Mastodon Málaga y sus historias: Macharaviaya
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jueves, 28 de noviembre de 2024

Robert Harvey

 

El pintor estadounidense Robert Harvey, falleció en su casa de Macharaviaya el 13 de mayo de 2004. El artista, de fama y prestigio internacional, había nacido en Lexington, Carolina del Norte, en 1924. Su formación transcurrió en Sarasota (Florida), donde estudió en la Ringling School of Arts, pero va a ser en California, a principios de los cincuenta, donde recibirá la primera de las tres grandes influencias que tuvo a lo largo de su dilatada trayectoria, en concreto, los pintores de la llamada Escuela de San Francisco, especialmente a Richard Diebenkorn.


Robert Harvey.


La segunda influencia de su carrera vino determinada por el pop, aunque en el caso de Harvey, a diferencia de la mayoría de los artistas pop de Estados Unidos, quienes extraían el repertorio iconográfico de sus obras de los signos y símbolos de los mass media, sus cuadros suelen estar bastante alejados del lenguaje publicitario, orientándose hacia el paisaje, la figura humana y la naturaleza muerta.

En tercer término, está la ascendencia del hiperrealismo o fotorrealismo, corriente de la neovanguardia que se consolida entre 1969-70, y de cuyas dos grandes tendencias, la que se inspira en un «realismo fotográfico» derivado del pop y la que remite lingüísticamente a la tradición renacentista de la pintura de caballete, Harvey se adscribió sobre todo a la primera, aunque también es preciso reconocer que nunca mantuvo una servidumbre hacia la fotografía.

El primer contacto que tiene con la provincia de Málaga sería en 1966, en San Pedro de Alcántara, donde vive por una temporada. Con posterioridad, en 1971, vivió también en Frigiliana, durante dos años, asentándose en 1973 en Macharaviaya, donde compra la antigua casa de descanso de los Gálvez, la Huerta del Ángel. Harvey fue un vecino singular durante su vida en la Axarquía, sobre todo por su implicación en la vida cotidiana de Macharaviaya. Sus vecinos le conocían como don Roberto y en torno a su estudio fue creciendo un gran círculo de amigos y de artistas malagueños.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Leyendas sobre la familia Gálvez

 

Existe una leyenda sobre la solería de la iglesia de Macharaviaya, que tiene que ver con la acaudalada familia Gálvez. El poder político y económico de esta saga familiar acabó por generar algunas exageraciones que con el tiempo devinieron en leyendas, como, por ejemplo, la que cuenta cómo la hidalga familia llegada la hora de ponerle la solería a la iglesia quiso hacerlo con monedas en lugar de con las habituales losetas.


Real Fábrica de Naipes.


Enterado Carlos III de la iniciativa, se negó a ello, simplemente porque no quería que los fieles pisaran su imagen ya que si se colocaban de cara, sería su regia efigie pisada y si por el contrario se ponían las monedas al reverso, sería el escudo de España el pisoteado. Para dar gusto a la petición y resolver el conflicto ofreció la alternativa de que fueran colocadas de canto, pero parece ser que el presupuesto no alcanzaba.

Otra leyenda relacionada con la fortuna de la benefactora familia asegura que en algún lugar de la iglesia hay un tesoro escondido, a modo de remanente para poder reconstruir el templo en el caso de que por cualquier circunstancia fuera derribado. Hasta el momento, el tesoro no ha aparecido.

Es de resaltar el hecho curioso de la creación en Macharaviaya de la Real Fábrica de Naipes, casi un siglo antes de que Heraclio Fournier creara su afamada fábrica en Vitoria (Euskadi) en 1868. Este fue uno de tantos de los privilegios que la familia Gálvez concedió a su tierra natal. Esta fábrica fundada en 1775 llegó a una producción de 30.000 mazos anuales. En consecuencia, todos los naipes que llegaron a América con anterioridad a 1815 procedían de Macharaviaya debido al contrato de exclusividad firmado por su propietario con las Indias y así constaba en el palo dos de oros de la baraja.

martes, 23 de mayo de 2023

La independencia de Chilches

 

El día 1 de junio del año 1821 la localidad malagueña de Chilches obtiene la independencia de otra localidad de la provincia, Macharaviaya. La historia de Chilches tiene su origen en la época romana, de donde le viene su nombre romano, Cicer (garbanzo), en mención a las plantaciones de garbanzos existentes en el lugar.


