Mastodon Málaga y sus historias: barroco
Mostrando entradas con la etiqueta barroco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta barroco. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de octubre de 2025

Palacio de Salinas

 

Situada en el número 6 de la calle Salinas, esta casa palacio, colindante a la calle Larios, ha mantenido de manera sorprendente su planta irregular, adaptada al originario trazado árabe, pese a la transformación tan importante sufrida por la zona en el siglo XIX. No se conoce la fecha exacta de su construcción, pero según indica la tipología de casa patio puede que se trate de la segunda mitad del siglo XVII.


Palacio de Salinas.


El Palacio fue utilizado como la primera fábrica de tabacos de la historia de Málaga, más adelante fue el Palacio de la Aduana y después se convirtió en una casa de vecinos, en las que vivieron y pasaron muchos inquilinos.

Este inmueble ha pasado por numerosos avatares, pues fue en un principio una residencia de gran propietario, y posteriormente, en el siglo XX, casa de vecinos, hasta que en 1971 fue declarado en ruina. Su restauración, entre los años 1990 y 1993, estuvo a cargo de los arquitectos Rafael Roldán y Álvaro Gómez. Que permitió su recuperación, utilizando técnicas constructivas tradicionales. Actualmente se destina a oficinas y locales comerciales.

Se trata de una gran edificación sobria y sencilla, representativa de la arquitectura civil barroca que conserva buena parte de la organización espacial en torno a las galerías del patio y la escalera de esquina, así como elementos arquitectónicos decorativos, destacando en el conjunto la torre que se eleva dos plantas sobre el resto del edificio.

La torre que, según el Protocolo de venta de 1801, formó parte de una antigua mezquita medieval, posteriormente adquirida y readaptada por el Cabildo, aunque otras fuentes, sin embargo, niegan este origen musulmán y atribuyen su origen, según documentos históricos del siglo XVI, a una de las «casas principales» de la ciudad, tratándose, pues, de una torremirador propia de las casaspalacio del XVI. Desde 2007 se le concedió la calificación de Bien de Interés Común Cultural (BIC).

jueves, 28 de septiembre de 2023

El Palacio Episcopal

 

El Museo Palacio Episcopal ARS Málaga de Málaga es un ejemplo de la arquitectura civil malagueña, inspirado en el barroco tardío del siglo XVIII. Su fachada complementa perfectamente con la de la Catedral, siendo lo más notorio en ella el cuerpo central formado por tres vanos superpuestos, encontrándose en el superior una hornacina con una Virgen de las Angustias, obra del escultor Fernando Ortiz.


Palacio Episcopal.


El edificio del Palacio Episcopal se levanta en la Plaza del Obispo muy próximo a la Catedral de Málaga, bajo el patrocinio del arzobispo José F. Lasso de Castilla, a partir del año 1762.

Su diseño se debe al arquitecto Antonio Ramos, quien a la muerte de José de Bada en 1756 continúa con las obras que éste realizaba para la catedral. La realización de este palacio supone la obra más importante de su autor y uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil malagueña, y en ella Ramos distribuye los espacios alrededor de dos patios sucesivos, agrupando en torno al primero de ellos la zona pública del conjunto y levantando un cuerpo bajo con arquerías, mientras que en el segundo dispone sus frentes abiertos con balcones, ubicando sobre un costado una escalera de tipo imperial de doble tiro que comunica con la zona alta del palacio.

Alrededor del segundo patio, también organizado en dos plantas de altura con una ligera estructura de arquería, se distribuyen las dependencias privadas que se destinan al prelado.

Muy importante por su alta calidad compositiva es el diseño de su fachada principal, de tres plantas de altura, que se articula a través de pilastras pareadas y simples de bajo resalte entre las que se disponen grandes huecos a modo de balcones en las plantas superiores y de ventanales en la inferior.

De un barroco clasicista donde destacan los frontones rectos y curvos de los huecos superiores, sobresale en esta fachada su magnífica portada-retablo que se le superpone en el centro, en tres cuerpos de altura, combinando mármoles en colores gris para el fondo y rosa en las columnas, cuyo número decrece progresivamente en cada planta superior.

En ella destaca el gran balcón de movido diseño sobre la puerta de acceso, los elegantes remates con que se coronan pilastras y columnas, y los escudos que se muestran sobre la puerta de ingreso. Asimismo es de destacar en el último cuerpo de esta portada la profunda hornacina enmarcada entre pilastras con guirnaldas que aloja en su interior una imagen de la Virgen de las Angustias, que como ya se ha reseñado es obra de Fernando Ortiz.

A la muerte de Antonio Ramos en 1782, las obras de este palacio las continúa su sucesor José Martín de Aldehuela, quizá el autor de la balaustrada de piedra con que se acaba superiormente el edificio, añadido en un momento posterior.

Desde octubre de 2019 el edificio es el un centro cultural de la Fundación Unicaja de Málaga y que acoge una programación de actuaciones culturales de esta institución. Bien de Interés Cultural, este Palacio Episcopal está catalogado como monumento en el año 1991.

viernes, 26 de febrero de 2021

La cripta de los condes de Buenavista

 

La cripta de los condes de Buenavista está enclavada en el santuario de Nuestra Señora de la Victoria de Málaga, basílica que alberga a la patrona de la ciudad y que es la huella barroca más notable de la capital. La cripta permaneció cerrada durante años aunque en la actualidad puede ser visitada. Está situada bajo la torre de 3 pisos que hay a la derecha del templo y se entra por una pequeña puerta lateral.


Sepúlcros de los condes de Buenavista.


El templo original fue mandado a construir por el rey Fernando El Católico, en la misma plaza en la que se instaló el campamento castellano durante el asedio a la ciudad, en 1487. El mal estado de la construcción original hizo necesaria una gran obra de restauración y ampliación, que fue ejecutada durante el siglo XVII, y financiada gracias al mecenazgo de los condes de Buenavista.


La iglesia fue restaurada por el arquitecto Felipe de Unzurrunzaga, que diseñó el trasaltar, donde se les concedió derecho de sepultura a los condes, en la cabecera del presbiterio, que es un cuerpo en forma de torre de 22 metros de altura dividido en tres pisos. Hoy lo único que queda del templo original es el retablo barroco del altar mayor.


Cuando la puerta del trasaltar se abre para dejar paso a la cripta se puede observar que sobre las paredes pintadas de negro, existe una profusa decoración de yesería blanca que cubre paredes, techos y columnas, en una omnipresente alegoría al paso inevitable del tiempo, a la muerte, representada por calaveras, esqueletos, huesos, relojes, espejos, guadañas, balanzas y todo tipo de símbolos que evocan el carácter mortal del hombre. Llaman la atención las imágenes de niños, tal vez con la intención de advertir que nadie está exento de la muerte.


La planta es cuadrada, de 8.5 metros de anchura por 3,30 metros de alto y tiene un soporte central formado por cuatro columnas en el centro de la sala, con forma octogonal. Al fondo de la sala están los sepulcros de los condes, situados uno frente a otros de forma simétrica, entre ambos un pequeño altar con una gran cruz de oro, símbolo de la resurrección e inmortalidad.


Los sepulcros están profusamente decorados y sobre ellos las estatuas de los condes en actitud de oración. Aparecen jóvenes, vestidos con riqueza, contrastando con el resto de tétricas figuras que ilustran la cripta.