La noche entre el 21 y 22 de marzo del año 1886 se produjo un grave
suceso en la localidad malagueña de Tolox, que fue
considerado como el primer intento de suicidio colectivo en
España.
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Panorámica de Tolox. |
En el año 1885 se
presentó en la citada localidad un individuo que se hacía llamar
padre José, que cargaba a sus espaldas una imagen de Cristo
de tamaño natural, un personaje del que posteriormente se supo,
gracias al sumario instruido por el juzgado de Coín, que
tenía antecedentes por estafa. El presunto padre José no
tardó en comenzar a lanzar su mensaje entre la población, que no
era otro que la necesidad de la salvación ante la llegada inminente
del fin del mundo. El medio propuesto para cumplir ese objetivo era
la entrega de donativos.
En este escenario
aparecen también otros dos personajes, el hipnotizador Mateo
Romero y la espiritista y echadora de cartas Teresa Vilatoro,
que enseguida fueron tildados por los vecinos como el santo y la
santa, que aunque no se esclareció, todo apuntaba a que estaban
compinchados con el padre José, ya que entre otras cosas, el
trío procedía de la capital malagueña.
Las soflamas y
acciones de estos líderes espirituales hicieron pronto mella
en un sector de la población, especialmente entre un grupo de beatas
a las que se denominó las ‘cuatro columnas’, entre las
que destacaba Micaela Merchán, que luego tendría un papel
destacado en los sucesos. Ese grupo de mujeres recibían en sus
domicilios una serie de cartas, supuestamente enviadas por Santa
Teresa, cuyos mensajes apocalípticos difundían por el pueblo
mediante habladurías.
En este ambiente
también comenzaron la supuestas apariciones de la mano de Miguel
Soto Martín, conocido como el Pilonso, un
jornalero natural de Tolox, que aseguró haberse encontrado en
un camino con el Niño Jesús quien, casualmente, también
anunció la llegada de importantes acontecimientos. Ante la noticia
transmitida por el Pilonso, su padre acudió al lugar
de los hechos y aseguró haber encontrado a una señora vestida de
luto, que también realizó los mismos presagios sobre el fin de los
tiempos y que le rogó que en compañía de otros vecinos, provistos
de velas, acudieran al cementerio a rezar. La presunta virgen también
rogó que acudieran a uno de los vecinos más ricos del pueblo para
que le pidieran un reloj de oro, como ofrenda. El propietario de la
joya, se negó a su entrega y no dudó en montar un auténtico
escándalo que, al parece fue el motivo de la huida de Tolox
del padre José, que terminó refugiándose en el lugar donde
más tarde se desencadenaron los hechos relacionados con los
iluminados.
Poco después, la ya
citada Micaela Merchán hace público que en la noche entre el
20 y 21 de marzo llegaría el fin del mundo, por lo que citó a los
integrantes de esta especie de secta, unos 25 vecinos, a reunirse en
un lugar situado junto al río Verde, con el objetivo de poner
fin a su vida, tras lo que recibirían un maná celestial que les
permitiría no tener que trabajar nunca más.
Comenzaron ritos y
rezos, tras consumir hierbas alucinógenas, los participantes
prendieron fuego a las chozas de la propiedad del esposo de Micaela
Merchán, se despojaron de sus ropas, al parecer quemaron algunos
animales domésticos y llegaron a infligirse castigos corporales que
motivaron la aparición de lesiones en algunos de los participantes
como se refleja en la causa instruida por el citado juzgado de Coín,
que llegó a a procesar hasta un total de 22 personas a los que se
aplicó la eximente de haber sido hipnotizados.
La locura colectiva
terminó gracias a la intervención de la Guardia Civil
procedente de la vecina localidad de Istán que había sido
alertada por un vecino de las proximidades y que detuvo a los
participantes por escándalo público, que tras el juicio celebrado
por la Audiencia Provincial de Málaga serían condenados por
delitos menos graves. Cuando se emitió la sentencia 13 fueron los
condenados y 6 absueltos. Entre los absueltos se encontraban Isabel
Gallardo Pato y Antonio Alonso Martín el Pilonso;
los otros 6 obraron sin discernimiento, según la sentencia, “por
lo que se absuelven y se mandan entregar a sus respectivas familias
con encargo de vigilarlos y educarlos”. Del padre José
nunca más se supo.
Fuente documental:
Los Iluminados de Tolox. Francisco Lara Millán. Blog
Noticias de Tolox.
El proceso de los
iluminados de Tolox. Enrique Mapelli, Revista Jábega,
número 26, 1979.