El
14 de Abril de 1931 Aurelio
Ramos y
Baeza
Medina
izaron la bandera tricolor
republicana
en la Administración
de Correos y Telégrafos,
y al frente de los concejales republicanos
colocaron la bandera en el balcón principal del Ayuntamiento
de Málaga,
comunicando al pueblo la noticia
de la proclamación de la II
República.
(1*)
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| Concejales republicanos izan la bandera dela República en el Ayuntamiento. |
Ranos
Acosta
obtuvo
acta de diputado a las Cortes
Generales
en 1933, desde
donde
pretendió la eliminación de las escuelas insalubres en Málaga,
creando nuevas escuelas para reducir o extinguir el analfabetismo de
miles de niños sin escolarizar, y la acometida de obras para paliar
el paro obrero. El gobierno reaccionario del bienio
negro
frustró por completo su deseo.
Fracasado
el golpe militar del 18 de julio en Málaga, en agosto
organizó muy eficazmente todo el sistema hospitalario público
malagueño, creando el Hospital Central de Evacuación Miramar,
antiguo hotel con 300 camas, centralizando los servicios
médico-quirúrgicos de la capital y los diversos hospitales
provisionales de sangre, y descongestionando el Hospital Noble y
el Civil para la atención de heridos en los frentes y
bombardeos.
Instaló
laboratorios de análisis y de Rayos X, montó una biblioteca,
impartió cursillos para enfermeras y reorganizó la Beneficencia
Municipal. Para atender a la gran cantidad de enfermos, por el
hacinamiento y la extensión de enfermedades infecto-contagiosas en
los centros de acogida a refugiados, trasladó las camas del Hospital
Noble al antiguo hotel Regina.
En
octubre pasó a dirigir el Hospital
Civil Provincial,
así como la sub-inspección
general
de los Servicios
Sanitarios,
controlando toda la atención hospitalaria malagueña hasta la
ocupación de Málaga.
Ramos Acosta
también presidió la Comisión
de Defensa Antiaérea
con su primo el ginecólogo Heliodoro
Ramos Ramos.
El
8 de febrero de 1937, con las tropas franquistas a las puertas de la
ciudad, Aurelio Ramos Acosta, tras poner a salvo a su familia,
permaneció en el hospital dirigiendo la evacuación de los heridos.
Él mismo no emprendió huida hasta que no acabó toda su labor, e
hizo el camino a pie con la “Desbandá” al ocupar otros su
coche oficial. Alcanzó la localidad costera de Maro y ante la
imposibilidad de continuar se entregó a los falangistas en Nerja.
Fue encarcelado en la Prisión Provincial donde estuvo 3 días
incomunicado para después pasar a atender a los presos hacinados. Su
consulta fue saqueada.
En
Consejo
de Guerra
algunos de sus compañeros médicos le acusaron con saña, sin
embargo el doctor
Gálvez
Ginachero
reconoció que se limitó a servicios exclusivamente médicos, y su
trato fue exquisito con todo el personal.
Numerosos
médicos y personal sanitario afectos al franquismo reconocieron que
el Hospital Civil bajo su mando fue un lugar de refugio de
médicos, empleados del mismo y familiares considerados personas de
derechas que allí se encontraban protegidas.
A
pesar de todo esto el tribunal le condenó a muerte por rebelión
militar, Ramos
Acosta
se negó a firmar la sentencia. Las argumentaciones para justificar
su ejecución en la farsa de juicio que se le formó derivaban de su
gran significación política y social en la Málaga
republicana.
El 9 de Mayo de 1937 fue ejecutado, junto a su primo Heliodoro
Ramos,
en las tapias del cementerio de San
Rafael.
(1*)
Trabajo basado en la publicación Generaciones de Plata. Recuperación
de Memoria histórica de científicos andaluces represaliados, del
que es autora la profesora de la Universidad de Málaga
Encarnación Barranquero Texeira.