Panorámica de Chilches.


Con las sucesivas invasiones, Chilches pasó a ser asentamiento visigótico, y después islámico. En esta época, su nombre fue arabizado al actual Chilches, siendo una próspera alquería musulmana.

En 1492, tomada Granada, Chilches y sus dos torres son repartidas entre los nobles que lucharon en la batalla, entre ellos, el conde Manrique de Lara y el marqués Garcí Fernández Manrique. La torre interior sería destruida poco tiempo más tarde, mientras que la torre costera se conserva hasta nuestros días. Desde entonces, y hasta la plaga de la filoxera del siglo XIX que arrasó la economía malagueña, Chilches se convierte en una aldea de pescadores.

Hasta el siglo XIX Chilches dependió de la villa de Macharaviaya. El 1 de junio de 1821 se le reconoce como ayuntamiento independiente, aunque tiene frecuentes disputas por la recaudación de impuestos y por jurisdicciones de tierras con el vecino Vélez-Málaga, que llevaba años intentando crecer. Durante la primera mitad del siglo XIX Vélez-Málaga consiguió, de hecho, anexionarse los partidos de Arroyo de Santillán, Iberos y Benajarafe.

El 31 de agosto de 1868 finalmente Vélez-Málaga consigue absorber Chilches, siendo el último alcalde Gabriel Gálvez de Bustamante.

viernes, 9 de septiembre de 2022

El fabricante de naipes (y II)

 

En la entrada anterior se conoció la llegada e instalación de Félix Solesio en España, el auge de sus negocios y su caída en desgracia. El patrimonio de Solesio era extenso, además de las posesiones de Arroyo de la Miel, adquiere varias propiedades en Vallecas (Madrid) y en Málaga. Realiza varios viajes a Finale (Italia), su localidad natal, con la intención de mostrar la situación económica y social en la que se encontraba.


Escultura dedicada a Félix Solesio.


El empresario se trajo consigo sesenta familias genovesas especialistas en la manufactura de papel que se instalan en Macharaviaya, aumentando considerablemente su población y creando grandes expectativas ya que acapararían el monopolio de ventas de naipes en América. La empresa, como se explicó en la entrada anterior, se embarca en grandes inversiones y créditos. Se estableció un contrato por 10 años, que fueron renovándose en vida de Solesio. Algunos años después su muerte (1806), un familiar solicita en 1815 una nueva contrata, pero no se lleva a cabo y supone el cierre definitivo de la Fábrica de Macharaviaya. La producción desde la última renovación era mínima no cumpliendo las entregas pactadas.

La Pragmática del Comercio Libre con América que abre el tráfico comercial de otros países europeos con las colonias españolas, quizás fue el punto de partida de la decadencia de la recién creada Real Fábrica de Macharaviaya; a esta circunstancia se sumaron acontecimientos como la entrada en España de las fuerzas napoleónicas y la Guerra de la Independencia.

También hay que destacar que las fábricas de papel blanco eran movidas mediante maquinaria hidráulica. Para ello Solesio buscó un lugar con agua suficiente para mover los batanes que encontraban en la actual localidad de Arroyo de la Miel (Benalmadena), villa de la que se considera su fundador, el lugar idóneo donde el arroyo Cao tenía caudal suficiente para tal fin.

Así, a finales de 1784, Solesio toma posesión del cortijo Arroyo de la Miel donde construye, no sólo los molinos de papel necesarios para la elaboración de los naipes sino que asentará las bases del complejo industrial que llamará "San Carlos" en honor a Carlos III; complejo que fue completado con una casa cortijo con pajares, cocinas y corrales. Posteriormente construyó una casa grande o principal que habitaba temporalmente la familia que residía en el llamado Palacio de Solecio, en calle Granada de la capital malagueña, hoy convertido en hotel.

El viajero Antonio Ponz, hizo referencia al complejo de “San Carlos”, matizando que las cifras mencionadas por Solesio acerca de sus plantaciones eran exageradas. Actualmente quedan en pie algunos restos de este complejo papelero en el denominado edificio la Tribuna, situado junto a la Plaza de España, en el mismo centro de Arroyo de la Miel.

