Mastodon Málaga y sus historias: Pedro Aparicio
Mostrando entradas con la etiqueta Pedro Aparicio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pedro Aparicio. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de mayo de 2020

Renovación en las infraestructuras provinciales

El 29 de enero de 1990 se produce la inauguración de la variante de Rincón de la Victoria, integrada en la actual autovía A-7, en la que se invierten 2.317 millones de pesetas. También comienzan ese año las obras de la variante de Benalmádena, Málaga y las autovías de Campanillas y Las Pedrizas.

Autovía del Mediterráneo.
Rincón tuvo autovía antes incluso que la propia capital o ciudades tan importantes de la Costa del Sol como Marbella, Fuengirola, Benalmádena o Estepona. La circunvalaciones de Málaga fueron inauguradas varios años después de que entrara en servicio la circunvalación de Rincón de la Victoria.


El año 1992 también significa para Málaga un avance importante en equipamiento viario. Se abren al tráfico 90 kilómetros de autovía cuya ejecución costó 61.633 millones de pesetas.

Las primeras en entrar en servicio fue la autovía de Las Pedrizas y la variante de Benalmádena, inauguradas por el ministro de Obras Públicas, Josep Borrell, el 8 de mayo, quien siete días después inaugura también la ronda de circunvalación de Málaga, con la ausencia del alcalde, Pedro Aparicio, por discrepancias con el equipamiento.

Aunque esa no fue la auténtica razón de la ausencia de Aparicio que dejó plantado al ministro por un problema de protocolo. Aparicio aseguró que se enteró por la prensa del día de la inauguración, aunque posteriormente recibió la invitación.

El entonces alcalde de Málaga comparó esta situación con la de un novio que se entera del día de la boda por los padres de su novia, quienes también le invitan a que participe en la fiesta. No obstante, Aparicio explicó que Borrell no tenía la culpa de este incidente. El alcalde recibió una invitación cursada por el gobernador
civil de la provincia. Esta nueva vía permitió que dejasen de circular diariamente por el centro de la capital 25.000 vehículos.

Otros dos obras inauguradas ese año fueron el paseo marítimo Antonio Machado, abierto al tráfico en junio, y el Parque del Oeste, inaugurado el 5 del mismo mes. Construido, sobre 100.000 metros cuadrados en la zona de La Misericordia, por 1.500 millones de pesetas, su diseño, más arquitectónico que botánico, fue motivo de gran polémica en la ciudad.

viernes, 8 de mayo de 2020

Apertura del aparcamiento de la Plaza de la Marina

El proyecto más costoso y polémico emprendido por el Ayuntamiento de Málaga, el aparcamiento de la Plaza de la Marina, se abre al público el 17 de diciembre de 1989, casi tres años después de que Pedro Aparicio presidiera el acto de colocación de la primera piedra de la plaza y estacionamiento subterráneo diseñados por el arquitecto catalán Manuel Solá-Morales.

Aparcamiento de la Plaza de la Marina.
La apertura del aparcamiento, con la ordenación de la plaza sin concluir, se hace sin el tradicional boato inaugural. Detrás queda una inversión de 1.500 millones, que doblaba el presupuesto de adjudicación, y el hallazgo de unos restos arqueológicos que desencadenaron un enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía.

Las discrepancias terminaron en los tribunales tras una crisis en el socialismo andaluz, toda vez que el PSOE malagueño, con el secretario regional Carlos Sanjuán al frente, respaldaron al alcalde de Málaga ante el expediente sancionador iniciado contra éste por la Consejería de Cultura.

La muralla nazarí y el lienzo portuario del siglo XVII, que la administración local decidió destruir tras paralizar las obras ante la denuncia de dos ciudadanos, fueron el desencadenante.

Finalmente se optó por la integración de los restos arqueológicos, pero las denuncias de arqueólogos y sectores culturales de la ciudad, unidas al descontento social por algunas soluciones estéticas adoptadas en la plaza, anatematizarían el proyecto más importante de la administración local hasta ese momento.

viernes, 27 de marzo de 2020

Constitución de la FEM

El 13 de junio de 1981 es constituida en Torremolinos la Federación Española de Municipios (FEM), con la asistencia de 500 alcaldes que eligen presidente a Pedro Aparicio.

