Mastodon Málaga y sus historias: Real Academía de San Telmo
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viernes, 1 de octubre de 2021

El poeta Juan Tejón y Rodríguez

 

Juan Tejón y Rodríguez de la Granda fue un escritor malagueño nacido el 10 de febrero de 1833 en el número 10 de la calle malagueña que lleva sus apellidos. Residió algún tiempo en Madrid donde colaboró en varios periódicos. Recibió numerosos premios poéticos y sus obras más importantes fueron Clotilde, comedia en verso de gran éxito; Ensayos en varios tomos, también en verso, y Verdades y ficciones, su libro de poesía más conocido. Murió en Málaga el 9 de febrero de 1894, en la casa en que nació.


Vista de la calle Tejón y Rodríguez en el siglo pasado.


Recibió una educación literaria esmerada. En su juventud, alentado por su íntimo amigo López Guijarro, escribió y publicó artículos, novelas y poesías en revistas de Málaga y Madrid. Dedicado, poco después de su matrimonio, a negocios comerciales, descuidó sus aficiones, que despertaron de nuevo algunos años antes de su muerte.


Fue un gran impulsor del Liceo de Málaga junto a otros como Isabel Chaix, Josefa Ugarte-Barrientos, Piñón y Silva o Fernández del Castillo y fue académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo en 1881. Escribió el célebre poema La conquista de Málaga, el libro de oraciones en verso Lágrimas de un pescador, un himno patriótico al regreso del general Espartero a Madrid, y el ensayo, de varios tomos, La catedral y la patrona de Málaga. Residió algunos años en la corte, estableciendo amistad con escritores tan notables como Grilo, Nuñe de Arce, Rodríguez Rubí, Hartzembusch y Fernández Guerra.


La calle que lleva su nombre se abrió con el derribo del Convento de San Pedro de Alcántara, que con su huerto anejo e Iglesia, ocupaba en el siglo XVIII toda la manzana hasta la Puerta de Buenaventura, y tenía su entrada principal por Carretería.

viernes, 11 de junio de 2021

Bernardo Ferrándiz, el gran pintor que murió en el olvido

 

Bernardo Ferrándiz nació en el barrio marinero de Cañamelar (Valencia) el 21 de julio de 1835, e inició su formación pictórica en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos (Valencia), como discípulo de Francisco Martínez. Sus creaciones ponen de relieve su inclinación por los asuntos cotidianos.

Telón del Teatro Cervantes.


En este sentido uno de sus cuadros más impactantes es El Viático dado a un mendigo moribundo, gracias al cual es premiado por la Diputación de Valencia con un pensionado para continuar su formación fuera de España. Viajó por África e Italia, más concretamente a Roma, y participó en varias exposiciones, obteniendo mención honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1860, recibió la segunda medalla de la Exposición de 1864 por su obra Un alcalde de monterilla y fue medalla de plata en la de Madrid, de 1866.


Se incorporó a la Academia de San Fernando en Madrid, 1876, donde asistió al taller de Madrazo. Había llegado a Málaga en 1868 ya con una trayectoria profesional de cierto éxito, tomando posesión de la cátedra de Colorido y Composición de la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, tras unas duras oposiciones desarrolladas en Madrid, y permaneció formando parte de esta escuela malagueña hasta que en 1878 fue nombrado su director.


Fue amigo inseparable de Muñoz Degrain, al que atrajo a Málaga. Entre sus muchos discípulos destacaron Moreno Carbonero, José Nogales, Blanco Coris, Enrique Simonet, José Denis Belgrano o Pedro Sáenz Sáenz, entre otros. Estudió pintura también en París con Duret. Sus retratos de Ciscar y Juan de Juanes se pueden ver en el Palacio de la Generalidad de Valencia. Los cuadros de Ferrándiz están ampliamente repartidos por España, Francia, Italia y en manos de coleccionistas particulares de otras naciones. Aunque la mayor parte de su producción se encuentra en el extranjero, la llamada Colección Goupil, hay trece obras suyas en el Museo de Málaga.