La dirección de la Real Fábrica de Naipes de San Fernando de Henares (Madrid) le es cedida a Félix Solesio en 1792, pero el molino es abandonado dos años después y cedido en 1796 a la Real Imprenta supuestamente por la mala gestión del asentista, cuya importante inversión no supo rentabilizar.

jueves, 8 de septiembre de 2022

El fabricante de naipes (I)

 

Felix Solesio, nacido en la localidad italiana de Finale-Ligure el 30 de enero 1739 y fallecido en Málaga el 12 de octubre de 1806, fue un empresario italiano afincado en España. Avalado por el prestigio que la fabricación de papel genovés había obtenido en la España del siglo XVII y XVIII, fue la persona elegida por José de Gálvez para llevar a cabo su proyecto de abastecer con naipes América y desarrollar económicamente Macharaviaya (Málaga) su pueblo natal.


Antigua fábrica de naipes en Macharaviaya.


Solesio, naipero y papelero ilustrado llega a España y se convierte en asentista de tres Reales Fábricas, las de naipes de Macharaviaya y Madrid y la de papel de San Fernando de Henares (Madrid) pero después de haber amasado una gran fortuna, en los últimos años de su vida tuvo que hipotecar la mayoría de sus bienes

Los hermanos Gálvez se afanaron en elevar la industria, la agricultura y el comercio de Málaga. Con el beneplácito del rey Carlos III, consiguen para Macharaviaya la instalación de una Real Fábrica de Naipes cuya producción tendrá como destino el mercado con América. Para dirigir la fábrica y garantizar el éxito, buscan un especialista en Génova, centro prestigioso en la industria papelera. La elección recae, como ya se ha dicho, sobre Félix Solesio, que suscribe contrato con la Corona para fabricar papel blanco y dirigir la Real Fábrica de Naipes de Macharaviaya.

Solesio emigra de Finale y llega a España entre 1761 y 1762. Su primer destino fue probablemente Vallecas (Madrid). Se casa con Nicolasa Miró, con la que tuvo seis hijos, algunos de los cuales tuvieron una importante participación en la actividad empresarial de su padre. La firma de los fabricante de naipes se denominó Solesio e hijos.

Se le concede la dirección de los molineros papeleros de La Adrada en Ávila, siendo su producción y su gestión sobresaliente. Aunque la propiedad más emblemática y en la que puso su mayor esfuerzo y dinero, fue en el cortijo de Arroyo de la Miel, llamada posteriormente "San Carlos" y que convirtió en una hacienda modélica para su tiempo. Creó un complejo papelero y mandó construir seis fábricas, cuatro de papel blanco y dos de papel de estraza.

La actividad de empresarial de Solesio entre 1784 y 1795 fue muy intensa, compra, construye, solicita créditos, vende, etc. Pero pronto se ve ante la dificultad de liquidar los créditos debido en parte al alto nivel de vida familiar que lleva. Atrapado en una situación económica difícil, busca socios capitalistas a los que embauca persuadiéndolos con suculentas ganancias y así, el 22 de marzo de 1796, constituye una sociedad con Bernardo José Carrillo de Albornoz, director de la Real Compañía Marítima de Madrid, en representación de José Mariano del Llano, para activar la fabricación en todas las tinas de los molinos de Arroyo de la Miel.

Se concretó en la escritura que Solesio pondría a disposición su hacienda; la otra parte haría una aportación de 400.000 reales; y el beneficio sería por partes iguales. A fin de cuentas, el negocio desembocó en la más absoluta ruina que arrastró también a toda su familia. El renombre de Solesio se fue desprestigiando. Jamás devolvió a sus acreedores ni sus capitales ni sus ganancias, y fue acusado por ellos. Toda su hacienda, incluida su casa-palacio de Málaga sita en calle Granada, fue embargada el 13 de enero de 1803. El día 3 de octubre de 1806, estando enfermo, hace testamento, falleciendo el día 12.


Próxima entrega: El fabricante de naipes (y II)

lunes, 8 de noviembre de 2021

La primera escuela pública y mixta de España: Macharaviaya

 

Aunque parezca sorprendente la de Macharaviaya fue la primera escuela pública, mixta y gratuita de España, y se fundó varios años antes que las primeras escuelas públicas de MadridEl carácter avanzado e ilustrado de la familia Gálvez de Macharaviaya, a la que pertenecían José y Miguel de Gálvez, que desempeñaron importantes cargos políticos al servicio de Carlos III, llevó al municipio a contar con la que puede considerarse la primera escuela pública española. Un proyecto educativo que arrancaba en 1782, un momento donde durante la Ilustración compartió protagonismo con la apertura de la Fábrica de Naipes en la misma localidad.


