Mastodon Málaga y sus historias: hotel
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jueves, 6 de noviembre de 2025

Palacio de Solesio

 

El Palacio de Solesio o Solecio ubicado en el número 61 de la calle Granada,​ más conocido, aunque incorrectamente, como Palacio del Marqués de la Sonora o de la familia Gálvez es un edificio del siglo XVIII. Fue levantado en torno a 1789 y se atribuye al arquitecto José Martín de Aldehuela, el mismo que proyectó la plaza de toros de Ronda y finalizó el acueducto de San Telmo. Su diseño responde a la arquitectura palaciega de la época, con una fachada sobria pero elegante.


Palacio de Solesio antes de su reconstrucción.


El edificio toma su nombre de los Solesio, una familia de origen genovés dedicada al comercio y la banca que se estableció en Málaga en el siglo XVIII. A mediados del siglo XX se colocó en la fachada un escudo de la familia Gálvez de Macharaviaya, figuras clave en la política y la administración colonial española del siglo XVIII, con virreyes y militares destacados. Eso llevó a una atribución errónea de la casa como residencia principal de los Gálvez en Málaga, cuando en realidad no lo fue. La familia Gálvez sí estuvo vinculada al entorno de la Plaza de la Merced, donde residieron algunos de sus miembros más influyentes durante el reinado de Carlos III, pero el Palacio de los Solesio no les perteneció originariamente.

El edificio fue usado para el almacenamiento del papel elaborado en Arroyo de la Miel y de los naipes ya confeccionados en Macharaviaya listos para ser transportados desde el puerto de Málaga al Nuevo Mundo. El comercio americano de naipes era monopolio de Solesio.

En 1806, tras la expropiación del edificio, fue entregado a José Mariano del Llano y Catalina Archez, viuda de Bernardo Carrillo. Un folleto de 1939 indica que el edificio era usado como centro escolar del colegio de señoritas denominado La Minerva.

El edificio fue vaciado y demolido, a excepción de su fachada, con fines especulativos por parte del grupo inmobiliario Salsa Patrimonio, produciendo un daño irrecuperable en el patrimonio arquitectónico del centro histórico y decretándose el estado de ruina del inmueble. Las obras de rehabilitación para convertirlo en un hotel y recuperar sus restos arqueológicos comenzaron en mayo de 2017 y tuvieron un plazo de construcción de tres años. El proyecto redactado por Salvador Moreno Peralta se topó además con la aparición en el subsuelo de importantes restos arqueológicos romanos. Esto demoró el inicio de las obras dado que la Junta de Andalucía exigió su conservación alterando así el proyecto presentado por Moreno Peralta quien se negó a reubicar las cocinas del hotel en otro lugar.

En el año 2015, se retiraron parte de los andamios que la ocultaban, para dar un mejor aspecto a la turística calle Granada. Desde diversos sectores se criticó esta situación alegándose que Málaga ha perdido uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil con los que contaba con la desaparición de gran parte de los elementos que componían el espacio.​

En enero de 2016, se establecieron las negociaciones para ser adquirido por el grupo de inversión inmobiliaria Activum SG. con una inversión de ocho millones de euros, para hacer un hotel de cuatro estrellas superior.

jueves, 22 de junio de 2023

La fonda de Las Tres Naciones

 

En la Málaga de finales del siglo XIX existía ya una amplia oferta de plazas hoteleras, entre las que destacaba como la de mayor prestigio de la ciudad el Gran Hotel de Roma donde se hospedaban los personajes importantes cuando venían a Málaga. Otro hotel a destacar era el Bristol, en el número 5 de calle Larios. que, como curiosidad, brindaba la posibilidad de degustar cocina vegetariana. En la misma calle calle Larios estaba el Alhambra, ubicado en la esquina con Moreno Monroy.


Calle Marín García en la actualidad.


Como ejemplo de los establecimientos más modestos, se puede citar la Fonda de las Tres Naciones, de Juan Rodríguez, que estaba ubicada en el número 16 de la antigua calle Casas Quemadas, hoy Marín García, en el que se alojaron Pablo Picasso y su amigo, también pintor, Carlos Casagemas en la que fue la última visita del malagueño a su ciudad natal.

Picaaso y su amigo tuvieron que alojarse allí ante la negativa a cuidar su aspecto para alojarse en la casa del tío de Pablo, el doctor Salvador Ruiz Blasco, en la muy burguesa Alameda Principal. Los dos amigos, que habían abandonado París en su primera estancia para pasar la Nochebuena en Barcelona con sus familias y la Nochevieja de 1900 en Málaga, conservaron un recuerdo amargo de esas fechas y de aquel cambio de siglo.