Destacándose entre su producción obras como El charlatán político, y Salida de los picadores de la posada, entre otras. Su más conocida pintura es El Tribunal de les Aigües (El Tribunal de las Aguas, de 1865), del que hay dos versiones, la primera se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Burdeos y que fue adquirida por Napoleón III, y la segunda está en Valencia. Otra obra suya bastante conocida es El juicio de las botas.


Ferrándiz vivió diecisiete años en Málaga, donde pintó la bóveda del Teatro Cervantes (Alegoría de la Historia, Industria y Comercio de Málaga) y el telón de boca del mismo teatro, restaurado recientemente. En la capital malagueña existe un monumento en su honor en el Parque. Es considerado como uno de los integrantes e impulsores de la Escuela malagueña de pintura. Falleció en Málaga el 3 de mayo de 1885. Fue enterrado en el Cementerio San Miguel.


Un oscuro suceso motivó que Bernardo Ferrándiz fuera expulsado de la Escuela de Arte de San Telmo, suspendido de empleo y sueldo, y luego además, fue acusado penalmente de intento de asesinato por lo que acabó yendo a prisión. Allí contrajo una enfermedad que le terminaría produciendo la muerte. Murió cinco años después del incidente, en el más cruel ostracismo. En el citado proceso penal fue defendido por el prestigioso abogado Eduardo Palanca, cuya trayectoria ya ha sido abordada en estas mismas páginas.

miércoles, 27 de enero de 2021

Desaparición de una escultura de más de 1.500 kilos

 


Una obra del siglo XIX del escultor malagueño José Vilches cuyos propietarios habían mostrado su predisposición a ceder temporalmente al Museo de Málaga fue sustraída de su emplazamiento en Jerez de la Frontera (Cádiz), en marzo de 2017. Una obra de arte de más de 1.500 kilos de peso.


La escultura robada y recuperada.


Se trata de un conjunto realizado en mármol y constituido por una figura femenina con un perro, ambos a tamaño natural, que reposan sobre una urna funeraria que, procedente del mausoleo del vinatero francés afincado en Jerez Julián Pemartín, se encontraba en el porche de la casa de recreo que la familia poseía a las afueras de la citada ciudad gaditana.


Según explicó entonces el escultor Suso de Marcos, que llevó a cabo un informe sobre Vilches para la Real Academia de San Telmo, la obra sustraída se denomina ‘Fidelidad`. y fue realizada en 1844. Suso de Marcos estudió la obra cuando realizaba el citado informe sobre Vilches, y al saber que los propietarios pretendían venderla, intentó convencerlos para que la cedieran temporalmente a la colección de Bellas Artes del Museo de Málaga.


El 31 de octubre del mismo año saltaba la noticia de la detención de los tres presuntos autores del robo. Las pesquisas para identificarles y recuperar la escultura, considerada la obra más notable del escultor malagueño y que en el mercado podría haber alcanzado el valor de unos 200.000 euros, fueron complejas. Durante siete meses se desarrolló la que fue bautizada como “Operación FIEL”.


Las pesquisas se habían iniciado cuando fue denunciado el robo. Las primeras sospechas se centraron rápidamente en dos hombres que meses antes del robo alquilaron la finca de la familia Permartín con nombres falsos y facilitando teléfonos de los que no eran titulares.


Los nuevos inquilinos mostraron con numerosas preguntas su curiosidad por ‘La Fidelidad’. Pagaron al contado y por adelantado el alquiler de un trimestre, 12.000 euros, más 2.000 euros de la comisión de la inmobiliaria, a pesar de que en los últimos diez años no habían tenido ninguna actividad laboral.


Los mismos inquilinos decidieron rescindir el contrato del alquiler de la finca sin tan siquiera reclamar la devolución de los meses que habían adelantado, aunque le pidieron al dueño quedarse unos días más con las llaves porque tenían un amigo (el tercer supuesto implicado) que tenía interés en adquirir el inmueble. Los ladrones habían contactado con un anticuario de Madrid que se había interesado por la pieza.

