayate Manolo El Petaca, se sirvió como modeló para los volúmenes escultóricos, efectos de los ropajes, etc. Sin embargo, El Cenachero de Málaga no es un retrato de este marengo.

Por el contrario, pocos malagueños conocerán que fue en el año 1877 cuando el gobernador civil de Málaga, Bonifacio Carrasco, un apasionado de las artes y de la pintura, convocó un certamen literario y pictórico. La pintura debería representar a un vendedor de boquerones en el acto de anunciar la mercancía por las calles de Málaga. Fueron siete los pintores que presentaron sus obras, el ganador fue Leoncio Talavera y en la sección de poesía el premio fue para Josefa Ugarte Barrientos.

La convocatoria, que fue muy bien recibida, permitió que muchos de los pintores y escritores de la época se dieran a conocer, aunque como dato anecdótico señalar que, todos los pintores, que acudieron a este certamen eran alumnos de la cátedra del pintor Bernardo Ferrándiz, que participó como juez.


Fuente documental: Historia y origen del símbolo del cenachero. Antonio Ruiz. Blog Málaga curiosidades malagueñas.

jueves, 19 de marzo de 2020

La figura de Jaime Pimentel

Al padre de algunos de los iconos locales más arraigados de Malaga le gusta el silencio y no hacer ruido. Jaime Pimentel se forjó en Oslo como escultor y a los encargos sobre todo municipales siempre les siguió el aplauso popular. Lejos de plazas y paseos tiene pequeñas obras mayores que comparten casa con él en su residencia de Almayate (Málaga).


Jaime Pimentel.

Nacido en Málaga, Pimentel pasó su juventud en la localidad de Los Rubios, en el municipio de Rincón de la Victoria. Trabajó como arquitecto de interiores en Noruega, donde también estudió técnicas de escultura. Más adelante trabajó en Estados Unidos haciendo bustos por encargo.

Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo ha realizado obras icónicas de Málaga como son El Cenachero o el burrito Platero del Parque, sobre cuya grupa se han fotografiado generaciones de hijos de malagueños.

Otras obras destacadas del artista son la Estatua del Biznaguero, el ya citado Cenachero, la Niña de Benalmádena, las gaviotas del Parque del Retiro de Madrid, las gaviotas que se elevan en la parte superior del Auditorio Eduardo Ocón, el monumento a la diosa fenicia Noctiluca en el paseo marítimo de Rincón de la Victoria o el Jabegote en el Paseo de Larios de Torre del Mar.

El escultor ha sido reconocido en homenajes y galardones, siendo premiado con el Escudo de Oro de la ciudad de Vélez-Málaga en 2007, con el Premio Piyayo que concede el Centro Cultural Flamenco 'El Cenachero' en 2008, con el Premio Estrella Feniké 2008 o el de Hijo Adoptivo de Rincón de la Victoria.

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martes, 7 de enero de 2020

La fuente de la Plaza de la Marina

El 15 de enero 1964 se  inaugura la fuente luminosa de la Plaza de la Marina, con nueve juegos de agua, y la estatua del Cenachero, obra de Jaime F. Pimentel, autor también del Biznaguero, que se instala el 10 de agosto en la misma plaza.

Fuente de la Plaza de la Marina.
Desde los años a a partir de 1940, tras los derribos de la antigua Acera de la Marina, se había abierto comunicación entre el Parque y la Alameda y se había creado un gran espacio delante del Puerto que no quedó urbanizado hasta 1964. En enero de ese año tuvo lugar la inauguración de la nueva disposición del perímetro central de la plaza, que incluía la estatua del Cenachero y una fuente luminosa que constituyó la principal atracción para los numerosos ciudadanos que se acercaron al acto.

El proyecto era obra de un grupo de arquitectos e ingenieros barceloneses: Fernando Salvia, Juan Catalá, Joaquín Casamor de Espona y Antonio María Riera. La fuente, inspirada en la famosa Fuente Mágica de Montjuic diseñada por Carlos Buigas en 1929, contaba con una gran variedad de juegos de luz y agua, obtenidos gracias a un complejo sistema de surtidores y focos repartidos en sus dos tazas, y estaba rodeada por unos frondosos espacios ajardinados.

Las obras de construcción de un aparcamiento subterráneo en la plaza -que entró en servicio en 1989- supusieron una nueva ordenación urbana de la misma, de acuerdo con un proyecto del arquitecto catalán Manuel Solá Morales. Lo único que se conservó de lo existente fue la fuente, convertida en elemento de unión entre la superficie y el nivel del aparcamiento.

Con este fin se le construyó un enorme vaso de mármol veteado, de sobrio diseño, por el que resbala una fina lámina de agua hacia la planta subterránea, a través de un hueco circular que rodea la fuente y proporciona iluminación natural al aparcamiento. En la parte superior destaca el llamativo juego de surtidores que emiten chorros de forma e intensidad cambiante, produciendo una atractiva combinación de figuras y sonidos.