Mastodon Málaga y sus historias: bandolero
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martes, 10 de octubre de 2023

La Venta de Alfarnate

 

La Venta de Alfarnate, considerada como la más antigua de Andalucía, está situada a dos kilómetros del pueblo de Alfarnate (Málaga). Esta antigua venta, refugio y parada de bandoleros, era lugar de paso obligado entre el interior y la costa, en el antiguo Camino Real que comunicaba la ciudad de Málaga con la de Granada.


Venta de Alfarnate.


Se convirtió, por sus numerosas historias y leyendas, en un auténtico monumento popular, y allí se conserva también el museo del bandolerismo andaluz. Por ella han pasado personajes de todo tipo y clase social, desde arrieros, caminantes estraperlistas y bandoleros, como José María El Tempranillo y Luis Candelas, al rey Alfonso XIII, sin olvidar artistas, pintores y escritores.

Su gastronomía se basa fundamentalmente en la cocina campera y serrana andaluza, destacando algunos platos como las migas de Alfarnate, huevos a lo bestia (un contundente plato con migas, lomo, chorizo y morcilla), chivo al ajillo, morcilla de cordero frita con tomates, revuelto de tagarninas y gachas de anís, entre otros.

En el interior se conservan sus antiguas estructuras. Entre ellas, un antiguo calabozo que hoy es un pequeño reservado que, según reza en un azulejo, fue la celda donde pasó la noche el bandolero Luis Candelas antes de ser puesto a disposición judicial.

El establecimiento fue puesto a la venta hace algunos años pero, posteriormente, sus propietarios decidieron seguir ofreciendo un servicio hostelero que ampliaron.

viernes, 16 de diciembre de 2022

El Tempranillo, el Robin Hood de los montes (y II)

 

En la entrega anterior se describió el origen de la mítica figura de el tempranillo y sus primeras andanzas como bandolero. Pasan los años y el bandolero sigue haciendo de las suyas. Los labradores de los términos de Antequera, Archidona, Alameda, Benamejí, Osuna, Morón, Ronda, entre otras localidades, canalizan sus denuncias y presiones a través de las autoridades locales, que no disponen de medios humanos ni económicos para erradicar la violencia y la extorsión en sus respectivos municipios. A su vez, las justicias locales enviaban sus quejas a los capitanes generales, que dispusieron diversas medidas para tal fin, tales como un control muy riguroso de los movimientos de la población, la emisión de órdenes a los corregidores que autorizaban el uso de armas, el envío de tropas de infantería y caballería de voluntarios realistas o incluso del ejército, gratificaciones y recompensas para los que aprehendiesen o facilitasen información tendente a la captura de malhechores.


Panorámica de Alameda.


Pero José María Hinojosa obtuvo el indulto del rey tras un proceso de negociación que se dilató durante meses hasta concluir en junio de 1832. Quedando constancia del mismo en varios documentos oficiales como pasaportes, o actas del Consejo de Ministros. A la amnistía se acogieron todos los miembros de la partida, unos 40 hombres.

El indulto supuso un cambio radical para “el Tempranillo”, ya que pasó de ser prófugo de la justicia a contribuir a La represión de la delincuencia. Murió un año después, el 22 de septiembre de 1833. Hay varias versiones sobre cómo se acabó su aventura, algunas fuentes señalan que el día de su fallecimiento José María cabalgaba junto a algunos de sus compañeros. Unos ladrones que se encontraban por la zona de Buenavista, a 2 kilómetros de Alameda, ocultos en un cortijo, ven como “el Tempranillo” y los suyos mandan registrar la finca, por lo que abren fuego. Un disparo hiere de gravedad a uno de sus hombres, y dos balas alcanzan a Hinojosa, que no tiene tiempo de reaccionar.

Los forajidos escapan y la cuadrilla traslada a su líder a un mesón, la Posada de San Antonio de Alameda. Pese a ser atendido, las heridas son mortales, por lo que pide redactar su testamento y la asistencia de un sacerdote. Según otras fuentes, la muerte de “el Tempranillo” no fue accidental, sino que respondía a un acto perpetrado con intención por algunos bandoleros que no aceptaron su repentino cambio de vida.

Los meses que van desde su indulto hasta su muerte, se le relaciona con Richard Ford, viajero inglés con quien entabló amistad; o John Frederick Lewis, quien le inmortalizara en un retrato realizado en los primeros meses de 1833. Actualmente, los restos de Hinojosa descansan en el patio interior de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en Alameda, municipio en el que pasó gran parte de su vida.



jueves, 15 de diciembre de 2022

El Tempranillo, el Robin Hood de los montes (I)

 

La vida de José María Hinojosa CobachoEl Tempranillo”, puede ser la historia del más conocido bandolero andaluz. A nuestros días han llegado multitud de aventuras e informaciones sobre su carácter y rasgos generosos, que encajan a la perfección con el bandolerismo romántico.