Escuela y Fábrica de Naipes en Macharaviaya.


El centro tenía un sistema educativo muy avanzado para la época, ya que se prohibían expresamente los castigos físicos a los niños y había premios que se otorgaban a los alumnos con mejores notas para incentivar el buen progreso de los chavales.

La novedad es que, además, los niños y niñas aún estando en clases separadas, acudían al mismo edificio para estudiar. Algo que no ocurría en el resto de centros educativos españoles. Además, un dato interesante es que el edificio fundacional que acogió esta primera escuela pública es el mismo que se encuentra actualmente en el municipio, claro está, con las correspondientes reformas.

Cuando los avatares de la historia empujaron a tratar de poner punto y final a la citada novedosa experiencia educativa, una de las maestras se puso en contacto con Miguel de Gálvez para recuperar su trabajo y que se volviese a abrir el centro.

Esta historia es abordada en dos libros, uno, la novela La Jugada Maestra de Sofía Tazón y otro, en el libro La fundación de escuelas y banco agrícola de Marcharaviaya de José Luis Cabrera Ortiz.


jueves, 27 de mayo de 2021

Miguel de Gálvez, embajador en Rusia

 

Miguel de Gálvez fue el malagueño que durante su etapa como embajador ante la corte de la zarina Catalina la Grande logró que los vinos de Málaga adquirieran un gran prestigio en Rusia y por lo tanto, el crecimiento de las exportaciones. Desde entonces los vinos malagueños tuvieron una presencia constante en las mesas rusas, como atestiguan numerosos testimonios literarios.


Miguel de Gálvez.


Tercero de los hermanos Gálvez de Macharaviaya, nació el 30 de noviembre de 1725. Bautizado como Andrés Luis, se cambió de nombre en 1747. Fue hijo de Antonio de Gálvez y García de Carvajal y de Ana Gallardo y CabreraEstudió Leyes en el Colegio de Santa María de la Universidad de Alcalá y en 1770, es nombrado alcalde de Casa y Corte. Cuatro años después toma posesión de su nuevo cargo de ministro togado del Consejo de Guerra. Como tal, participó en la creación del montepío militar, que se encargaba del sostenimiento de las viudas y huérfanos de oficiales del Ejército, y del Archivo General de Guerra.


Tomó parte asimismo en la fundación de la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid en 1775. Junto a su hermano también fundó el montepío de cosecheros de vino, aguardiente, pasa, higos, almendra y aceite de Málaga, para mejorar sus condiciones de vida, facilitar su acceso al crédito y becar a los hijos de estos en algunas universidades españolas.


Durante catorce años, presidió la Real Academia de Derecho Español y Público de Santa Bárbara. Favoreció la introducción de algunas plantas americanas en la península ibérica, con el fin de mejorar el comercio y la economía. En 1766, se lo nombró regidor perpetuo de Málaga y aunque residía en Madrid impulsó en la capital malagueña una serie de reformas y obras públicas para mejorar su situación económica. Aprovechó además su reposo en su pueblo natal, Macharaviaya, en 1785, para dotarlo de ciertas mejoras urbanísticas.


En el verano de 1786, fue enviado como embajador ante la corte de Prusia, en Berlín, donde trabó unas magníficas relaciones con Federico el Grande, y de allí fue enviado con el mismo cargo a San Petersburgo donde entre otras cosas, sin olvidar nunca su tierra natal, aprovechó para abrir un mercado a los vinos de Málaga.


Enfermo, solicitó el relevo y partió para España el 6 de junio de 1792. En el viaje de regreso murió en la ciudad de Gotha (Alemania) el 14 de julio. Soltero, no dejó descendencia. Sus restos se trasladaron más tarde a la cripta familiar de su localidad natal.