Abel Caballero, actual presidente de la FEMP.
Las demandas asociativas de las nuevas corporaciones locales democráticas se plasmaron poco tiempo después de la toma de posesión de los nuevos cargos electos locales. Junto al deseo de llevar a la práctica los programas políticos de su oferta electoral, y los proyectos democratizadores de las corporaciones locales, existía una dura realidad, marcada por la carencia de recursos económicos, las dificultades de una legislación en tránsito de un sistema autoritario a otro de autonomía, así como las dificultades de financiación.

El alcalde de Madrid, profesor Tierno Galván, convocó a todos los de capitales de provincias y de ciudades mayores de 100.000 habitantes a una reunión que se celebró en Madrid el 12 de enero de 1980, en el Palacio de Adanero, sede del antiguo Instituto de Estudios de Administración Local, organismo que seguía siendo un punto de referencia para las corporaciones locales.

A la reunión asistieron más de setenta alcaldes, acordándose por unanimidad continuar adelante con el propósito asociativo, para lo que se nombró una Comisión Gestora, integrada por los alcaldes de las veinte ciudades más importantes, presidida por el de Málaga, Pedro Aparicio y como secretario Domingo Ferreiro.

Su carácter asociativo, la convirtió de hecho en una entidad política representativa de las corporaciones locales españolas, tanto en el orden internacional, como en las relaciones con la Administración del Estado, alcanzando cada vez un protagonistmo creciente.

Todos los proyectos se plasmaron en realidades en la Primera Asamblea General de la Federación Española de Municipios, celebrada en Torremolinos, los días 13 y 14 de junio de 1981, inaugurando los llamativos lemas de sucesivas asambleas, que en esta ocasión era el de “Ayuntamientos más representativos, más solidarios, más eficaces”.

PUBLICIDAD



Libros para leer #QuedateEnCasa


lunes, 16 de marzo de 2020

Pedro Aparicio, primer alcalde de la democracia

El día 3 de abril se celebran las primeras elecciones municipales tras el retorno de la democracia. En Málaga capital, donde vota el 50 por ciento del censo, el PSOE logra el mayor apoyo y once concejales, UCD siete, el PCE otros siete y el PSA cuatro.

Pedro Aparicio Sánchez.
El día 19 el socialista Pedro Aparicio Sánchez, cirujano de 36 años de edad, toma posesión como alcalde con el respaldo de socialistas, comunistas y andalucistas, que se reparten las tenencias de alcaldía. Dos el PCE con Leopoldo del Prado y Luis Asenjo; una el PSA para Rafael García Cervantes y una el PSOE para Francisco Oliva.

Los concejales de UCD apoyaron a su candidato, Andrés García Maldonado. Aparicio, que sería alcalde durante 16 años, señaló como asuntos prioritarios la mejora de los barrios más pobres: "Junto a la exuberancia de nuestros árboles existe la sordidez de callejas miserables sin suelo, sin agua y sin luz", frase que recoge fielmente la realidad de la ciudad en 1979. Había además falta de viviendas y de escuelas, problemas a los que también aludió. Por otra parte, la Diputación Provincial se constituye en abril, con el socialista Enrique Linde como primer presidente.

Cuando falleció Pedro Aparicio Sánchez el 24 de septiembre de 2014, a los 71 años en Málaga, la ciudad que se encargó de dirigir y transformar durante 16 años todos los medios, tanto locales como nacionales, se hicieron eco de la noticia y aprovecharon para hacer semblanzas de su trayectoria.

De profesión médico el primer alcalde democrático de la capital de la Costa del Sol, militante del PSOE, era una persona culta, de oratoria magnífica y aficionado a los discursos constructivos, muy alejados del ataque indiscriminado al rival político por el simple hecho de serlo. Su inesperada muerte, ocurrida mientras practicaba deporte, conmocionó a toda la clase política y a la familia socialista. El Ayuntamiento decretó dos días de luto oficial.