Retrato de 'el Tempranillo' realizado por John Lewis.


El tempranillo nació 21 de junio de 1805, en Jauja, una pedanía de Lucena (Córdoba), que fue el lugar donde creció, en un contexto económico y social difícil. Según sus biógrafos, este personaje fue el prototipo de bandido generoso que roba a los ricos para entregarlo a los pobres por lo que su figura se convirtió en un mito y, como tal, aparece en romances, coplas, pliegos de cordel, folletines, novelas, biografías.

Su fama traspasó fronteras y sus andanzas fueron conocidas en Inglaterra, Francia, Holanda y Estados Unidos, e hicieron correr ríos de tinta de la mano de escritores y periodistas extranjeros como Richard Ford, Prosper Merimée, Théophile Gautier o Adolfo Custine, entre otros.

Con 15 años, el que se puede considerar un auténtico Robin Hood, en la romería de San Miguel, celebrada en su pueblo natal tuvo lugar una reyerta en la que el joven Hinojosa venció a su oponente cuando salieron a relucir las navajas, un suceso que terminó en asesinato, castigado con la pena muerte, por lo que, en una decisión rápida y fugaz, el adolescente, sin vinculación con el delito hasta entonces se lanzó a la sierra que tanto conocía para convertirse en bandolero.

De sus primeros años como delincuente se conoce que estuvo largas temporadas en la Serranía de Ronda, donde se le atribuyen acciones de contrabando con Gibraltar, actividad que proporcionaba ingresos adicionales en las pobres economías de muchos habitantes de la zona sur de las provincias de Córdoba y Sevilla y la del norte de Málaga.

En muy poco tiempo forma una banda a la que acuden otros forajidos como Juan Caballero Pérez, alias 'el Lero', natural de Estepa; José Ruiz Germán, alias 'el Venitas', natural de Badolatosa; y Francisco Salas, alias 'el de la Torre', concuñado de Hinojosa. La principal vía de ingresos de la banda era el asalto y robo de viajeros por los caminos de la sierra. Aunque su partida se caracterizó por eludir los procedimientos violentos, siendo el objetivo de sus asaltos exigir tributo a los viajeros, quedando exento de cualquier tipo de daño quien lo pagase o hubiese pagado con anterioridad.

Los años comprendidos entre 1828 y 1832 son los más importantes en su actividad bandolera. Escapando una y mil veces de la justicia, a pesar de tener precio su cabeza.

Próxima entrega: El Tempranillo, el Robin Hood de los montes (y II)

jueves, 14 de octubre de 2021

La leyenda del ‘Zamarrilla’

 

La banda de Cristóbal Ruiz, el Zamarilla, siempre muy bien armada, fue el terror de los caminos de buena parte de la zona occidental de la provincia de Málaga. Era el bandolero más despiadado de su época y y su grupo vivía con la impunidad que le proporcionó un pueblo hambriento al que les entregaba algunas monedas o víveres producto de los saqueos. La Guardia Civil no desesperaba en sus intentos para capturar al más peligroso de los bandoleros del país.


Ermita de Zamarrilla en 1950.


Fue tan célebre su figura que dio pie a una leyenda que permanece en la conciencia colectiva de los malagueños. Se cuenta que en una visita a su amante en el barrio de La Trinidad, entre las sombras de la noche, fue visto intentando entrar en Málaga. Avisada la Guardia Civil comenzó su persecución. En su huida se vio acorralado. Su única salida, cortado el acceso a la sierra, era esconderse en la ciudad. Allí eligió la todavía existente ermita de la Virgen de la Amargura, para esconderse.


Según la misma leyenda, la Guardia Civil le acorraló en la ermita y el bandolero buscó refugio sin encontrar ningún hueco donde esconderse. El Zamarrilla decidió meterse bajo el manto de la Virgen de la Amargura, que produjo el milagro. La leyenda asegura que los guardias entraron y registraron todo el lugar sin encontrar al bandolero, aún incluso cuando miraron debajo del manto de la imagen. La Guardia Civil tuvo que abandonar la búsqueda incapaz de dar con el bandido acurrucado bajo el manto.