Diversas fuentes aseguran que en 1791, siendo embajador plenipotenciario ante Catalina II, obsequió a la zarina con 48 cajas de vino dulce de su tierra, y que ella, entusiasmada, eximió de aranceles durante un año a todos los vinos de Málaga que llegaran a su imperio.


martes, 15 de diciembre de 2020

Bernardo de Gálvez, virrey de la Nueva España

 

El día 1 de enero de 1977 Bernardo de Gálvez y Madrid, nacido en Macharaviaya (Málaga) en 1746, es nombrado gobernador de Lousiana (EEUU). En 1785, como sucesor de su padre, Bernardo de Gálvez fue nombrado virrey de Nueva España. En su nuevo destino, el virrey tuvo como primer objetivo la lucha contra dos terribles males que asolaban desde el año anterior al pueblo mexicano, la escasez de víveres en todo el territorio, debida a la pérdida casi total de las cosechas, y la epidemia de peste que había atacado a la población, causando innumerables muertes.


Retrato de Bernardo de Gálvez.


Bernardo de Gálvez fue un militar y político español, héroe de Pensacola (Florida), virrey de Nueva España y, a título póstumo, ciudadano honorífico estadounidense. Afrancesado y miembro de la francmasonería Bernardo de Gálvez llegó a ser Soberano Comendador del Supremo Consejo Unido del Hemisferio Occidental, en la masonería


En 1762, participó en la invasión de Portugal, campaña de la guerra de los Siete Años. Lo hizo en una unidad selecta franco-española, el Regimiento Royal-Cantabres, donde adquirió el dominio del francés, muy útil en su carrera posterior.


En 1764 marchó a América, donde pasó los siguientes ocho años. Luchó contra los apaches en la frontera norte del Virreinato de Nueva España. De vuelta en Europa, tomó parte en el fallido desembarco de Argel de 1775.


Siendo gobernador de Lousiana, participó en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos con una serie de afortunadas incursiones contra los británicos que le permitieron expulsarlos de la Florida Occidental. En su carrera contó con el importante apoyo de su poderoso tío, el ministro de Indias José de Gálvez y Gallardo.


Fue nombrado ciudadano honorífico de los Estados Unidos de América por el presidente George Washington por su contribución a la derrota británica y su participación activa en favor del Ejército Continental. Hoy, es considerado uno de los padres fundadores de los Estados Unidos y su retrato figura con los del resto de fundadores del Congreso de los Estados Unidos. Falleció, a los 40 años de edad, en el palacio arzobispal de Tacubaya (México) el 30 de noviembre de 1786.

lunes, 5 de octubre de 2020

María Rosa de Gálvez, una malagueña singular ( y II)

 

En la entrada anterior conocimos el origen, formación y los avatares del casamiento de María Rosa de Gálvez. Lo cierto es que el matrimonio proporcionó a la escritora constantes sinsabores personales y económicos, que ni siquiera consiguió evitar su mudanza definitiva a Madrid, efectuada alrededor del cambio de siglo. (1*)


Retrato al óleo de María Rosa de Gálvez.


En el Madrid de Carlos IV, María Rosa de Gálvez se introduce en la alta sociedad cortesana a través de familiares y amistades y entabla una relación fluida con el propio Manuel Godoy, Príncipe de la Paz’, que la distingue con prebendas y ayudas destinadas a aligerar el coste económico de la publicación de sus obras o a sortear la censura previa a la representación de las mismas.


Precisamente en esos primeros años del cambio de siglo que preceden a la muerte de la escritora, acaecida en 1806, se condensa la mayor parte de su actividad literaria, que comprende, además de un discreto muestrario de poesía lírica, seis tragedias, dos piezas trágicas menores, cinco comedias originales y otras cuatro traducidas del francés.


No es la poesía la responsable de la pervivencia literaria de María Rosa de Gálvez, sino su indiscutible y sorprendente vocación teatral en una época hostil a las mujeres con aspiraciones dramáticas.


Como autora de teatro original, destaca su versatilidad a la hora de participar en diferentes géneros, con mayor o menor incidencia de elementos populares. Se entrega al cultivo de los géneros valorados por los neoclásicos, como la comedia de costumbres o la comedia sentimental, e incluso otros menos habituales aún en la pluma femenina, como la tragedia bíblica, la de inspiración histórica o el drama, y en todos ellos se esfuerza con especial interés en tratar de compaginar el canon neoclásico con una temática que gira de forma casi monográfica en torno a la experiencia femenina en general y más particularmente a la posición de las mujeres en los inicios del siglo XIX.


