Mastodon Málaga y sus historias: prisión
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jueves, 1 de mayo de 2025

Teresa Espinosa, la voz de las obreras

 

Teresa Espinosa Moreno fue una de las principales activistas por la lucha obrera y la de las mujeres en la II República. Presidió la Sociedad Obrera Femenina Transformación en Antequera, una organización que se constituyó con más de un centenar de mujeres y que tuvo como objetivo la liberación de la mujer tanto en el ámbito social como laboral.


Portada del libro de José Bernal.


De profesión sirvienta, fue miembro de la UGT y afiliada a la Agrupación Socialista de Antequera. Conocida con el apodo de "Morea", finalizada la guerra civil fue detenida, cuando tenía 40 años, siendo condenada a 30 años de reclusión en Consejo de Guerra celebrado en Antequera el 2 de septiembre de 1939. Cumplió la pena en las prisiones de Antequera (28 junio a 3 noviembre 1939), Málaga (3 noviembre 1939 a junio 1940) y Pamplona (Navarra) desde el 26 de junio de 1940 hasta el 9 de enero de 1942 que salió en libertad condicional, tras cumplir casi un total de tres años de reclusión, sufriendo el destierro tras su libertad condicional.

Teresa dejó parte de su planteamiento ideológico en sus escritos e intervenciones públicas, fundamentado en el socialismo y el feminismo. Destacó su capacidad de liderazgo que, desde la sociedad femenina primero y desde la agrupación socialista después, permitió determinadas conquistas para la mejora de la vida de los obreros y las mujeres.

El compromiso con la democracia y la libertad de Teresa hizo que sufriera la represión tras la toma de Antequera por las tropas franquistas. En un primer momento formando parte de La Desbandá y siendo refugiada en el Levante. Después, siendo torturada, sufriendo un juicio sumarísimo.

La vida y obra de Teresa Espinosa sale a la luz gracias al libro que acaba de publicar el historiador y dirigente socialista José Bernal con el título La voz de las obreras antequeranas en la II República.

martes, 22 de abril de 2025

Las peripecias de Arthur Koestler

 

Arthur Koestler era un periodista húngaro que se hizo pasar por simpatizante de los sublevados en la Guerra Civil para entrevistar a Queipo de Llano, y su testimonio fue uno de los más relevantes entre los de los extranjeros que presenciaron la masacre en la carretera Málaga-Almería durante la contienda.


Arthur Koestler.


El expediente procesal de Koestler cuando fue detenido, primero en la cárcel de Málaga y después en la de Sevilla y condenado a muerte, es uno de los documentos originales que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de la capital malagueña.

Koestler, militante del Partido Comunista y antifascista, se valió del capitán sublevado Luis Bolín para llegar hasta Queipo y entrevistarle, pero al ser descubierta su verdadera ideología huyó y publicó en Europa lo que todos negaban, que Alemania e Italia estaban ayudando a los nacionales pese al pacto de no intervención. Eso desató la ira de Bolín, quien se sintió traicionado y juró públicamente que, si cogía a Kostler, lo mataría "como a un perro rabioso".

Koestler fue acogido en su casa de Málaga por Peter Chalmers-Mitchell, un británico que disfrutaba de su jubilación después de haber sido un eminente zoólogo, y ambos contemplaron desde allí el drama de la carretera. En casa del británico encontró Bolín a Koestler, que fue inmediatamente capturado y conducido a la prisión de Málaga, donde estuvo del 9 al 13 de febrero, día en que fue trasladado a la de Sevilla, donde permaneció hasta el 26 de mayo, condenado a muerte.

Finalmente, gracias a la presión internacional y las negociaciones de las autoridades nacionales, el gobierno británico y la Cruz Roja, Koestler fue canjeado por otros prisioneros detenidos por los republicanos en Valencia, entre ellos la mujer del aviador sublevado Carlos de Haya. El expediente procesal de Koestler es uno de los casi 65.000 que se conservan en el Archivo Histórico de Málaga.


Fuente documental: Koestler, el periodista que engañó a los sublevados para entrevistar a Queipo. José Luis Picón. Diario La Vanguardia, 6 de febrero de 2017

miércoles, 22 de abril de 2020

Una prisión con polémica

El 31 de enero de 1987 vecinos de Alhaurín de la Torre se manifiestan contra la construcción de la nueva cárcel. El ahora alcalde, Joaquín Villanova, estuvo en los calabozos durante una noche y se le imputaron hasta seis cargos. Las fuerzas del orden público neutralizaron la cabeza de la manifestación y detuvieron a once personas.

Prisión de Alhaurín de la Torre.
En este mismo sentido el diario ABC publicaba el 11 de julio 1987 que la coordinadora de vecinos anti-cárcel de Alhaurín de la Torre estaba preparando
una manifestación que tendría lugar en Madrid, ante la sede del Ministerio de Justicia, para exteriorizar su protesta por las obras de construcción del futuro centro penitenciario en el municipio.