Tras la marcha de los agentes, el Zamarrilla salió de debajo del manto y emocionado rezó y agradeció a la Virgen su protección. La rosa blanca que lucía en el ojal para la cita con su amada fue el regalo que el bandolero le dio a la Señora de la Amargura en señal de gratitud. El bandido clavó con su puñal la rosa blanca en el pecho de la Virgen y esta comenzó a cambiar su color a un rojo sangre intenso y el Zamarilla, siempre según la leyenda, se convenció de que por un milagro sus pecados habían sido expiados.


Tras estos supuestos hechos el bandolero arrepentido se entregó. La historia dio la vuelta a la ciudad y fue condenado, pero no acabó de cumplir la pena. El milagro y su buena conducta en el presidio le sirvieron para que la Justicia le concediera el indulto con la condición de que de retirarse a un convento. Cada año siguió depositando a los pies de la Virgen de la Amargura una rosa roja que cultivaba en el huerto del monasterio.



Bibliografía consultada: La virgen y el bandolero. Leyenda de la virgen de Zamarrilla. José Antonio Molero. Revista Gibralfaro. N.º 67, 20119

viernes, 9 de abril de 2021

Rosita Díaz Gimeno y su ‘aventura’ en Málaga

 

Rosita Díaz Gimeno fue una de las actrices más importantes del cine español durante la Segunda República Española. En los años 30, marchó a Hollywood al igual que otros actores de la época, para participar en las versiones españolas de películas estadounidenses. Pero pronto regresó a España y siguió actuando para la gran pantalla hasta la Guerra Civil. Rosita Díaz fue muy amiga de Luis Buñuel, al que conoció en los estudios de la Paramaount en Joinviville (París) antes de la guerra. Ya en el exilio, mantuvieron su amistad en Estados Unidos.


Rosita Díaz Gimeno.


Rosita Díaz estaba casada con el hijo mayor del jefe del gobierno republicano, Juan Negrín, lo que hizo que se viera forzada a exiliarse tras la derrota de la República. Volvió a los Estados Unidos, donde llegó a ser profesora en la Universidad de Princeton. También trabajó como actriz de teatro y cine tanto en Nueva York, donde finalmente se instaló, como en México.


La profesora Ana María Espinar en su libro 'Historias y anécdotas de Málaga y sus gentes', incluye una curiosa hstoria relacionada con la actriz. Ocurrió en febrero de 1933, cuando la famosa Rosita Díaz Gimeno viajó a Málaga y se alojó en el hotel Caleta Palace, pero a los pocos días viajó a Ronda con el propósito de localizar en plena sierra al bandido Pedro Flores Jiménez, sobrino del famoso bandolero Francisco Flores Arocha, que había escapado del tiroteo en el que falleció su tío dos meses antes, en diciembre del 32.


La actriz quiso conocerlo porque en Francia iba a protagonizar una película sobre la vida del bandolero muerto a tiros ‘El bandido de Ronda’. Para que nadie la reconociera en Ronda, se hizo pasar por inglesa y se colocó peluca y gafas. Sin embargo, mientras recorría en coche los pueblos de la Serranía en busca del sobrino bandido, se enteró de que el alcalde rondeño había mandado detenerla, y la actriz tuvo que dejar la provincia a toda velocidad. También fue detenida en Córdoba durante el rodaje de El genio alegre, al inicio de la Guerra Civil.

lunes, 15 de marzo de 2021

El bandolero que fue ejecutado y descuartizado en la plaza de la Merced

 

En 1838 es detenido uno de los bandoleros más buscado en ese momento, Antonio Arce Cabello, de 29 años de edad y perteneciente a la partida de los ‘Toscanos’ que actuaba en la comarca de la AxarquíaConducido a Málaga, fue juzgado el 25 de enero por un consejo de guerra por los delitos de robos, asesinatos y violaciones. La sentencia no se hizo esperar y fue condenado a muerte en garrote vil con “descuartizamiento del cadáver”.


Plaza de Riego. Foto: Louis Agel (AHPM).


Un suceso fue recogido en el libro “Efemérides de Málaga y su provincia”, escrito por Díaz Escovar y Díaz Serrano y editado en 1915 en la imprenta de La Unión Mercantil, que contiene una minuciosa recopilación de hechos que tuvieron como escenario Málaga y su provincia entre los siglos XV y XIX.


El día 5 de febrero, se ejecutaba la pena de garrote en la Plaza de Riego, ahora Plaza de la Merced, contra el reo Antonio Arce. El preso había sido conducido desde la cárcel por las calles del Postigo de Arance, Carretería y Alamos hasta el tablado que se levantó frente a la iglesia de Santa Ana, en donde se agolpaba una gran multitud. Escoltó al reo una compañía militar y varios sacerdotes. Arce montaba sobre un burro que conducía el verdugo Francisco Pita. De trecho en trecho, el pregonero daba cuenta de la sentencia.