Los investigadores descubrieron que los ladrones construyeron un cofre para cubrir el mausoleo y que utilizaron una grúa con brazo telescópico para descargarla en un camión y llevársela. Pero la operación de compra no se llegó a culminar ya que el anticuario reclamó a los vendedores diversa documentación ya que tenía interés en sacarlas a subasta para su exportación.


El escultor José Vilches, nacido en torno a 1810 y fallecido en 1890, tuvo una amplia producción, realizada en su mayoría en Roma y en un material tan del gusto de la época y de la ciudad eterna, como es el mármol de CarraraVilches llegó a ser escultor de cámara de la reina Isabel II, director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma y fue designado cónsul de España en Saigón.


El hecho de que pese a su prolífica trayectoria y a que en Málaga cuenta con una significativa obra como es el monumento a Manuel Agustín Heredia siga siendo muy desconocido para los malagueños, llevó a Suso de Marcos a realizar el informe para la Real Academia de San Telmo.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

La Academia de San Telmo reabre sus puertas


Con el nombramiento como presidente de Ramón Martín Gil, y la ocupación de los puestos vacantes entre sus académicos, la Academia de San Telmo supera un paréntesis de nueve años de inactividad. El reto era recuperar el pulso para impulsar la creación de un Museo de Bellas Artes. Tras la fase de letargo, aún con poca actividad, reanuda sus trabajos en el año 1910.

Antigua sede de la Academia de Bellas Artes de San Telmo.
Tras el fallecimiento de José Freüller y Alcalá-Galiano, marqués de la Paniega, quien había ocupado la presidencia desde la creación de la Academia en 1849 hasta su muerte en 1901, nada se había hecho debido a la fuerte identificación de la institución con su 'padre espiritual' durante más de medio siglo.

Fue el marqués de la Paniega quien propuso, el 25 de septiembre de 1883, que la Academia de Bellas Artes se pusiera bajo la advocación de San Pedro González Telmo y, pasó a denominarse Academia de San Telmo. Por Real Decreto de 8 de diciembre de 1915 incorporó a su título el de Real.

En esos años impulsó la adquisición de obras de los mejores pintores de la escuela malagueña de la época, como Bernardo Ferrándiz, a quien antes se había visto obligado a destituir como director de la Escuela de Bellas Artes por agredir al arquitecto municipal Juan Nepomuceno Avila tras una discusión.

La Real Academia de Bellas Artes fue creada en Málaga por Real Decreto de 31 de octubre de 1849, y su acto de constitución tuvo lugar el 7 de junio de 1850, siendo ministro de Fomento Manuel Seijas Lozano. La primera Junta se celebró un día después, presidida por su primer Presidente, en las dependencias del antiguo Colegio de Náutica de San Telmo, en la Plaza de la Constitución.

La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, tiene como fin primordial el fomento de la creatividad artística, así como el estudio, difusión y promoción de las artes y del patrimonio cultural, histórico-artístico y medio-ambiental y, muy particularmente, de la pintura, la arquitectura, la escultura, la literatura, la música y las artes visuales, teniendo como ámbito preferente de actuación el de la ciudad de Málaga y su provincia.

La Escuela permaneció en las dependencias de San Telmo hasta el año 1970, fecha en la que se trasladó a las nuevas dependencias de El Ejido, a la llamada “Escuela de Artes Plásticas y Diseño San Telmo”, aunque, de hecho siguió ocupando su antiguo emplazamiento, pues se impartían clases monográficas de Dibujo Artístico hasta que, en 1985, fue cerrada por la Delegación de Educación, pero mantuvieron sus enseres que se conservan, como testimonio de su paso por el edificio, en el Aula de Dibujo. El edificio lo comparten ahora el Ateneo y la Sociedad Económica de Amigos del País.