Como autora de comedias, María Rosa de Gálvez consigue que algunas de sus obras sean representadas con cierta fortuna en los coliseos más renombrados de la capital. Aunque la crítica haya coincidido en resaltar su labor como escritora de comedias, es en realidad la tragedia, el más elevado entre los géneros clásicos y monopolio exclusivo de varones por tradición dramática, el que Gálvez cultiva con toda su dedicación y el que mejor muestra su deseo de labrarse un hueco como mujer escritora . Su teatro trágico revela una considerable vocación feminista, que revela la opresión sufrida históricamente por las mujeres en la sociedad patriarcal.


La producción dramática de María Rosa de Gálvez se publica y/o se representa en su totalidad en el lustro que se extiende entre 1801 y 1806.


En 1803 José de Cabrera obtiene, por mediación de Godoy, un puesto en la legación española en los Estados Unidos, y su marcha al extranjero sella la separación definitiva del matrimonio, que no se reunirá nunca más.


El final del episodio americano de Cabrera resulta notablemente accidentado, ya que apenas dos años después de su llegada es encarcelado y finalmente expulsado del país en 1805 por falsificación de la firma del embajador español para el cobro de cheques bancarios.


Por fin en 1804 ven la luz los tres volúmenes de sus Obras Poéticas. En octubre de 1806, María Rosa de Gálvez fallece a la edad de treinta y ocho años, recibiendo sepultura discretamente y sin pompa alguna en la madrileña iglesia de San Sebastián.


(1*) Información basada en el trabajo de la profesora Helena Estabier Pérez de la Universidad de Alicante.

domingo, 4 de octubre de 2020

María Rosa de Gálvez, una malagueña singular (I)

 

Fue María Rosa de Gálvez una mujer de vida singular y sin duda poco ortodoxa para la época en la que se obstinó en ser dramaturga. Nació a finales del año 1768, o quizá a principios del año siguiente, y falleció en 1806 a la edad de treinta y ocho años, dejando una lista asombrosa, por el número y la variedad de obras dramáticas, que no iguala ninguna otra autora de su tiempo. (1*)


María Rosa de Gálvez. 


María Rosa Antonia de Gálvez y Ramírez de Velasco fue hija adoptiva de los Gálvez de Macharaviaya (Málaga), una ilustre e influyente familia andaluza de políticos y militares. La reserva con la que el matrimonio Gálvez trató siempre el asunto de los orígenes de María Rosa, que pasó los primeros años de su vida en la casa de expósitos de Ronda, hace pensar que podría haber sido hija natural de su padre adoptivo, Antonio de Gálvez y Gallardo.


Aunque apenas existen datos sobre sus años de formación, es posible suponer, a la vista de la boyante situación familiar en las últimas décadas del siglo XVIII y de la variada producción literaria legada por la autora, que María Rosa de Gálvez recib una instrucción esmerada, propia de una familia ilustrada, educación que ella complementará más adelante con una notable inspiración dramática, una inagotable voluntad de trabajo y un afán de gloria desbordante, que destaca poderosamente sobre la humildad acostumbrada en las escritoras de su tiempo.


En 1789 contrae matrimonio con un primo lejano, José de Cabrera y Ramírez, también de ilustre familia oriunda de Macharaviaya, aunque de menor patrimonio. La residencia de la pareja se fija en Málaga, donde José de Cabrera, que había abandonado el ejército tras el enlace, se dedica a la administración de los bienes recibidos por su esposa como dote matrimonial y heredados tras la muerte del padre de esta, en 1792.


En la última década del siglo, María Rosa de Gálvez, en la que aún no ha publicado nada aunque ya había comenzado a escribir sus poesías líricas, se enfrenta en Málaga a diversos litigios, tanto económicos, a causa de las numerosas deudas de juego contraídas por su marido, que van mermando el patrimonio familiar como conyugales, pues las constantes ausencias de José de Cabrera y las desavenencias de la pareja conducen a repetidas rupturas, reconciliaciones y demandas ante los Tribunales.


En esos años fallece también la única hija del matrimonio, nacida en 1793, y la autora se desplaza temporalmente a Madrid para seguir de cerca algunos de los pleitos en los que los Cabrera se encontraban enfrascados. En 1796, poco después de una reconciliación matrimonial y huyendo posiblemente de las deudas contraídas en Málaga por José de Cabrera, la pareja se traslada a Puerto Real (Cádiz), donde conserva diversas propiedades.


(1*) Información basada en el trabajo de la profesora Helena Estabier Pérez de la Universidad de Alicante.