Las mayoritarias quejas de los vecinos, apoyadas por todos los partidos políticos excepto el PSOE, se producen desde hace tiempo en base al contencioso
originado con la designación de la finca La Moraga como lugar donde se levante
la futura cárcel de Málaga que sustituirá al actual penal, anticuado y escaso en
dependencias para el número de internos que tiene en su interior, relataba la información de ABC.

Esta manifestación en Madrid contaría con más de mil vecinos de Alhaurín de la Torre, que irían en autobuses alquilados al efecto. El alcalde, el independiente Antonio Vega, apoyó junto a su mayorltario grupo municipal estas protestas en contra de una iniciativa que nunca contó con el beneplácito mayoritario de los habitantes de este pueblo de la comarca del Guadalhorce.

ABC, también formaba que “actualmente, las obras en La Moraga se
vienen efectuando a un mayor ritmo, una vez que se ha procedido al necesario movimiento de tierras.

Pero en realidad, Las creencias y suposiciones fallaron, los viajes no sirvieron para nada. La cárcel de abrió sus puertas en 1991, pese a que los vecinos del pueblo se echaron a la calle e incluso acudieron al sitio en donde se estaban desarrollando las obras, para intentar paralizarlas. De nada sirvió y ahora, muchos años después, el centro penitenciario convive en perfecta normalidad con la vida cotidiana de los alhaurinos.

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jueves, 28 de marzo de 2019

Jesús Gil ingresa en prisión

El 7 de enero de 1999, se dicta orden de prisión preventiva contra el alcalde de Marbella. Jesús Gil, sin embargo, sufre problemas cardiovasculares y es ingresado en el Hospital Clínico antes de salir en libertad bajo fianza el día 14 de enero.

La orden de prisión se produjo poco después de que anunciara su decisión de presentarse a las municipales en Ceuta, Melilla y La Línea de la Concepción. La Fiscalía Anticorrupción reabrió una denuncia sobre el contrato de publicidad de Marbella en las camisetas Atlético de Madrid, propiedad del alcalde.

Jesús Gil.
Mientras se desarrolla la instrucción del caso, se celebran las elecciones municipales donde el GIL obtiene mayorías absolutas en Marbella y La Línea, la pierde en Estepona y es el partido más votado en Ronda y Ceuta  Un día después de las elecciones, el fiscal solicita para él una pena de 34 años de cárcel y 121 de inhabilitación por 17 delitos.

Jesús Gil ingresó tres veces en prisión como consecuencia de los procesos judiciales en los que se vio involucrado durante su vida.

La primera ocasión en la que Gil pisó un establecimiento penitenciario fue en 1969, cuando el entonces empresario fue encarcelado como consecuencia del hundimiento de una construcción en la localidad segoviana de Los Ángeles de San Rafael, que él había edificado y en la que fallecieron 58 personas. Tras pagar 400 millones de pesetas y ser indultado por el general Franco, Gil salió en libertad 18 meses después, en 1971.

Tres décadas después, el 7 de enero de 1999, como ya se ha señalado, ingresó de nuevo en prisión, esta vez en la provincial de Málaga, por orden del titular del juzgado número 7 de Marbella, Santiago Torres, que le imputaba delitos de malversación de caudales públicos y falsedad en documento público.

Se trataba del conocido como "Caso Camisetas", en el que se investigaba el presunto desvío de 450 millones de pesetas del Ayuntamiento marbellí al club Atlético de Madrid.

Gil durmió tres noches en la prisión de Alhaurín de la Torre, ya que en la madrugada del 11 de enero de 1999, tras sufrir un cuadro de arritmia e hipertensión, ingresó en el Hospital Clínico de Málaga, donde permaneció detenido otros tres días, hasta que el juez Torres ordenó, por motivos de salud, su libertad bajo fianza de 100 millones de pesetas.

El 5 de abril de 2002, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia que la Audiencia Provincial de Málaga había dictado dos años antes en este caso, por la que se condenaba a Gil a 28 años de inhabilitación y seis meses de arresto por cuatro delitos de prevaricación, lo que le obligó a abandonar la Alcaldía de Marbella.

El 16 de abril de 2002, Jesús Gil ingresó por tercera vez en prisión, esta vez por orden del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, instructor del "Caso Saqueo", en el que se investiga la presunta malversación de 4.442 millones de pesetas del Ayuntamiento de Marbella entre los años 1991 y 1995.

El magistrado dictó la medida a instancias de la Fiscalía, que solicitó la prisión incondicional e incomunicada Jesús Gil y de otros seis imputados más en el caso, mientras se realizaban ciertas diligencias y con la intención de impedir que los imputados se comunicaran entre ellos o con otras personas y destruyeran pruebas.

Seis días después, el día 22, Jesus Gil abandonó la cárcel de Alcalá-Meco tras depositar los avales bancarios necesarios para afrontar la fianza de 700.000 euros impuesta por el juez.

Jesús Gil y Gil falleció a las cinco de la tarde del 14 de mayo de 2004 a los 71 años tras sufrir un fallo cardiaco a consecuencia de un infarto cerebral masivo.