A las 11 en punto de la maña se cumplía la sentencia. El cuerpo de Antonio Arce quedó expuesto allí mismo todo el día. Por la tarde, el mismo verdugo descuartizó el cadáver, separó la cabeza del tronco, que preparó con sal y colocó en una espuerta, los brazos por los hombros y las piernas por los muslos.


El hermano mayor de la cofradía de La Caridad se hizo cargo del tronco del reo y lo trasladó al Hospital de San Julián para darle sepultura. Los brazos, las piernas y la cabeza las llevó, en depósito, el verdugo al Hospital de San Juan de Dios, donde el capellán se negó a recibirlos, por lo que fueron trasladados a la cárcel, donde el alcaide tampoco quiso quedarse con los restos, alegando que él guardaba “vivos y no muertos”.


Fue el propio verdugo el que tuvo que llevárselos a su casa hasta que fueron trasladados al lugar destinado a su exposición clavados en unos hierros. Los brazos y las piernas se expusieron en los caminos de Vélez y Torrox y la cabeza en la Plaza Mayor de Sedella, lugar de nacimiento del reo.

lunes, 21 de octubre de 2019

'El Almirez', indultado

Antonio Fernández del Pozo, más conocido por 'El Almirez', fue uno de los últimos bandidos que se refugian en la serranía de la provincia. Natural de Teba, se echó al monte tras cometer algunos delitos.

Fotografía de La crónica de Madrid, en la que aparece su enviado especial.
Perseguido por la Guardia Civil, mantiene varios enfrentamientos con los agentes hasta que el 19 de enero de 1935 es localizado oculto en una cueva de Alameda, en la malagueña Sierra de la Camorra. Desde allí hace frente y mata a un guardia.

 A las ocho de la mañana del día 20 se entrega ante los ruegos del médico de Mollina y de su cuñado. "Confío en usted que no me harán nada", dijo al médico.

El día 24 de enero se celebra consejo de guerra sumarísimo contra 'El Almirez' y se le condena a pena de muerte. La demanda del indulto es generalizada, sin duda favorecida por un régimen contrario a la pena de muerte.

Son los diputados republicanos Frapolli y Ramos Acosta quienes interceden. El Consejo de Ministros indulta a 'El Almirez' en su reunión del 30 de marzo. El expediente del indulto 15/1935 se conserva en el Archivo Histórico Nacional.

miércoles, 24 de abril de 2019

La entrega de ‘Pasos largos’

El 13 de agosto de 1916, después de sostener un tiroteo con la Guardia Civil del que salió herido, Juan Mingolla Gallardo, más conocido como Pasos largos, acude al Café de Sibajas de Ronda donde se entrega a un guardia municipal.

Pasos largos en la cárcel de Ronda (1916).
Tras ser atendido en la Casa de Socorro, ingresa en prisión. Cuatro semanas más tarde es trasladado a la cárcel de Málaga, ya que sus causas habían pasado a los tribunales ordinario y militar de la capital.

La noticia se extiende de inmediato y la prensa acude a la cárcel, donde obtienen detallados relatos de sus crímenes tras celebrar largas entrevistas con el reo que, no obstante, volverá a Ronda para enfrentarse a un consejo de guerra que lo condena a cadena perpetua el 1 de mayo del año siguiente.

Pasos largos, nacido en El Burgo el 4 de mayo de 1873 fue un bandolero andaluz que estaba considerado como el último que actuó en la Serranía de Ronda, aunque su largo historial delictivo está repleto de peleas y riñas.

Después de una etapa en la que vive con cierta normalidad, ya con más de sesenta años, vuelve a la vida de bandolero en la sierra hasta que, el 18 de marzo de 1934, la Guardia Civil recibe informes que sitúan a Pasos largos en la cueva de Solpalmillo, situada en Sierra Blanquilla, en el corazón de la Sierra de las Nieves. Fuerzas de la benemérita de Arriate, Igualeja, Serrato, El Burgo, y Cuevas del Becerro lo sitian y le instan a que se rinda o si no lo matarán, a lo que él responde: "Pos máteme". El tiroteo termina con Pasos largos muerto por dos disparos, uno en el vientre y otro en el pecho.

En 1986 el director Rafael Moreno Alba estrena la película Pasos Largos (El último bandido andaluz) interpretada por Tony Isbert y  Marina Saura.