Le gustaba a Aparicio decir que había sido el alcalde de las pequeñas cosas, porque en aquella Málaga casi recién salida de la dictadura franquista una de sus prioridades fueron actuaciones tan básicas y necesarias como el simple asfaltado de las calles o la red de saneamiento de los barrios, que habían ido creciendo sin infraestructuras.

Bajo su mandato abrieron al público la Casa Natal de Picasso, en la plaza malagueña donde nació el pintor, el jardín botánico de La Concepción y el Teatro Cervantes. Amante de la música clásica y de la ópera, también fue el responsable de la creación de la Orquesta Filarmónica de Málaga.

Como ya se ha reseñado, Aparicio se hizo con la alcaldía en 1979 tras la mayoría simple obtenida por el PSOE y revalidó su cargo, con mayoría absoluta, en las tres siguientes citas con las urnas. Dejó la vara de mando en 1995, año en que fue sustituido por Celia Villalobos (PP).

Fue miembro fundador y primer presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Sus últimas responsabilidades en política fueron la presidencia del PSOE andaluz (1994-2000) y eurodiputado socialista durante nueve años, hasta 2004.

El exalcalde era una persona de ideales de izquierda firmes. Admirador de Salvador Allende, en su despacho de la alcaldía de Málaga había una fotografía del presidente chileno. La noche del fallido golpe de Estado en el Congreso de los Diputados, el 23 de febrero de 1981, Aparicio la pasó en ese mismo despacho con el espíritu de que si tenían que ir a por él por defender sus ideas, lo iban a encontrar en el Ayuntamiento, en su lugar de trabajo diario.

Era militante de la agrupación socialista de El Palo, en la que coincidió con otros históricos dirigentes como Carlos Sanjuán y José Asenjo. Cuando se conmemoró en Málaga el 25º aniversario de los Ayuntamientos democráticos, en 2004, Aparicio dejó claro que todos los días sentía nostalgia de su etapa en el consistorio, pero que “en absoluto volvería”.

PUBLICIDAD

 Dos libros imprescindibles https://amzn.to/2PVjEzb


miércoles, 20 de marzo de 2019

La mudanza del Palacio de Justicia

El 22 de febrero de 1988, el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, inaugura el nuevo Palacio de Justicia en el edificio del viejo Hotel Miramar.

La ciudad recupera, mediante esta restauración iniciada cuatro años antes, uno de sus edificios emblemáticos; pero también pierde su aspiración, defendida reiteradamente por el alcalde Pedro Aparicio, de reabrir el Miramar como el hotel de lujo que necesita la ciudad.

Interior del antiguo Palacio de Justicia.
Únicamente se consigue la cesión de una de las dos salas nobles de la planta baja para destinarla a usos culturales durante períodos de cinco años prorrogables hasta un siglo.

Pronto quedará en evidencia que la declaración formulada el día de la inauguración, asegurando que el problema de la dispersión de los juzgados de Málaga quedaba definitivamente resuelto, no se correspondía con la realidad.

Obra del arquitecto Guerrero Strachan, el edificio abrió sus puertas en 1926 como Hotel Príncipe de Asturias, cambiando su nombre posteriormente a Hotel Miramar. En 1987 fue remodelado para albergar el Palacio de Justicia, del que ha sido sede casi dos décadas. Actualmente es un hotel de cinco estrellas gran lujo.

Ahora la mayoría de los órganos judiciales, un total de 88, están situados en la Ciudad de la Justicia. Con unos 70 000 m², se trata del mayor edificio administrativo de Andalucía.

Diseñada por los arquitectos Ramón Engel, Javier Frechilla, Carmen Herrero, José Manuel López-Peláez y José Seguí, el edificio cuenta con un ordenador central que regula la luz y la climatización para una gestión eficiente de la energía. Las obras comenzaron en 20023​ y fue inaugurada el 30 de noviembre de 2007.