Desde entonces hasta la actualidad la calle Marín García ha sido una vía populosa, invadida completamente por terrazas de restaurantes.

martes, 2 de febrero de 2021

Cuatro muertos en el hundimiento en un hotel

 

Cuatro muertos y numerosos heridos heridos fue el balance de un hundimiento ocurrido a las diez de la mañana del 11 de agosto de 1971 en el hotel Riviera de Benalmádena-Costa.


Tres de las víctimas fueron sacadas en las labores de descombro y la otra falleció cuando era trasladada a un hospital malagueño. Los heridos recibieron asistencia en diversos centros sanitarios de Benalmádena, Torremolinos, Málaga y diversas casas de socorro.


Portadilla del diario ABC.


La parte derrumbada constituía un pabellón anexo al bloque del hotel por lo que no se afectaron las habitaciones de los huéspedes ni tampoco al comedor principal ni la la mayoría de los servicios propios de cualquier hotel.


El pabellón siniestrado, que constaba de dos plantas, estando la superior al nivel de la entrada principal, se habían instalado el vestíbulo, el bar, salones, comedor reservado y galería de tiendas y exposiciones. En la baja, servicios, como la cocina, comedor del personal y supermercado. Por otra parte, se llevaban a cabo obras en la cubierta, donde se construían unas pistas de tenis.


El número de muertos se elevó a cuatro, tres belgas y un suizo. A causa del ruido producido por los escombros que caían, los huéspedes que se encontraban en el hotel corrieron despavoridos abandonando el edificio. Hasta bien entrada la tarde no se permitió la entrada a ninguna persona como medida de prevención del peligro que pudiera sobrevenir.


La Audiencia Provincial de Málaga condenó en enero de 1977 al arquitecto y al aparejador a un año de prisión menor a cada uno, como autores de un delito de imprudencia temeraria por construir una pista de tenis sobre la terraza del Hotel Riviera cuyo hundimiento ocasionó la muerte a cuatro personas y heridas de gravedad a diez más, dos de las cuales quedaron con incapacidad absoluta. Asimismo, condenó a ambos profesionales de Málaga con la suspensión de todo cargo público, profesión, oficio y derecho de sufragio durante un año.


También se vieron obligados a indemnizar con quince millones de pesetas a la empresa propietaria del hotel siniestrado y por un total de 7.943.842 pesetas, a los familiares de las víctimas, a los heridos y perjudicados.

viernes, 5 de octubre de 2018

Reapertura del Hotel Miramar

El 21 de diciembre de 1940, sábado, vuelven a abrirse las puertas del Hotel Miramar con un té y baile amenizado por el jazzista Martín de la Rosa.
El establecimiento había cerrado en agosto de 1936 para convertirse en sanatorio de heridos en el frente, y finalmente había llegado a ser hospital de sangre con las donaciones hechas por facultativos malagueños, uso que se prolongó cuando las tropas nacionales tomaron la ciudad.

Hotel Principe de Asturias en 1926.
Al recobrar su condición de hotel, el Miramar se enfrenta a un serio deterioro que mengua sus posibilidades de recuperar el prestigio perdido. El desplazamiento del turismo hacia la costa no facilitará esa tarea. Sin embargo, en torno al Miramar, donde aún se alojarán buena parte de los visitantes más conocidos que pasan por la ciudad, empiezan a girar acontecimientos sociales, noches de fin de año, días de Feria y tardes de toros.
La historia del hotel se remonta a 1921 cuando se construye un edificio considerado la obra cumbre del arquitecto Fernando Guerrero Strachan, tras cinco años en construcción, el edificio fue inaugurado en 1926 por el rey Alfonso XIII con el nombre de “Hotel Príncipe de Asturias”.
Cuando la Guerra Civil llega a su fin, el palacio reabre sus puertas recuperando sus antiguas funciones bajo el nombre de “Hotel Miramar”. Estará en funcionamiento hasta 1967, año en el que cesará su actividad.

Hotel Miramar, en la actualidad.
La edificación será desde 1987 hasta 2007 la sede del Palacio de Justicia de Málaga, transformando su actividad y espacios por completo para adaptarse a sus nuevos cometidos. En 2016, Hoteles Santos adquiere la propiedad del palacio de Miramar para devolverle su esplendor monumental como hotel.